En representación de uno de los sindicatos con mayor representación numérica, el SUNCA (Sindicato Unico Nacional de la Construcción y Afines) hizo uso de la palabra el dirigente nacional y departamental Javier Díaz, en el acto del 1º de Mayo Día de los Trabajadores en Mercedes.
Quien comenzó destacando la tarea de Gimena, hija de obrero de la construcción quien actuara durante todo el acto como intérprete de señas junto a los oradores.
En su oratoria, Javier Díaz dijo "es imposible ser breve y no emocionarse en semejante acto. Y en un día tan especial y en un mes tan especial para las trabajadoras y los trabajadores y el conjunto del pueblo uruguayo. Porque es el mes de mayo, el mes de la memoria, el mes donde desde esta tribuna seguimos reclamando verdad, justicia y nunca más terrorismo de Estado.
Es un día muy especial, a esta hora hay más de 50 actos que se están realizando a lo largo y ancho del territorio nacional, de tablados obreros, donde las trabajadoras y los trabajadores de nuestro país estamos diciendo nuestras proclamas, nuestras propuestas, haciendo nuestro reclamo en la calle, con los niños, rodeados de artistas, entre tortas fritas y mate, como es la particularidad de cada primero de mayo".
"Lo primero, compañeras y compañeros, es felicitarnos. Felicitar a cada compañera, a cada compañero.
Compañeras de los distintos sindicatos, del Plenario Intersindical, de las organizaciones sociales y populares que a punta de lapicera y papeleta construyeron la hazaña, construyeron que va a ser posible el último domingo de octubre cuando el pueblo uruguayo vaya a elegir quién lo va a gobernar en los próximos cinco años, tener la posibilidad de poner la papeleta para echar por tierra esta reforma jubilatoria que el gobierno actual, utilizando las mayorías parlamentarias entre gallos y medias noches, votó y que es profundamente regresiva no sólo para los trabajadores, si no para el conjunto del pueblo uruguayo y que trasciende a qué partido político sos, de qué sindicato sos, si sos afiliado o no sos afiliado, si sos de fulano o de mengano, es profundamente regresiva para el conjunto de las uruguayas y los uruguayos.
El otro día me preguntaron cuántas firmas juntaron en Soriano. Le dije más de 430.000. Dije, ¿cómo? ¿Las juntaron ustedes solos? No, no, hay sindicatos que juntaron por miles, hay organizaciones que juntaron un montón, hay departamentos que juntaron montones de firmas, pero valen todas, y se precisaron de todas las firmas.
Por eso las firmadas, felicitación, no sólo a los compañeros del movimiento sindical, no sólo a las organizaciones sociales, sino también a la vecina, la vecina que pasó por un local, que fue a la Manzana 20, que andaba en el barrio del Hipódromo, que andaba en los barrios, las plazas, buscando una papeleta para que su compañera de vida, su compañero, la compañera o el compañero jubilado, que ya hoy está jubilado, pero quería firmar por el futuro, quería firmar por los gurises, quería firmar por el conjunto de los trabajadores que no quieren que sufra las consecuencias regresivas de esta reforma. Y a partir de hoy, a partir de esta hazaña que construimos entre todas y todos, comienza una nueva etapa. A partir de hoy empezamos a militar la victoria popular de octubre".
Díaz seguidamente se preguntó, "a partir de hoy, ¿por qué? Porque esta reforma jubilatoria, que es durísima, porque aparte aumenta la edad al barrer, no te podés jubilar antes de los 65 años de edad. Imagínense que una trabajadora doméstica, un trabajador de la construcción, por ejemplo, donde es muy alto el nivel de zafralidad, muchas veces estás más tiempo sin trabajo que con trabajo. Imaginate que podés tener 61 años de edad, los 30 años de laburo y tenés que esperar por lo menos 4 años en un país donde hoy más de 500 mil uruguayos y uruguayos trabajadores ganan menos de 25 mil pesos, por lo tanto su capacidad de ahorro seguramente no le dé para bancarse, para esperar 4 años para jubilarse.
