San Javier (especial @gesor). Próximo a ingresar en la última de las 24 horas, Rodney Cuestas va rumbo a cumplir con ese objetivo y lo hace en medio de múltiples dificultades, la mayoría de ellas relacionadas con el tiempo y a partir de ello, la desazón de saber que no llegaría a superar el kilometraje buscado para ser récord nacional, haciendo el esfuerzo en las condiciones menos deseadas, pero a la vez reconociéndosele que enorme valor de haber superado las inclemencias del tiempo en una madrugada durísima y que seguramente hubiera terminado con el esfuerzo de cualquier otra persona no preparada como Rodney.
Es cierto que por su cabeza pasa y así se lo hizo notar a sus colaboradores y familia, el tremendo esfuerzo de ocho meses de preparación y que cuando se va por plasmar ello en cumplir con el desafío, surge la madre naturaleza con una jornada muy dura inesperada cuando se planificó la actividad.
Sabemos que en algún momento de la madrugada y especialmente con las primeras luces del día, estuvo a punto de abandonar por saber que la lucha contra el viento, la lluvia y el frío le había hecho mermar energías para alcanzar el segundo y gran objetivo, el de superar los 204 kms, pero fue importante el trabajo de sus colaboradores y familia, para que aun en medio de gran desazón reiniciara el camino para cumplir con nada más y nada menos que 24 horas de correcaminata y en las condiciones que le tocó hacerlo, inclusive el nivel de preparación quedó demostrado en los controles médicos que todos han sido con muy buenos valores en los indicadores medidos, esta vez la naturaleza le jugó en contra, pero eso a su vez hace más valorable el esfuerzo realizado. ¡Grande Rodney!