Como se puede apreciar en dicha comparación queda claro que en el período de gobierno 2015-2019, es la finalización de un modelo de país que no es sostenible mire por donde se mire.  El cual consistió en aumentos sin mesura del gasto público financiado por ajustes fiscales excesivos, llevados adelante no sólo en dicho período (2015-2019) sino también en los anteriores, con altas cargas tributarias a todos los uruguayos; directa e indirectamente. Y además cualquier evento adverso externo o interno que afectaba la economía uruguaya, no había margen para contrarrestarlo los efectos negativos en el bienestar de los uruguayos.

 A sabiendas que ya no se podía seguir con esto, y la eventualidad de la pandemia generada por el SARS-COV-2, es que se crea el Fondo Solidario COVID-19 (una genialidad para intentar mantener el grado inversor), que incluía donaciones modales y no modales, préstamos externos y otras contribuciones con un exhaustivo registro de la trazabilidad de los fondos para luego rendir cuentas.  El actual gobierno logró cambiar hacia una política de gasto mesurado y coordinado con otras variables macroeconómicas (monetaria, cambiaria y de ingresos) con el objetivo de lograr ir reduciendo como se ha hecho la carga impositiva que tienen todos los uruguayos.

Como expresa el programa de gobierno del Sr. Delgado, “En la actual coyuntura que vive el país, es vital no retornar a los tiempos en que los aumentos desmedidos de gasto público se financiaban con ajustes fiscales que implicaban mayor pago de impuestos por parte de personas físicas y jurídicas.”, por esto y mucho más no hay que volver atrás, hay seguir para adelante.

VAMOS POR MAS – HECHOS NO RELATOS