Eso significa aumentar la edad al barrer. Significa que hay que trabajar por lo menos 5 años más y aportar 5 años más en un país donde 1 de cada 5 trabajadores está por fuera de la seguridad social y donde de los otros 4 trabajadores, muchos sufren las consecuencias también de lo que tiene que ver parte de la informalidad. Entonces es durísimo, pero aparte nos corre la base, porque qué era lo que pasaba hasta antes de la reforma de la jubilación, que ya era un problema para muchos de los trabajadores y las trabajadoras acceder a la jubilación.
Muchos se jubilaban por edad avanzada o por discapacidad, cualquiera que sea de la construcción sabe que por ejemplo solo 4 de cada 10 podía acceder a la jubilación común. Entonces qué era lo que pasaba, que el promedio para jubilarte era promedio 64 años, porque la tasa de reemplazo era de 45 y para poder llegar a juntar unos manguitos más trabajabas un año más, porque por cada año te computaban un 3% más. Y eso también se corre, porque no es a partir de los 60, sino que ahora pasa a ser a partir de los 65 años.
Por lo tanto, si querés hacer unas chirolas más para que mañana cuando no te puedas valer por vos solo poder tener recursos económicos para parar la olla, lo que te plantea el gobierno a través de esta reforma jubilatoria es que te la bajes hasta meter la pata en el cajón".
Lo segundo, indicó Díaz, "¿bajaron las jubilaciones? ¡Las bajaron! Y hay que decirlo por lo claro, porque aquel adelanto que te daban a cuenta y después no te lo descontaban, hoy te lo empiezan a descontar y te calculan por el índice medio de salario, que está por debajo de la inflación, por lo tanto, ¿qué es lo que hizo el gobierno? ¡Clarito! Bajó las jubilaciones, sobre todo las más bajas. Y la jubilación mínima, todo vamos a compartir acá, que seguramente no te dé para parar la olla, pero peor es ganar menos.
Sobre todo los que no tienen cómo defenderse, ganar menos de lo que es la jubilación mínima nacional".
"Lo tercero compañeros, las AFAPs ya eran malas, tal es así que en 30 de los países que estaban instalados, en 18 ya no existen más. Ahora, ¿esta reforma jubilatoria es peor? ¿Por qué? Porque ahora no te podés afiliar, porque ahora es obligatoria.
Porque antes, si te afiliabas de forma voluntaria, tenías un 50% en la base de prestación y hoy te lo quitan. Pero es peor aún, pregúntele a cualquier compañero de la construcción que anda haciendo la changa, una trabajadora doméstica, del frigorífico, un trabajador rural. Compañeros, antes eran malas, pero te descontaban cuando estabas trabajando en actividad por parte de las comisiones.
Hoy, también te descuentan cuando estás laburando y cuando no estás trabajando. Entonces, agarraste changa tres meses en el año y durante los otros nueve meses también te van a seguir descontando. Ya eran malas, pero no porque lo decimos solamente nosotros, los números cantan.
Hoy hay 60.000 jubilaciones privadas en el Uruguay. El 90% de las jubilaciones privadas, promedio, no ganan más de 5.000 pesos, cuando que nos habían prometido una tasa de reemplazo de arriba del 100% y que poco más los trabajadores y las trabajadoras íbamos a ir a veranear a la luna, porque ya no íbamos a tener lugar en el mundo donde recorrer de lo tan maravilloso que iba a ser tener una jubilación privada en el Uruguay. Entonces, ya eran malas, ahora son peores.
Fíjense que si empezás a desnudar los números, resulta que los primeros 600 reciben jubilaciones privadas de 150 pesos, los segundos 600, 700 pesos y así, solamente el último de 100 gana jubilaciones de arriba de 30.000 pesos. Entonces ya eran malas y ahora son peores. Pero aparte, compañeros, lo que es una cuestión de fondo es que las trabajadoras, los trabajadores, la mayoría del pueblo uruguayo queremos que nuestros recursos jubilatorios sean administrados por el BPS.
