El atraso cambiario, la necesidad de revisar la política de inversión, teniendo en cuenta el contexto mundial y los cambios, entre otros “la sustentabilidad medioambiental” fueron algunos de los puntos abordados por Palo Ferreri al dialogar con @gesor. El ex subsecretario del Ministerio de Economía durante el gobierno del Frente Amplio analizó estos aspectos comentando “muchas veces este gobierno habla de herencia maldita” pero “deberíamos hablar de herencia bendita, los mejores números de crecimiento y de inversión que ha podido mostrar este gobierno están asociados básicamente a la inversión que se generó en torno al proyecto UPM, no sólo a la construcción de la planta, sino a la construcción de infraestructura que hubo en este periodo, por ejemplo el ferrocarril central y las obras en el puerto. La pregunta es cuál hubiera sido el desempeño de la economía si eso no hubiera estado”.
¿Habría que intervenir en el precio del dólar para reducir el atraso cambiario?
-“Uruguay tiene el atraso cambiario más importante de este siglo y este gobierno ha estado absolutamente pasivo, no ha hecho literalmente nada. Obviamente no es posible poner el dólar en el valor que uno quisiera, eso no existe, pero sí existen señales, acciones que pueden ayudar a mitigar los saltos que se dan o a marcar una preocupación en el tema. Desde agosto de 2021 el Banco Central no interviene en el mercado de cambios, lo cual es una señal clara de que no ha sido una preocupación para el Banco Central. Hoy tenemos bajos niveles de inflación y eso es muy bueno, pero la contracara de esa inflación es el brutal atraso cambiario que tenemos para un país de base exportadora como el Uruguay. Perder competitividad por el tipo de cambio mes a mes. Llevamos 25 meses de pérdida de competitividad por el tipo de cambio consecutivos, hace que se empiecen a comprometer los puestos de trabajo asociados al Uruguay exportador.
Por lo tanto este es un problema serio que el gobierno no ha atendido y sobre el cual va a haber que poner una mirada teniendo mucho cuidado, porque esto debe comenzar a tratarse sin perjudicar el poder de compra de quienes reciben ingresos en pesos, que son la mayoría de los uruguayos, me refiero a trabajadores y pasivos, que si hubiese un salto brusco del tipo de cambio perderían parte de su capacidad de compra”.
Pero el discurso de los actores de gobierno es a la inversa, dicen vamos a terminar el gobierno con una recuperación del salario, con una inversión en obra pública que califican como histórica, y un desarrollo del país importante. Ese es el discurso que se ha instalado desde el Partido Nacional y la coalición de gobierno.
-“Hay que reconocer los indicadores que son buenos, hay que ser objetivos al analizar la realidad para poder entender que es lo que está bien y continuarlo, para entender que es lo que está mal y cambiarlo y para entender que es lo que falta y hacer cosas que no se han hecho.
En este periodo de gobierno se ha recuperado empleo, ahora en términos generales el empleo que se ha creado es precario y mal remunerado. Hoy en Uruguay hay 550.000 personas que ganan menos de 25.000 pesos por mes por 40 horas de trabajo semanal. Pensemos en un hogar quién puede vivir con menos de 25.000 pesos por mes.
Entonces, Uruguay tiene un desafío enorme en cuanto a mejorar la capacidad de compra de los hogares uruguayos, eso está en el debe. De hecho, a esta altura, 48, 49, si no me equivoco, meses de gobierno que llevamos, en aproximadamente 43, 44 meses hubo pérdida salarial, solo en los últimos meses comenzó la recuperación. Este es un tema central en el Uruguay del futuro, mejorar la capacidad de compra de los hogares uruguayos.
Obviamente este gobierno tuvo que afrontar una pandemia y eso es un tema que tenemos que considerar. Ahora, pensemos en los 15 años de gobierno del Frente Amplio. El desempeño de la economía uruguaya fue, en general, bastante mejor que el desempeño de los países de la región.
