(escribe Sergio Pérez)  En una mañana de sábado, ubicados en un bar del corazón de Montevideo, una conversación trasciende el tiempo y el espacio, entrelazando las cuerdas de la historia con las melodías del presente. Clara García, una figura clave en la conservación y difusión de la música folclórica uruguaya, se sienta frente a nosotros, no solo como una artista, sino como un puente entre generaciones de músicos y aficionados. Es que su libro, "Hombres de Nuestra Tierra", emerge como un faro de luz sobre el vasto y a menudo olvidado mar de la música uruguaya, presentando un compendio que no solo rinde homenaje a los maestros Juan Capagorry y Daniel Viglietti, sino que también ofrece una ventana al alma de Uruguay a través de las transcripciones para guitarra y la recopilación de fotografías de Isabel Gilbert.

Con una pasión que desborda las fronteras de lo musical, la autora nos lleva en un viaje que comienza en los recuerdos de una niñez marcada por la música de raíz folclórica, hacia un proyecto que, pese a los obstáculos pandémicos y logísticos, culmina en un trabajo editorial de impecable calidad y profundo significado. La entrevista revela no solo la génesis y el proceso detrás de "Hombres de Nuestra Tierra", sino también el espíritu resiliente y dedicado, quien se adentró en el laberinto de la investigación y la preservación para traer al presente las voces del pasado.

La introducción del libro "Hombres de Nuestra Tierra" destaca la obra de Juan Capagorry, cuyos textos se consolidaron en su reconocido libro "Hombres y oficios", reflejando la rica veta literaria e intelectual que caracterizó a Uruguay en los años sesenta. Esta época fue testigo de un ferviente interés por comprender y documentar la diversidad del país a través de estudios en diversas disciplinas. La sinergia entre Capagorry, Daniel Viglietti e Isabel Gilbert anticipó una visión futurista, marcando influencias en diversas expresiones artísticas, como la serie "Nuestra gente" de Hilda López, que retrató la vida rural uruguaya. Este disco, contrapuesto a la ola de folklore comercial de la época, resaltó la riqueza del repertorio local, inspirando a generaciones futuras a valorar y preservar la autenticidad cultural uruguaya. Este libro busca facilitar el acceso al estudio de estas canciones y resaltar la importancia de este álbum y sus creadores en la música popular uruguaya, rindiendo homenaje a quienes, desde el anonimato, forjan y perpetúan nuestra rica cultura popular.

Clara García es una música, guitarrista y cantante que se ha dedicado a estudiar la música popular uruguaya y de raíz folclórica. En los últimos años, Clara se he enfocado en interpretar la música de Amalia de la Vega, y en 2022, grabó un disco sobre ella, realizando conciertos, grabaciones y difusión sobre su historia y figura. Paralelamente, ha estado involucrada en la investigación y el proyecto de este libro. “Me llevó aproximadamente cuatro años, entre el inicio y la finalización, atravesando la pandemia. Me formé en guitarra, canto y composición con maestros como Rubén Olivera, Coriún Aharonián, Laura Balanzano, Sara Dufau y guitarristas como Diego Azar.”

Consultada respecto a cuál fue el motivo que la llevó a publicar este material de enorme valor, Clara confiesa que los motivos fueron varios. “Me atrajo un disco que siempre me interesó: las historias y los textos de Juan Capagorry, así como la guitarra de Daniel Viglietti. Estas canciones, todas compuestas desde géneros folclóricos uruguayos, reflejan mi sensibilidad formada desde la infancia. Aunque soy de Montevideo, pasé vacaciones en áreas rurales como Fray Bentos y Mercedes, experiencias que marcaron profundamente mi visión. Además, mi estudio de arreglos en música popular en Río de Janeiro en 2017, donde practiqué la transcripción musical, me dio una nueva perspectiva sobre el valor artístico y cultural de Uruguay. Este retorno, junto con el deseo de continuar practicando la transcripción con música local, me llevó a explorar la estructura interna de nuestra música folclórica. En ese mismo año, el fallecimiento de maestros como Graciela Paraskevaídis, Coriún Aharonián y Daniel Viglietti, también influyó significativamente en mi decisión. En el caso de Daniel Viglietti, aunque no llegué a conocerlo ni fue mi docente, su fallecimiento, junto al de otras personalidades importantes ese año, marcó un punto de inflexión para mí. Sentí la urgencia de dedicarme a la difusión y la investigación de nuestra música.”

