Hay sentimientos que no se pueden expresar con palabras, por eso la foto de Emanuel Tapia Buires, recorre las pantallas de todos los celulares de los que son, e incluso hasta de los que no hacen parte de gran familia de Esparta
Esta madrugada cruzó todas las fronteras imaginables, rutas, mares y espacios aéreos, para llegar a todos los rincones del corazón donde vive un hincha, un familiar, un amigo o un vecino del viejo barrio Palo Alto.
El abrazo apretado del presidente de Esparta Marquiño Martinez con su hija Camila, muestra las lágrimas que no se ven... pero todos sentimos en el alma.
Es mucho más que una foto, mucho más que el abrazo, es el resumen de una pasión por un club de barrio en un deporte donde cada día es más difícil mantenerse.
Y las pasiones de amor no se pueden explicar...
Es esa locura que muestran videos y fotos. Sentimientos de una familia, que se abraza y llora de emoción en las tribunas, y los que ignoran la historia de Esparta, lo llaman simplemente de hinchada.
Pasarán días para que la euforia pase, para que la brisa de este otoño seque las lágrimas del corazón.
Porque anoche también se abrazaron los recuerdos y en ese gigantesco abrazo que cada Espartano se dio con el alma de los que un día hicieron parte y construyeron una de las más hermosas historias de un club de barrio.
Lo dice una parte de la letra de su himno: "Vos que naciste en un barrio humilde, sabes de penas, sabes de glorias..."
Y si sabrán de penas y glorias su gente... Historias de superación de dificultades y esfuerzos, porque esa es la historia real de las personas y los clubes humildes de barrio.
Nadie sabe cómo entraron, pero anoche en el gimnasio de Remeros, también había perros que se paseaban entre la gente, como si estuvieran en las lejanas y angostas callecitas de tierra del Palo Alto.
Nada, ni nadie faltó a la noche de ayer.
Ni el "general Chopitea", ni Calidad Lozano. Carlitos García, el Bebe Araújo y el francés Lecaile.
Quico y Pepe se abrazan con Sergio en la cantina.
Frente a la sede y sobre los adoquines de la calle Paysandú, también bailaron los recuerdos de mis amigos de infancia.
Entre tanta gente querida se me perdió Moco Seco.
Escucho su grito de "arriba los pobres" y miro en los rostros de cada uno de ellos.
"Fama" no cabe en su sonrisa y Gisselle mira el cielo de la noche nublada.
Allá en el Treinta y Tres, "la monja" Jesús Ortega se emociona y a Taia Carranza se le pinta un lagrimón en Buenos Aires.
A Zoilo Viera también se le llenó el alma de recuerdos, Ferruco, el Cholo Vespa y todos los campeones de antaño celebran y festejan con sonrisas...
Se me pasaron nombres y faltaron muchos... Perdón, a esta hora también se nublaron las pupilas de mi alma.
Pero están todos!!!
No tengan dudas...
Ricardo entona el himno de Esparta en Montevideo y el corazón de un barrio lo acompaña.
"Ya comienza a latir el corazón, como queriendo salirse del pecho..."
Es la fiesta del corazón de un barrio y de toda la familia de Esparta.
Salud campeones!!!
Artigas Osores