Cuando miramos el desempeño en este periodo de gobierno, tanto atendiendo la pandemia como la recuperación económica que ocurre después, el comportamiento Uruguay fue bastante mediocre. Uruguay creció menos que los países de la región, que también fueron afectados por aspectos climáticos o por la pandemia. Entonces, Uruguay hoy no está teniendo tampoco niveles de inversión elevados para poder tener una expectativa de crecimiento importante, Uruguay debería tener niveles de inversión que superen el 20% del PBI. Eso ocurrió en los gobiernos del Frente Amplio, básicamente entre el 2008 y el 2013, 2014, hubo importantes niveles de inversión que se tradujeron en los niveles de crecimiento más importantes de los últimos 50 años, pero en este periodo de gobierno no superamos nunca el 20%, la cifra más alta fue el 19% y eso ocurrió estando en el cómputo de la inversión de UPM2 que la dejó el gobierno anterior. Muchas veces este gobierno habla de herencia maldita, llevamos cuatro años de gobierno y el gobierno ha hablado hasta ahora del Frente Amplio en los gobiernos anteriores y ahora empieza a hablar de lo que haría el Frente Amplio hacia adelante, parece que la responsabilidad principal no fuera gobernar, pero en vez de herencia maldita deberíamos hablar de herencia bendita, los mejores números de crecimiento y de inversión que ha podido mostrar este gobierno están asociados básicamente a la inversión que se generó en torno al proyecto UPM, no solo a la construcción de la planta, sino a la construcción de infraestructura que hubo en este periodo, por ejemplo el ferrocarril central y las obras en el puerto. La pregunta es cuál hubiera sido el desempeño de la economía si eso no hubiera estado y los cambios tributarios globales afectan y amenazan la posibilidad de erradicar inversiones en Uruguay a través de la política de promoción de inversiones que en Uruguay desplegamos todos los gobiernos, por lo tanto ahí hay mucho por hacer y hay muchas amenazas y en las cuales el gobierno ha estado, no sé si decir omiso pero por lo menos remolón, los cambios tributarios globales no han tenido una respuesta proactiva del gobierno convocando al sector empresarial afectado, me refiero a los exportadores de software que están exonerados del impuesto a la renta en la exportación, me refiero a la Cámara de Zonas Francas, me refiero a otros sectores que tienen exoneraciones o quienes utilizan los regímenes de Comap y por lo tanto ahí hay mucho para hacer para continuar teniendo un país que sea atractivo a la hora de captar inversiones que generen empleo de calidad”.
¿Habría que rever la política de inversiones en cuando a los beneficios que concedo?
-“Va a haber que reverlas por varios motivos, en primer lugar porque los cambios tributarios globales hacen que las exoneraciones que a veces se dan en Uruguay tengan que pagar el impuesto igual las casas matrices de las compañías que se instalan en Uruguay, en el país donde está la casa matriz. Por lo tanto hay que repensar esos esquemas para poder atender esta realidad, Uruguay necesita continuar teniendo regímenes de promoción de inversiones porque Uruguay es un país con escasa capacidad de ahorro interno y por lo tanto con escasa capacidad de inversión doméstica, requiere, necesita inversión extranjera directa. Pero los cambios tributarios globales hacen que tengamos que repensar estos sistemas y además, muchas veces los regímenes promocionan cuestiones que en un contexto corresponde promocionar y en otro quizá no tanto, por ejemplo, la sustentabilidad medioambiental es cada vez más relevante. Por lo tanto los regímenes de promoción de inversiones deben alentar, deben premiar las actividades que sean compatibles con la sustentabilidad medioambiental y deberían de no premiar o desincentivar las actividades que dañen el medioambiente. Por todos estos factores yo creo que sí, los regímenes de promoción siempre tienen que ser periódicamente analizados y corregidos en función de las necesidades del país en cada momento, pero siempre teniendo en cuenta que para Uruguay estos regímenes son muy necesarios”.