Es relevante mencionar que el libro incluye una introducción que sitúa al lector en el contexto previo al disco, abordando la historia de la música en nuestro país y destacando a los referentes tanto de la música popular como académica. La obra menciona a maestros de la guitarra, reflejando la manera en que estos maestros buscaron disolver la dicotomía entre la guitarra académica y la popular, defendiendo la idea de que la guitarra es un instrumento unificado.

Esta concepción se refleja bien en el libro, donde menciono que la escuela de guitarra en Uruguay, con figuras principales como Abel Carlevaro, Olga Pierri y Atilio Rapat, ya integraba esa conjunción. Estos tres guitarristas, aunque académicos y versados en la técnica de la guitarra clásica, dedicaron sus vidas a desarrollar una metodología y pedagogía que contemplaba tanto la raíz folclórica como la tradición guitarrística popular de Uruguay.

Daniel Viglietti, quien es un ejemplo destacado de esta conjunción entre la guitarra académica y la popular, se formó con Abel Carlevaro y Atilio Rapat. Posteriormente, se dedicó a la guitarra folclórica y a la composición de canciones populares y de vanguardia. Esta fusión es bastante particular en Uruguay. Es importante mencionar que Daniel Viglietti proviene de una familia influyente en el ámbito musical, siendo su padre, Cédar Viglietti, un destacado investigador y autor de libros referenciales sobre la guitarra. Este aspecto también se resalta en el libro.

Además, en el libro se incluyen biografías de los protagonistas del disco "Hombres de nuestra tierra", ofreciendo reseñas biográficas de Juan Capagorry, Daniel Viglietti e Isabel Silvert, la fotógrafa responsable de las imágenes que acompañan cada canción en la edición original de 1964 publicada por Antar.

Durante un viaje específico a la zona de Lavalleja y Minas, Iabel Gilbert capturó numerosas imágenes, pero finalmente, solo se seleccionaron once para el disco, una por cada canción más la de la tapa. “Afortunadamente, para la edición de este libro, encontramos los negativos originales en la casa de un coleccionista que, posteriormente, donó este archivo al “Museo de las Nubes” en la Casa de Enrique Amorin en Salto. Esto nos permitió acceder a muchas más fotografías, algunas de las cuales, inéditas hasta entonces, pudimos incluir en el libro”.

Retomando la formación y la influencia familiar en Daniel Viglietti, no solo su padre, sino también su madre, Lyda Indart, jugaron roles cruciales. Daniel creció en un ambiente muy propicio para su desarrollo musical. Su padre, Cedar Viglietti, era un estudioso del folklore y guitarrista, y hay registros de su participación en eventos musicales desde los años ‘40. Lyda Indart, por su parte, fue reconocida como una de las mejores pianistas de Uruguay, dedicando su vida a la música, tanto como acompañante como concertista y docente, aunque su principal enfoque fue la actuación en conciertos.

“Además, descubrí que la tradición musical se extendía más allá, ya que tanto el abuelo como el tío de Daniel Viglietti eran músicos. Su abuelo, Jacinto Viglietti, era guitarrista, y su tío, Alberto (o Beto), era un pianista versátil, capaz de acompañar a cantantes de ópera o tocar jazz en un bar. Estas influencias familiares, sin duda, jugaron un papel importante en la formación y carrera de Daniel Viglietti.”

Isabel Gilbert, la fotógrafa, fue una figura que emergió durante la investigación de Clara. “Aunque inicialmente se sabía poco sobre ella, descubrí que tuvo una influencia significativa en la cultura uruguaya. Isabel fue escritora, crítica de danza y teatro, colaborando con publicaciones como Marcha, Brecha, entre otros, durante varias décadas. Su labor incansable en la difusión y apoyo del arte local y general se complementó con su dedicación a la fotografía, una pasión que parece haber tenido desde la infancia. Viajó extensamente por Europa en su juventud, capturando imágenes que reflejaban su visión artística. A su regreso a Montevideo, redescubrió la ciudad con una nueva perspectiva, valorando y apreciando sus paisajes urbanos de manera distinta. Sus fotografías de bares, almacenes de barrio, calles y edificaciones parcialmente en ruinas capturan la esencia montevideana de finales de los años 50 y principios de los 60.”

En esa época, se observa una convergencia en las trayectorias de los tres protagonistas del disco "Hombres de nuestra tierra". Daniel Viglietti se alejaba del ámbito de la guitarra académica para explorar los lenguajes de la música folclórica y local. Por su parte, Juan Capagorry, que había tomado clases de guitarra con Cedar Viglietti en Minas, empezaba a interesarse profundamente en la música. Esta intersección de caminos refleja la rica colaboración y el entramado cultural que definió esa época en Uruguay.

