El actual gobierno carece de “un rumbo estratégico en materia de política económica que permita desplegar políticas públicas para tener un proyecto nacional de desarrollo” dijo Pablo Ferreri. El ex sub secretario del Ministerio de Economía, durante el gobierno del Frente Amplio indicó “hablo de proyecto nacional de desarrollo. Hablo básicamente de dos aspectos, lo que tiene que ver con crecimiento económico y lo que tiene que ver con mejorar los niveles de equidad e igualdad en nuestra sociedad. En este periodo de gobierno la economía creció muy poco, también lo hizo en el último gobierno del Frente Amplio, o sea, ya llevamos 10 años de bajo crecimiento económico, aproximadamente al 1% anual, lo cual es una cifra raquítica, para que los uruguayos podamos tener y sostener el estado de bienestar que queremos y nos merecemos. Uruguay tiene que crecer a tasas bastante más altas.
No hay hoy un plan articulado de proyección de mediano y largo plazo para generar niveles bastante más altos del crecimiento de nuestra economía. El propio Ministerio de Economía y Finanzas maneja como un crecimiento potencial de nuestra economía el 2,8%, casi el 3% anual y estamos creciendo al uno. Si hay una diferencia tan grande entre lo que ocurre y lo que podría ocurrir es porque las cosas no se están haciendo bien.
En el plano de la desigualdad, en este periodo de gobierno crecimos poco, pero crecimos y por el contrario la desigualdad aumentó. Hoy la sociedad uruguaya es más desigual de lo que era en 2019, la pobreza infantil aumentó. Por lo tanto, probablemente los principales desafíos tengan que ver con trabajar en los dos aspectos, Uruguay tiene que tener una potente agenda pro crecimiento, eso implica una agenda que permita hacer atractivo a Uruguay para recibir más inversiones de calidad productivas que generen empleo bien calificado y bien remunerado”.
Combatir la pobreza infantil
Para Ferreri “el empleo de calidad bien remunerado es la política distributiva más importante con las cuales cuentan las sociedades. Junto con esa agenda pro crecimiento. Uruguay tiene que desplegar una batería de medidas cuyo objetivo sea mejorar la igualdad. En particular, hay políticas que atraviesan las dos cosas, que atienden las dos cosas. Por ejemplo, el combate a la pobreza infantil. ¿Por qué digo esto? Si Uruguay termina con la infantilización de la pobreza, un 20% de pobreza infantil, no hay país que pueda aspirar al desarrollo con un 20% de pobreza infantil. Atendiendo eso, nuestra sociedad será menos desigual, pero a su vez tendrá cimientos bastante más sólidos para el crecimiento de largo plazo. No podemos desplegar todo el potencial de un país si el 20% de los niños viven en la pobreza. Por lo tanto, una agenda de crecimiento que tenga en cuenta la mejora de las capacidades humanas, la mejora de las capacidades físicas, los aspectos de inserción internacional, un plan de innovación, ciencia y tecnología, aspectos vinculados a la promoción de inversiones, como decía anteriormente, aspectos vinculados a la promoción y defensa de la competencia, hacen un abanico de políticas públicas que tienen que estar orientadas a generar mayor crecimiento de la economía. Del lado de la desigualdad, probablemente una de las primeras cuestiones o de las más importantes es la vinculada a combatir y eliminar la infantilización de la pobreza”.
La desigualdad de género
“La desigualdad más lacerante, la desigualdad de género, que también es una restricción al desarrollo económico. La mitad de la población no accede a las mismas oportunidades. Pensemos, por ejemplo, en las madres jefas de hogares pobres. Casi el 70% de los hogares pobres tienen jefatura femenina. Son mujeres que no pueden acceder a oportunidades de formación ni a oportunidades de trabajo posterior porque, entre otras cosas, tienen que cuidar a sus hijos y, por lo tanto, desplegar un sistema de cuidados que permita a esas mujeres poder asistir a formarse o a trabajar se torna un aspecto también central”.
Agregando Ferreri se necesita “una intensa política de vivienda. Uruguay tiene un déficit habitacional importante y dar un nuevo paso adelante con el sistema integrado de salud. Entonces, una agenda pro crecimiento y, por el lado social, el combate a la pobreza infantil, política de vivienda, política de salud y el combate a la desigualdad de género creo que por ahí van las principales prioridades”.