En una segunda parte de la convocatoria realizada en plaza Artigas de Mercedes este viernes, los militares retirados junto a los civiles que los acompañaron, reclamaron por la situación de los militares que se encuentran presos por violaciones a los derechos humanos, cuestionando que se trata de venganzas.
El orador, Sub Of. Juan González, en la proclama que el grupo elaboró, comenzó manifestando
"en otro punto de esta convocatoria quiero decirles, es deprimente vivir en una sociedad que está herida, que está manchada de venganza y de pasado.
En la cárcel de Domingo Arena, regimiento de Coraceros y algunos en su domicilio, se encuentran detenidas más de 50 personas con edades promedio de 77 años".
Sostuvo que "en su inmensa mayoría aguardan su procesamiento en prisión, son pocos los que tienen sentencia firme, inclusive algunos murieron en prisión.
Este presente habla de odio y de venganza entre hermanos.
La ley 15.848 de la Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado fue la disposición legal donde el pueblo se pronunció en dos oportunidades, sobre que quería llegar al fin del odio y la venganza en todos sus aspectos y que con su decisión soberana quería la paz y la reconciliación entre hermanos.
Luego el poder político y judicial fue quien se encargó de violentar nuevamente la voluntad del pueblo proclamada en las urnas y llegó a declarar la inconstitucionalidad de la ley".
González añadió, "sí, el pueblo oriental se expresó en las urnas respecto a la ley de Caducidad para poner fin a un mal que divide nuestro pueblo.
Sí, la ciudadanía se expresó y el poder político del momento apoyado por el sistema judicial hizo caso omiso a la voluntad del pueblo, pero extrañamente se hizo caso a la voluntad revanchista de juzgar de manera implícita a una parte de los responsables de los hechos del pasado.
Un grupo destacado de intelectuales del Derecho arma un complejo entramado jurídico para torcer expresamente la voluntad popular.
Así comienzan las primeras detenciones y condenas. Muchos de los primeros nombres en ser detenidos no tenían ninguna simpatía popular o eran ilustres desconocidos para la gente.
Así que el atropello se toleró sin más, pero luego comenzaron a ser más detenidas más personas y otras y otras".
Sostuvo que está claro "que existe una máquina de venganza y que promueve la misma, o sea, la venganza de la venganza de la venganza, o que promueve la ley de la selva sin darse cuenta que ojo por ojo, nos estamos quedando ciegos. Si estamos divididos nuestros problemas se multiplican. El presente que hoy iniciamos es mirando al futuro porque creemos que las riquezas más grandes de nuestra nación sea no tener que derramar nunca más sangre de hermanos".
Por ello, indicó, "hoy tenemos que sumar buscando una solución a este problema que nos aflige y nos divide. Como espectadores de la historia reciente creemos que se ha transformado en una carga muy pesada y debemos dejar que las nuevas generaciones caminen sin mochila ajena.
A las generaciones de los 60 y 70 les tocó vivir días difíciles, se enfrentaron desde convicciones opuestas.
Hoy advertimos que son muchos los que antes de mirar al futuro siguen viendo con recelo, atribuyendo al otro las más oscuras intenciones. No es posible avanzar heredando culpas generación tras generación. Esa eterna disputa nos distrae de encarar otros temas".
Puso énfasis en que esto ocurre, "al tiempo que crece el abandono escolar y disminuye la comprensión lectora, aumenta la violencia intrafamiliar y el delito, se afianza la cultura de la incultura y la droga se vende en cada esquina.
En medio de un mundo convulso la mayor amenaza que soportamos es la creciente disolución de nuestra conciencia nacional.
Mientras nos desgastamos en probar qué pasó exactamente hace medio siglo, caminamos de espalda al futuro y permitimos que nos roben el presente.
Uruguay es un país hermoso, fértil, con agua limpia y el cielo azul. Falta que podamos mirarnos a los ojos sin odio y seguir adelante sin rencores para que los que vienen no tengan que escribir otra carta como esta.
Reunámonos para ir al encuentro el uno con el otro y sobre todo hacer un esfuerzo por cerrar las heridas de un conflicto fraticida para mirar el futuro con pasión y esperanza".
Concluyó manifestando "miremos hacia adelante en busca de los sueños que aún nos quedan. Somos las voces del silencio, las voces de los que no pueden expresarse, porque no hay un camino para la paz. La paz es el camino y es peligroso perderlo. ¡Viva la patria!".