Gustavo Gozález refutó los argumentos de quienes se oponen al plebiscito por los artículos de la Reforma previsional.El dirigente socialista en diálogo con @gesor calificó de ilógico realizar un pronóstico de cómo estará la economía uruguaya en el año 2041, preguntando “se quiere culpabilizar que estamos trabajando para los viejos, como si fuera malo trabajar para los viejos”.
No más de 3 años
“Hubo una reunión en la asociación de empresas y el presidente de la Cámara de la Industria, la Constitución, iban a hablar país y desarrollo, y terminó cerrando contra el plebiscito. Yo nunca vi que tantas cámaras industriales, la Federación Rural se han pronunciado contra el plebiscito. No sé si soy claro. Entonces, a veces se asustan porque el PIT CNT se pronunció a favor, pero ¿y los otros?”, comentó Gustavo Gonzalez. “Tienen derecho a pronunciarse en contra. Ahora, llama la atención la cantidad de cuestiones que han dicho, que queremos robarle a las trabajadoras y los trabajadores, que el país va al cadalzo. ¿Ustedes saben cuándo se produciría el cadalzo? ¿Sabes cuándo comenzaría? Según ellos, 2041. ¿En el 2041? Nadie lo dice eso. Muy bien. ¿Saben lo que dice la economía mundial? Que en este mundo de hoy nadie puede pronosticar más de tres años. Y es bastante lógico, si uno se pone a pensar cómo está el mundo, pronosticar de acá al 2041, dónde va a estar Uruguay, en qué situación, por lo menos los economistas dicen la lógica marca tres años. Y más, hay ejemplos en la historia que marcan que obviamente hay sucesos históricos y políticos que cambian el tablero”.
Discutir con argumentos
Más adelante González agregó “yo recuerdo cuando el Pan de Azúcar, por ejemplo, que fue tremendo. No se hizo tanto escándalo. Con esto es impresionante. Parece que mañana se cae el país. No, no es cierto.
Cuando uno pone el terror para el debate es lo peor que le puede hacer la democracia. El miedo no conduce a nada. Yo quiero que el que esté a favor y el que esté en contra, tenga razones. Y vaya él y su conciencia frente a la urna y voté contra el pilar. No con miedo”.
Bajar al barro es feo
Y en esta campaña electoral, que está bastante sucia, ¿se puede hacer eso?
-“Yo desearía que se eleven, que se trabaje con luces altas. Yo creo que bajar al barro es muy feo.
Por ejemplo, si ustedes se ponen a pensar en la Comisión del plebiscito no contestamos a todas las barbaridades que se nos han dicho. Le ganamos con las firmas en esta primera etapa.
La segunda, con el voto. Pero no hay que entrar en eso. Fíjense lo que está viviendo el país hace seis días. Algo terrible. Una persona que denuncia y después dice que es mentira. Bueno, todo eso no le hace bien al país, como no le hizo bien el cuarto piso de la Presidencia de la República con el caso Astesiano.
Todas esas cosas desmerecen el debate. No digo que la culpa la tenga un solo sector. No, yo creo que todos tenemos que hacer el esfuerzo por discutir maduramente, sin enojarse y planteando los argumentos arriba de la mesa.
La gente tomará lo que más considere en su buen saber y entender. Yo creo en la reserva moral de la gente. A mí, por ejemplo, cuando comenzamos a recolectar firmas lo que me preocupaba era que una inmensa cantidad de gente ni sabía de qué estábamos hablando.
Fíjense en otra cosa que nos dijeron el otro día. Este señor, justamente (aludiendo al senador Javier García), dijo que nos estábamos ocupando más de los viejos que de los niños. Ahí infantilizamos la pobreza.
Yo digo esto. El niño no tiene ingresos. ¿Quién tiene ingresos de ese niño? Los padres. Si el niño es pobre, no se necesita ser muy inteligente para descubrir que sus padres son pobres. ¿Y por qué son pobres? Y seguramente porque no tienen trabajo o tienen salarios muy bajos. Sin embargo, se quiere culpabilizar que estamos trabajando para los viejos, como si fuera malo trabajar para los viejos, por otra parte.
Entonces, comparar las necesidades es algo tan terrible y creer que el movimiento social uruguayo, como las cooperativas de vivienda, como el movimiento sindical, quiere perjudicar a la infancia... Hay que trabajar para que no haya más niños pobres. Eso no quiere decir que no se trabaje por otras franjas etarias.
Un país en desarrollo tiene que mirar todo. Y creo que eso no conduce a nada. Culpabilizarnos de la pobreza infantil porque estamos trabajando por esto, eso es lo que empantana el verdadero debate”.