En el cierre de la oratoria del acto del Día Internacional de los Trabajadores quien hizo uso de la palabra fue la Presidenta del Plenario Intersindical de Soriano, Carolina Silva.
El acto tuvo la conducción de los comunicadores Juan Antonio Nery Legorburo y Gabriela Ibarra, con presencia de representantes de diferentes sindicatos y del Presidente de la Junta Departamental de Soriano, Gonzalo Novales, Ediles entre los cuales pudimos apreciar a María Magallanes, Jorge Cardona, Diego Guevara, Julio Guastavino, se leyeron mensajes de autoridades que no pudieron estar presentes y hubo una parte de artístico musical.
En su oratoria, Carolina Silva comenzó recordando versos de Eduardo Galeando:
"Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba. Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos: Que no son, aunque sean. Que no hablan idiomas, sino dialectos. Que no hacen arte, sino artesanía. Que no practican cultura, sino folklore. Que no son seres humanos, sino recursos humanos. Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número. Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata. Eduardo Galeano". 

Tras ello comenzó con el discurso: "Salú compañeras y compañeros Otro 1° primero de mayo, Día Internacional de los Trabajadores y de las Trabajadoras, conmemorándose, celebrándose en casi todo el mundo, nos encuentra una vez más, en una instancia de recordación de aquellos acontecimientos históricos de finales del siglo XIX, cuando hombres y mujeres peleaban por condiciones dignas de trabajo, por salarios justos y por las famosas jornadas de 8 horas para el trabajo, 8 horas para el descanso y 8 horas para el ocio. 
Las luchas obreras nunca han sido fáciles, como todas las que se llevan adelante en general, por las conquistas de derechos básicos fundamentales, como son el derecho a la vida, a la alimentación, a la salud, a la vivienda, la educación. 
Estas demandas se han cobrado la vida de miles de personas, hoy simbolizadas en los 8 mártires de Chicago. Porque a la clase trabajadora organizada, nadie nos ha regalado nada, nunca. Todo lo conseguido, se lo hemos arrebatado a los poderosos y a los gobernantes de turno que diciendo representar los intereses del pueblo le traen miseria. Todo ha sido a fuerza movilizaciones, en la calle y con el puño en alto. Y una vez conseguido, lo tuvimos y lo tenemos que defender con uñas y dientes, porque nos lo quieren volver a sacar. 
Estamos en un mundo donde el capitalismo actual, global, que se basa en la desigualdad, en la opresión de unos sobre otros, sigue concentrando la riqueza en pocas manos para infelicidad de miles de millones de personas. Según un informe del Banco Mundial del 15 de abril de este año, a cuatro años del COVID-19, se da una combinación de vulnerabilidades que ya existían, junto a las que se producen por los cada vez más frecuentes desastres naturales fruto del cambio climático, el aumento de la violencia y de los conflictos armados, todo lo que trae aparejado un retroceso histórico en los países más vulnerables, un ensanchamiento aún mayor de la brecha entre los obscenamente muy ricos y los más pobres, concentrados fundamentalmente en varios países de Asia, África, América Latina y el Caribe. 
Allí viven 1900 millones de personas que se encuentran en el peor de los escenarios, no solo en lo que hace a su realidad actual sino también en lo que tiene que ver con sus escasísimas posibilidades de revertir esa situación y pensar en un futuro mejor.
En este contexto tan dramático, siguen desde hace muchos años, conflictos armados en Burkina Faso, Somalia, Yemen, Sudán, Myanmar, Nigeria, Birmania, Etiopía, El Sahel, Haití y Siria por nombrar algunos, a los que se sumaron la guerra entre Rusia y Ucrania y el genocidio que está cometiendo el gobierno de Israel contra la población palestina de la franja de Gaza, dicho esto por la propia relatora oficial sobre la situación de los derechos humanos en Palestina, Francesca Albanese de la Organización de las Naciones Unidas, al dar un informe titulado “Anatomía de un genocidio”. 
En nuestro país, no tenemos conflictos armados, vivimos en una relativa calma levemente sacudida por cuestiones de violencia producto de la delincuencia, pero también por la violencia machista estructural que sustenta tratos discriminatorios y relaciones desiguales de poder que sigue golpeando fundamentalmente a las mujeres, a las niñas, a las adolescentes. Siguen sin aparecer los recursos necesarios para prevenir, abordar, atender y reparar los graves daños que producen la violencia basada en género. La ley 19.580 sigue siendo una ley rica en contenido pero muy pobre en recursos para darle cumplimiento efectivo. 
Lo que sí tenemos en nuestro país, y en este año en particular, donde habrá prontamente elecciones, son un montón de promesas incumplidas, otro montón de promesas que ya se ciernen sobre el pueblo en su conjunto a través de jingles, videos de tik tok, sonrisas para la ocasión, discursos rimbombantes que apelan a lo superficial y que muchos de ellos no resisten el más mínimo archivo. 
