La hipoacusia se define como la disminución de la percepción auditiva. La hipoacusia infantil constituye un importante problema de salud por las repercusiones que tiene sobre el desarrollo emocional, social y en el aprendizaje del niño. El diagnóstico precoz y la rehabilitación adecuada previenen una de las consecuencias más importantes de la hipoacusia infantil, que es la repercusión en el lenguaje.
En Uruguay se dispuso, a través del Decreto 389/008, la incorporación del estudio de la Hipoacusia Neonatal Universal. Esto significa que a todos los bebés recién nacidos a término, a partir de las 36 horas de vida y antes del alta hospitalaria, o antes de los siete días del alta, se les realiza el estudio de emisiones otoacústicas (EOA), según el protocolo de pesquisa, diagnóstico y seguimiento de hipoacusia congénita.
En caso de que la primera prueba diera alterada, se realiza una segunda prueba de EOA antes del mes de vida. Asimismo, por año, 200 niños requieren del seguimiento de un especialista, de acuerdo a los protocolos nacionales vigentes, en el caso de una segunda prueba alterada. (https://www.gub.uy/ministerio-salud-publica/comunicacion/publicaciones/…)
Como respuesta a un diagnóstico de hipoacusia nuestro país garantiza el acceso a audífonos para menores de 14 años portadores de una patología congénita a través de Banco de Previsión Social (BPS) y la cobertura financiera del implante coclear uni o bilateral para el tratamiento de la hipoacusia neurosensorial severa o profunda en niños y adultos, a través del Fondo Nacional de Recursos (FNR), de acuerdo a indicaciones.
En 2001 se promulgó la Ley 17378, referida a Lengua de Señas Uruguaya: “Se reconoce a todos los efectos a la Lengua de Señas Uruguaya como la lengua natural de las personas sordas y de sus comunidades en todo el territorio de la República” (Art. 1).
El diagnóstico precoz, tratamiento oportuno y seguimiento de la hipoacusia infantil integran los objetivos sanitarios nacionales del Ministerio de Salud Pública (MSP). Estos son fundamentales para poder iniciar un proceso de rehabilitación a tiempo y así permitir a los niños alcanzar buenos niveles de lenguaje, desarrollo emocional y social independientemente de cual sea su modo de comunicación (oral, signada o mixta).