Eso es lo que está en cuestión. Que mientras que el gobierno nos plantea que llegues como puedas al final de la vida, que sálvese quien pueda, las trabajadoras y los trabajadores estamos planteando una seguridad social que sea pública y que abarque desde antes de nacer hasta cuando te mueras. Entonces, eso es lo que está en cuestión arriba de la mesa.
Y eso es lo que vamos a votar el último domingo de octubre. Establecer en la Constitución 3 artículos que el que quiera se pueda jubilar con 60 años de edad, que las jubilaciones en este país no sean menor a la jubilación al salario mínimo nacional. Y lo tercero, compañeros, que los recursos jubilatorios sean administrados por el BPS en el marco de una profunda reforma jubilatoria.
¿Y saben qué? Estamos dispuestos a intercambiar, a discutir, porque también eso es lo que precisa la mayoría del pueblo uruguayo que es ahora quién va a decidir el último domingo de octubre. Y estamos dispuestos a hablar de todo. Queremos hablar de la financiación.
No hay problema. El tema es que lo que ellos quieren poner en contradicción de hacernos creer que el problema de lo que tiene que ver con la financiación del Banco de Provisión Social, que el problema es la prótesis que le dan al trabajador que puede llegar a quedar discapacitado producto de un accidente laboral. Y ese no es el problema.
El problema de la financiación es que acá campea la desocupación, la desregulación laboral y que uno de cada cinco no tiene aporte a la Seguridad Social. El problema no es los lentes que le dan el compañero a la compañera. El problema es que las empresas como las que andan, estas multinacionales, los camiones, que evaden por millones los aportes a la Seguridad Social no se las controla.
Ese es el problema. ¿Quieren hablar de la financiación? No hay problema. Acá estamos los trabajadores, los que aportamos el doble de lo que aporta el sector empresarial.
Nosotros aportamos un 15. Los patrones aportan un 7,5. Y el sector agroexportador que la hace a paladas y en carretillas aporta 1,9. Imagínense lo que tiene que facturar para poder alcanzar lo que aporta cualquier compañero a cualquier compañero que está acá en el acto.
Esa es la verdad de la milanesa. Eso es lo que vamos a salir a discutir. Nosotros lamentamos muchísimo y termino porque hay más compañeros y está la proclama central que nos interesa escuchar antes de irnos para el acto en Durazno.
Pero, compañeros, compañeras, nosotros, como hicimos la campaña de las firmas, casa por casa, hablando con nuestros padres, con nuestros compañeros, también con los que piensan distinto y sobre todo con los que piensan distinto. Ahora lo vamos a hacer con una diferencia a la que está haciendo el Gobierno y sus cavadores de grietas hoy. No se puede decir cualquier cosa.
No es verdad que nos queremos quedar con la plata de la gente. No es verdad. Porque, entre otras cosas, no solo que va a través de un fideicomiso, sino que también la Constitución establece que solamente los recursos jubilatorios son para las jubilaciones y que, aparte, con la reforma jubilatoria, estamos asegurando que cada uno de los trabajadores y los trabajadores se vea beneficiado en su jubilación.
Lo segundo, compañero, la forma. No es tan buena. Sí es tan buena la reforma.
¿Por qué no hablan de eso? Que lo que hacen es montar una campaña de desprestigio contra el movimiento sindical, contra las organizaciones sociales que vienen impulsando el plebiscito. No está bueno en el Uruguay. No puede ser esa la forma.
Estamos abiertos a conversar, donde sea, en la esquina, en el boliche, en cualquier medio de comunicación, pero sobre la base de las ideas, sobre la base de las propuestas. Nosotros vamos a seguir levantando esa bandera. La bandera de la unidad del pueblo uruguayo que, seguramente, el último domingo de octubre, va a construir una victoria popular, va a echar por tierra esta reforma jubilatoria regresiva, y, en definitiva, vamos a seguir promoviendo una seguridad social pública y que trabaje y que atienda al conjunto de las uruguayas y el uruguayo desde antes de nacer, desde la prenatal, cuando nacen los pichones, hasta cuando nos entierran.
Salud, compañeras, compañeros, que viva el primero de mayo. Viva el día más internacional de todos los días. Salud!".