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05 de April del 2024 a las 19:23 -
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Cuesta Duarte: Datos y no relato sobre pobreza y desigualdad 2023
La pobreza se concentra con mucha mayor intensidad entre los menores de edad y este rasgo estructural se agravó en los últimos años. La pobreza entre los menores de 6 años pasó de 17% en 2019 a 20,1% en 2023.

De acuerdo a los datos oficiales, publicados por el Instituto Nacional de Estadística, la pobreza monetaria en 2023 se ubicó en 10,1%, lo que se corresponde con unas 348.000 personas cuyo ingreso se encuentra por debajo de la línea de pobreza. Por su parte, la indigencia o pobreza extrema fue de 0,2% en 2023, unas 6.900 personas aproximadamente. Este 10,1% de pobreza representa un dato similar al 9,9% observado en 2022 (la diferencia se encuentra dentro del margen de error estadístico), pero se ubica por encima del nivel de 8,8% registrado en 2019, año previo a la pandemia.

La pobreza se concentra con mucha mayor intensidad entre los menores de edad y este rasgo estructural se agravó en los últimos años. La pobreza entre los menores de 6 años pasó de 17% en 2019 a 20,1% en 2023.

Por su parte, la desigualdad también registró una suba en los últimos años. Mientras la economía ya superó los niveles prepandemia, el Índice de Gini (indicador comúnmente empleado para medir la desigualdad y que por ende aumenta cuando la desigualdad crece) se incrementó pasando de 0,383 en 2019 a 0,394 en 2023. Si bien es una suba “moderada”, supone un retroceso respecto a la fuerte reducción de la desigualdad registrada entre 2007 y 2012, que se estancó en los años siguientes.

Resulta claro que el país retrocedió en pobreza y desigualdad respecto a los niveles prepandemia, a pesar de que la economía hoy es más rica y genera un mayor volumen de ingresos totales. En definitiva, los resultados muestran que el “derrame” no llega a los sectores más vulnerables y confirma la necesidad de potenciar y fortalecer tanto la matriz de protección social como las políticas públicas de integración, para efectivamente avanzar hacia una sociedad más inclusiva.

Informe completo

La pobreza monetaria (estimada por el método del ingreso) significa que un hogar es considerado pobre si el ingreso total del mismo se encuentra por debajo de un umbral monetario definido como línea de pobreza, correspondiente a una canasta mínima para satisfacer sus necesidades básicas (alimentarias y otras). Las personas pobres son las que pertenecen a un hogar pobre. Mientras que las personas que se encuentran bajo el umbral de indigencia son las que no alcanzan a satisfacer sus necesidades alimentarias mínimas.

A continuación se presentan los valores de la línea de pobreza del hogar, por región, según su tamaño, expresados a precios de enero de 2023.

El 10,1% de pobreza de 2023 representa un dato similar al 9,9% observado en 2022 (la diferencia se encuentra dentro del margen de error estadístico), pero se ubica por encima del nivel de 8,8% registrado en 2019, año previo a la pandemia.

En una mirada más larga, la pobreza registró un fuerte descenso hasta 2017-2018 en que se ubicó en el entorno de 8%. A partir de allí creció, fundamentalmente en 2020 a raíz de la pandemia y la insuficiencia de las políticas implementadas para mitigar sus efectos más nocivos. Si bien en los años posteriores se observa un descenso, en los últimos 2 años la pobreza tendió a ubicarse en el entorno del 10%, un nivel superior al piso alcanzado entre 2017 y 2018.

La pobreza se concentra con mucha mayor intensidad entre los menores de edad y este rasgo estructural se agravó en los últimos años. La pobreza entre los menores de 6 años pasó de 17% en 2019 a 20,1% en 2023.

En cantidad de personas, los datos muestran que Uruguay tiene aproximadamente 50.000 pobres más respecto a 2019, de los cuales cerca de 17.000 son menores de edad.

Por su parte, la desigualdad también registró una suba en los últimos años. Mientras la economía ya superó los niveles prepandemia, el Índice de Gini (indicador comúnmente empleado para medir la desigualdad y que por ende aumenta cuando la desigualdad crece) se incrementó pasando de 0,383 en 2019 a 0,394 en 2023. Si bien es una suba “moderada”, supone un retroceso respecto a la fuerte reducción de la desigualdad registrada entre 2007 y 2012, que se estancó en los años siguientes.

Otro indicador que muestra el aumento de la desigualdad es el ratio o cociente entre el ingreso medio del 10% de personas con mayores ingresos con respecto al del 10% de personas de menores ingresos (1). Este ratio pasó desde 11,1 en 2019 a 11,7 en 2023, mostrando que el decil de mayores ingresos pasa a tener un ingreso medio casi 12 veces superior al del 10% más pobre.

Resulta claro que el país retrocedió en pobreza y desigualdad respecto a los niveles prepandemia, a pesar de que la economía hoy es más rica y genera un mayor volumen de ingresos totales. En definitiva, los resultados muestran que el “derrame” no llega a los sectores más vulnerables y confirma la necesidad de potenciar y fortalecer tanto la matriz de protección social como las políticas públicas de integración, para efectivamente avanzar hacia una sociedad más inclusiva. 

1. Para el ingreso de cada persona se toma en cuenta el ingreso per cápita del hogar.

 

 

(*) fuente Instituto Cuesta Duarte - PIT CNT

 

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