(escribe Artigas Osores) El sábado pasado nuestra central de trabajadores PIT-CNT, entregó en manos de la vicepresidenta de la república Beatriz Argimón más de 430 mil firmas (superando por más de 160 mil las firmas necesarias) para modificar conjuntamente con las elecciones nacionales a disputarse en octubre próximo, el artículo 67 de la Constitución nacional, para fijar en 60 años la edad jubilatoria, que el mínimo de un pasivo sea igual al Salario Mínimo Nacional y eliminar definitivamente las AFAP.
Alejandro Acosta, dirigente de la Unión Autónoma de Obreros y Empleados del Gas e integrante del comando a favor del plebiscito, dijo en medios capitalinos “que genera mayor desigualdad, ya que no toma en cuenta que hay amplísimos sectores de trabajadores y trabajadoras que les cuesta mucho que los patrones hagan los aportes correspondientes”.
Sostuvo que equiparar las pasividades más bajas al salario mínimo nacional “es simplemente un hecho de redistribución de riqueza” para “generar un poco más de ingresos a miles de personas que muchas veces son el sustento, por tener un ingreso más seguro, de miles de familias”. Sobre la eliminación de las AFAP, afirmó que el régimen de ahorro individual obligatorio “no contribuye a generar mejores condiciones de vida para los uruguayos y las uruguayas”. En promedio, dijo el dirigente sindical, las AFAP otorgan jubilaciones de “5.000 o 6.000 pesos”, e incluso hay quienes “están cobrando apenas unos 1.000 pesos”. A su juicio, “a esta altura no es un problema ni siquiera ideológico”, sino “un problema de la constatación de que no sirve para los trabajadores y las trabajadoras”. Acosta sostuvo que equiparar las pasividades más bajas al salario mínimo nacional “es simplemente un hecho de redistribución de riqueza” para “generar un poco más de ingresos a miles de personas que muchas veces son el sustento, por tener un ingreso más seguro, de miles de familias”. Pero no todos son flores en este país, inmediatamente la juventud del Partido Nacional, remarcó su profundo rechazo a la propuesta de los trabajadores. Contradiciendo la voluntad de las más de 430 mil firmas de uruguayos y uruguayas oriundos de la clase trabajadora, los hijos legítimos de las oligarquías y la burguesía nacional, enfatizan que la reforma del actual gobierno “tiene un fuerte componente solidario”, como si estos jóvenes supieran lo que es la práctica solidaria de la clase obrera.
Pero también sus mayores, los actuales legisladores representantes de este gobierno, esos que solo aparecen en los barrios humildes en campañas electorales, ya comenzaron una campaña que se acelerará en los próximos días y semanas, para atacar la central sindical y convencer a la clase obrera que lo mejor para el país es que se mantenga la actual ley, y que se jubilen a los 65 años. Tan luego ellos que en su mayoría (para no generalizar) no saben lo que es agachar el lomo desde los 13, 14, 15 años como la mayoría de todos nosotros, que tuvo que abandonar los estudios para ayudar en sus casas a parar la olla, trabajando en negro y con salarios de hambre. Lo que decidiremos en el plebiscito de octubre seremos nosotros los que pertenecemos a la clase obrera. La juventud del Partido Nacional, representantes de este gobierno (cabe recordar para ser justos, que muchos dirigentes del FA, también se opusieron al plebiscito) y el mismo “caudillo amigos de todos” el intendente de Soriano Guillermo Besozzi saldrán a la calle a defender “sus derechos” contra nuestros intereses, y legítimos derechos como trabajadores. Estará en nuestras manos escoger qué tipo de seguridad social queremos para el futuro de los actuales trabajadores. En octubre decidiremos nosotros los trabajadores, nosotros, los que abandonamos los estudios y comenzamos a trabajar a los 13, 14, 15 años para ayudar en casa a parar la olla.