Este sábado se realizará la reapertura del Museo Regional de Villa Soriano. Un espacio que atesora parte de la historia de esa localidad y por extensión del departamento.
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Entre las obras que podrán apreciarse estará un grupo escultórico realizado por el prof. Ariel Galain, quien generosamente lo donó por la doble condición de tratarse de una escultura que representa a personajes populares ligados al río; y porque en Villa Soriano nacieron alguno de los ancestros Galain. Esta escultura representa a dos vendedores de pescados, personajes muy populares en décadas anteriores en Mercedes, y que reflejan una forma de vivir y de ganarse el sustento que ya no se da.
Sobre la obra Ariel Galain al dialogar con @gesor comentó: “la idea de hacer un conjunto escultórico que se llama Los Vendedores de Pescado surge de la memoria colectiva popular de la historia de los pueblos. Esas historias que muchas veces se van perdiendo y que quedan solamente en la memoria de los pueblos. Este caso es de dos vendedores de pescado, no pescadores sino vendedores de pescado, que conocí en la niñez, y me quedó grabado su apodo: el Tuerto Puchero y el Mellado Insúa, y que tenían el oficio de ir a buscar la pesca del río Negro al puerto Comercio, que traían los pescadores de la zona. Ahí los pescados eran limpiados, colgados en sartas, atados por la boca y las agallas, y estos personajes los salían a vender con un sistema de palancas como si fuera un caballete con ganchos para colgar las sartas. Con todo un folclore; y oficiaban de nexo social y entre las diferentes zonas de los barrios de Mercedes, porque en su pregón y en su oferta de pescado llevaban y traían noticias de una zona a la otra. El pescado debía venderse lo antes posible, pues si no se echaba a perder.
Hoy ya no se permite la comercialización del pescado en esa forma porque hay otros métodos. Yo los rescato de mi memoria, de la memoria de los pueblos, porque es un oficio que ya las generaciones nuevas no lo van a conocer, no existe más. A excepción, en algunas regiones muy específicas, y es por eso que una vez que concluí el grupo escultórico, tomé la decisión de donarlo generosamente al pueblo de Villa Soriano, que es un lugar que para mí reúne dos razones. La primera es que en ese lugar aún se pesca y se puede consumir y comercializar el pescado fresco como en antaño. Y la segunda razón es que ahí, en Villa Soriano, está el origen de mi familia materna, con precisamente una pareja conformada por Isabel Sánchez, que fue mujer de José Gervasio Artiga, en el cual tuvo cuatro hijos: Juan Manuel y tres mujeres llamadas María. María Vicenta es la que sobrevive, las otras dos fallecen.
Y María Vicenta es la que origina la historia, el origen de la familia de mi mamá. Y hasta ahí llegamos como descendientes directos de esos amoríos de Artiga con Isabel Sánchez”. Agregando “lo demás es un compromiso que siempre tuve con el pueblo de Villa Soriano, de donarle esa obra, por esas dos razones”.
Sobre las características de la obra Galain comentó “está hecha en aluminio reciclado, tamaño natural, tratando de respetar las características de cómo eran los personajes en ese momento, sus rasgos físicos, la palanca, los peces, el perro que los acompañaba, llamado Chocolate, y la cartera donde llevaban el dinero colgado y atado a la palanca. Ese es el resumen del porqué de esta obra que nace de la historia de los pueblos, en un rescate de la memoria, con personajes reales, y con destino a uno de los lugares más queridos de mi memoria, por el origen de mi familia y porque ahí aún están los pescadores como en aquel entonces”, concluyó Galain.