"Por último, fuera de discurso, resaltar un mensaje que nos da la naturaleza, que todos podamos construir nuestro hogar en paz", así terminó su discurso en un nuevo aniversario de la muerte de José Artigas, el único orador, Jefe de Policía, Insp. Gral. (r) Washington Curbelo Martínez. A pesar que allí dice fuera de discurso, esa frase final estaba en el discurso del jerarca, pero la pregunta es si fue coincidencia o lo había visto previamente e incluyó la frase, ya que en el sombrero de Artigas, un hornero construyó su nido, de ahí la similitud con el mensaje de la naturaleza de construir el hogar en paz.
Hace poco tiempo, la Presidenta argentina Cristina Fernández dijo que Artigas había querido ser argentino y no lo dejaron, ¿saben de qué país el hornero es ave nacional? de Argentina, ¿los cantores se buscan por la tonada?
El Hornero
Es una de las aves típicas del Uruguay. Se la reconoce por su coloración castaña y por su nido característico. Este es hecho con barro y estiércol de caballo que la pareja transporta y acomoda, realizando la tarea en etapas y dejando que los materiales acarreados se sequen, lo que le da gran resistencia.
Se alimenta de insectos y larvas de los mismos que atrapa en el suelo.
Se reproduce en setiembre-octubre; la hembra en general pone cuatro huevos de color blanco. La incubación se realiza dentro del nido, sobre un tapiz de plumas. El nido de barro es esférico con un tabique vertical helicoidal y una abertura circular. Una vez abandonado, es utilizado por otras especies para anidar.
Nombre científico: Furnarius rufus
Nombre inglés: Rufous Hornero
Nombre portugués: Joao de barro
Tamaño: 18 cm. Bastante mayor que un chingolo y menor que un Benteveo.
Descripción: Dorso marrón claro, con la cola más rojiza. Garganta blancuzca. Partes ventrales de color marrón grisáceo claro.
Comportamiento: Generalmente se lo ve en parejas, que canta a dúo con notas distintas. Hace su clásico nido de barro en lugares expuestos. Busca su alimento, consistente en insectos, lombrices y otros pequeños invertebrados, en el suelo, en donde camina con pasos lentos. No da saltos como el Zorzal, la Calandria, el Sabiá o el Gorrión.
Hábitat: Campos arbolados, chacras, parques y jardines, incluso en pueblos y ciudades.
Distribución: Está presente en todo el territorio uruguayo. Además, vive en casi toda Argentina, con excepción de la Patagonia y la Cordillera Andina; en el centro, sur y este de Brasil, en Paraguay y en el este de Bolivia.
Residente todo el año en el Uruguay, en donde nidifica. No migra.
El nido:
Macho hornero y hembra comparten las responsabilidades familiares: colaboran en la confección del nido, en el que la hembra pondrá de 3 a 6 huevos blancos, que incubarán uno tras otro. De igual forma educarán ambos a los polluelos, encaminándolos bajo una cuidadosa vigilancia al estado adulto y a la independencia.
La denominación de hornero (o albañil) se debe a que -durante la estación lluviosa- construye un nido voluminoso en forma de horno, con una abertura lateral. Las paredes de este nido están formadas por barro, mezclados con pajitas, ramas y pequeños guijarros. Una vez que endurecen, estos edificios son tan sólidos, que permanecen en buen estado, a pesar de hallarse a la intemperie, durante varios años; de esta forma, las parejas permanecen en el mismo nido, de una estación a otra.
El hornero comienza a construir el nido en el otoño, emplea para ello barro y paja, que transporta en el pico, en esta tarea colabora la pareja y trabajan sin descanso durante todo el día, hasta terminar, y demuestran su alegría con chillidos y cantos.
Como el hornero construye el nido con barro, el trabajo se inicia después de la época de lluvias. Primero amasan el material en los alrededores. Luego construyen la base y deciden la orientación del nido. Cuando el basamento está listo comienzan a levantar la pared en semicírculo. Por fin queda cerrada la bóveda, con una puerta en forma de ojiva en uno de sus lados. Por último los horneros cierran esa ojiva en espiral, hacia adentro del nido, y de ese modo queda formada una cámara interior, que será el verdadero nido y que la pareja tapizará con plumas y hojitas. Alisan las paredes interiores con el pico o con ayuda de una pajita cuando el barro aún está fresco. En ocasiones, en casos de sequía por ejemplo, los horneros abandonan su nido sin terminar. El nido se usa una única vez. Cuando los pichones lo abandonan también lo abandonan sus padres: construirán una nueva casa para la próxima nidada. La construcción la realizan de afuera hacia adentro. Un tabique o pared divide el interior en dos partes, en lo mas profundo, la hembra pone cuatro huevos que encuban entre los dos. Los pichones cuando están en condiciones de abandonar el nido permanecen dos o tres meses más en compañía de sus padres antes de hacer vida independiente. Cuando uno de estos nidos resulta abandonado por sus legítimos propietarios, existen otros, por ejemplo, las golondrinas, los jilgueros, los gorriones, los ratones y los caburés, a quienes no les importa, en absoluto, ocupar este nido elaborado por otros.