Juan Capagorry nació en Montevideo, pero se crió y vivió en Solís de Mataojo y luego en Minas. Por su parte, Isabel Gilbert ya colaboraba con la revista Marcha, aportando artículos y fotografías. Creo que ella y Juan Capagorry se conocieron en ese ambiente, dado que Capagorry también empezaba su carrera como escritor y periodista. La conexión entre Daniel Viglietti y Juan Capagorry probablemente se originó en la casa de Cedar Viglietti, donde éste era alumno.

En cuanto al libro, se reconoce su excepcional calidad en todos los aspectos, lo que requirió de un esfuerzo significativo tanto en la investigación como en lo económico. El proyecto recibió el apoyo del Fondo Concursable para la Cultura, al cual se presentó en 2019. A partir de ahí, nos relata su aautora, debió afrontar múltiples desafíos, incluyendo la pandemia y el cierre de bibliotecas y archivos durante dos años, lo que complicó la investigación. Algunas tareas previstas resultaron ser más difíciles de lo esperado, mientras que otras fueron sorprendentemente más fáciles. Retrospectivamente, dada la magnitud del proyecto, “quizás habría reconsiderado el emprenderlo, aunque finalmente se concretó en un trabajo de gran envergadura”.

El libro fue publicado en septiembre de 2023 y salió a la venta en los primeros días de octubre. La primera presentación se realizó a mediados de octubre en la Fundación Mario Benedetti, y se está contemplando una segunda presentación para abril, aunque la fecha aún está por confirmar.

La respuesta del público y de colegas, incluyendo músicos de la talla de Daniel Viglietti, ha sido muy positiva. Los comentarios favorables y la buena acogida del libro son alentadores. Muchos destacan la singularidad de la edición, que combina investigación con un cancionero, presentando tanto las transcripciones en partitura y tablatura de las diez canciones del disco como un estudio profundo sobre ellas. Este enfoque es atípico; usualmente, los libros son o bien cancioneros con poca investigación adjunta o bien textos académicos que no se centran en la música de manera práctica.

Los comentarios han enfatizado que esta combinación de elementos en un solo libro es un aspecto muy valorado. Además, el trabajo del estudio de diseño gráfico, liderado por Tania Casares y Lautaro Urcade, ha sido fundamental en la estética del libro. La calidad gráfica y la presentación de las fotografías de los años sesenta contribuyen significativamente a la belleza y al impacto positivo de la obra.

El libro actualmente está disponible en diversas librerías a lo largo del país, incluyendo Montevideo. Se puede adquirir en la disquería Ayuí - Tacuabé, siendo una edición de Tacuabé Ediciones, y también en la disquería de Little Butterfly Store, ubicada en Tristán Narvaja, donde se especializan en vinilos. Además, la venta particular se gestiona a través de Instagram, en la cuenta @cancionero-hnt, donde se pueden encontrar enlaces o números de contacto para comprar el libro. También está disponible en Facebook, bajo el mismo nombre @cancionero-hnt, correspondiente a "Hombres de Nuestra Tierra".

Sobre futuros proyectos, actualmente Clara se encuentra enfocada en la difusión del libro y en la organización de una segunda presentación. Aunque la tarea ha sido ardua, con muchos detalles y horas dedicadas a la investigación en bibliotecas y archivos, además del meticuloso trabajo en la revisión de partituras realizado junto a Beatríz Alonzo, Julián Croato, Ney Peraza y Guillermo Lamolle, no está previsto aún un nuevo proyecto en mente por el momento. “Siento una gran responsabilidad por mantener el nivel de detalle y exigencia que Daniel Viglietti" habría esperado, y he contado con el apoyo de su esposa, Lourdes Villafaña, para realizar las transcripciones y la publicación.

Es de orden reconocer la contribución que este libro srepresenta para la música y la cultura uruguaya, ya que el mismo proporciona un material profundo y completo sobre nuestra identidad musical, revelando las historias detrás de las canciones y reconectándonos con nuestro patrimonio cultural. La historia detrás de "Hombres de Nuestra Tierra" es un llamado a reconocer y valorar nuestro patrimonio cultural, impulsando a las nuevas generaciones a descubrir y apreciar la profundidad y belleza de la música uruguaya.