Lo que tenemos además son cifras para todos los gustos y los colores, donde algunos te hablan del crecimiento del salario o de la baja de los homicidios, rapiñas y hurtos, o de la popularidad del presidente, pero no te hablan de la gente durmiendo en la calle, no solo en muchos muchísimos barrios de Montevideo sino también en varios departamentos del país. 
Donde no te hablan de las cárceles llenas de jóvenes, viviendo en condiciones infrahumanas, con una feminización creciente de la prisionización. Dos mujeres han muerto en las cárceles en los últimos días en la cárcel. Donde no nos cuentan porqué un país que produce tantos alimentos, la pobreza y la inseguridad alimentaria son un serio problema para la población de menos recursos, con un dolorosísimo énfasis en la primera infancia, donde ya ni el gobierno puede negar que ha crecido. 
En esto es preciso detenerse, porque los niños, niñas y adolescentes son personas que tienen un estatus especial, por ser sujetos de derecho y porque todo lo que les impacte, compromete seriamente su desarrollo. Porque son personas hoy, con derechos hoy. Porque un organismo que no recibe nutrientes, no puede hacer un buen cableado de su cerebro, no se realizan las conexiones adecuadas que posibiliten el aprendizaje y el desarrollo de las inteligencias. Por que si además no reciben buenos tratos y sufren diversas violencias (otro dato dolorosísimo que no para de crecer según el último informe de gestión anual del SIPIAV), sus posibilidades de un desarrollo integral y pleno se ve seriamente comprometido. 
O sea que cualquier gobernante que venga, deberá prestar especial atención a esto: asegurar los recursos suficientes para que la alimentación, la atención en salud, la prevención de las violencias, el combate a la pobreza y la erradicación de la indigencia, el énfasis en un buen programa de atención a la salud mental y al tratamiento de las adicciones que están siendo un problema cada vez mayor. 
Estos políticos, todos ellos, deberán prestar atención a que el pueblo defendió, defiende y defenderá a las empresas públicas y al desarrollo de un Estado fuerte, que garantice los derechos de quienes menos tienen, que no ataque a sus funcionarios y sus funcionarias públicas. 
Estos mismos que son quienes trabajan para que los servicios se presten, a veces recibiendo la incomprensión de parte de la población, cuando la calidad de estos servicios no es la necesaria, porque los recursos han sido recortados, y entonces hay liceos que se llueven, estudiantes en primaria y secundaria con grupos superpoblados, docentes sin horas para dictar, CAIF inaugurados que no atienden por falta de personal, turnos en los hospitales que nos consiguen, remedios que escasean, por decir algo. Y por si fuera poco, para rematar en este ataque constante a los servicios públicos, a la función pública y a sus trabajadores y trabajadoras, este gobierno se ensañó con la implantación de un nuevo régimen de licencias médicas que lo único que busca es hacer caja con los descuentos, que es inconstitucional, que iguala para abajo pero tampoco iguala, que se le aplicará a unos y a otros no, a la que le daremos batalla en todos los ámbitos internacionales y nacionales y en la calle también. 

Hay muchos asuntos para tratar, mucha demanda para hacer, muchas conquistas por defender y otras para alcanzar, hay que estar atentos y unidos, atentas y unidas, conversando, no distraerse porque volverán las promesas y apelarán a todo para que no tengamos memoria. No nos dejemos engañar, a la clase trabajadora, la defiende la clase trabajadora, con total independencia de clase, lo que quedó demostradísimo en esta última recolección de firmas. Sabemos en qué estamos, hablamos con los trabajadores y las trabajadoras, no nos van a enseñar, ningún político, a dirigir nuestros sindicatos, zapatero a sus zapatos. En un estado democrático nos tenemos que cuidar, cuidar las buenas relaciones entre las instituciones, porque precisamos a los políticos y a las políticas para que tengan sensibilidad y viabilicen nuestros reclamos y ellos y ella nos precisan para que les votemos. 
Pero no nos tenemos que pisar, ni andar recogiendo cualquier pelotazo, hay que chequear la información y hay que tener la marcha atrás nuevita para reconocer cuando se mete la pata. 
De nuevo, a la clase trabajadora, la defiende la clase trabajadora. Por eso decimos compañeras y compañeros:
Hacia el plebiscito de la seguridad social
Para superar la desigualdad y la pobreza
Por la reducción de la jornada laboral, ya probada en algunos países de Europa e iniciada en Chile.
Por trabajo y salario
Por un Sistema Nacional de Cuidados
Por mayor inversión pública
En defensa de las empresas públicas
Por presupuesto para la educación pública, la salud y la vivienda, para el combate a la violencia basada en género
Contra la desigualdad de género y yo le agregaría de generaciones y contra toda clase de discriminación
Por Verdad, Memoria, Justicia Por un mundo más justo, menos desigual, sin guerras, por una vida respetuosa con la naturaleza, hacia la felicidad pública, por una sociedad sin explotadores ni explotados. Viva el 1° de mayo, viva la clase trabajadora organizada, viva el PIT CNT Arriba los y las que luchan!!!".