Aquellos que han visitado la isla del puerto en los últimos días, han destacado el excelente estado en que se encuentra, producto del trabajo realizado por la Intendencia de Soriano adelantándose a la época estival. Más allá del mantenimiento que se hace a diario y también periódicamente del parquizado, reposición de árboles, etc., la Dirección de Obras cumpliendo con su rol, llevó adelante la construcción en forma íntegra de la calle principal, realizándole riego asfáltico con piedra molida en toda su extensión. Queremos resaltar el buen nivel de calidad del trabajo de los funcionarios de la Comuna, que realmente le cambió la cara a un paseo de todos, pero que también junto a la rambla es la tarjeta de presentación de nuestra ciudad y por ende del departamento. Vaya entonces nuestra sincera felicitación a los funcionarios involucrados, la cual hacemos extensiva al responsable de la dirección Pedro Nocetti. Solicitamos traslade nuestras palabras al Ejecutivo Comunal.
Por otro lado, queremos poner de manifiesto que el Uruguay ostenta el discutible privilegio de poseer uno de los precios más altos del mundo del litro de nafta. Debemos recordar que en enero de este año el gobierno subió en forma disimulada el IMESI a las naftas y que sin lugar a dudas hoy se ve reflejado en el último aumento. El gasoil tuvo históricamente un precio diferencial más bajo, al asumir el gobierno el FA la nafta super valía 61% más cara que el gasoil, pero producto de la equidad hoy tienen similar valor. Nos dijeron que solo se pretendió desestimular la compra de autos diesel, pero usando la balanza, esa mayor recaudación tal vez debió impulsar una ajuste a la baja de las naftas, algo que no sucedió. Este último aumento de los combustibles, va a traer aparejado por supuesto un aumento en los costos de la cadena productiva y en todos los productos que adquirimos a diario. Lo cierto es que cuando nos visita algún extranjero o retorna algún uruguayo del exterior, se sorprenden de lo caro que está vivir en Uruguay, algo que no es casualidad. Ni hablar de la ecuación competitividad. Cada cual sacará sus propias conclusiones.
Por último, existen en el mercado algunos comercios que realizan sus ventas y o fijan los precios de sus productos en dólares americanos, lo cual está dentro del espectro de posibilidades. Cada empresa tiene la libertad de poner los precios que crea pertinente, así como también el cliente de adquirirlos o no. Existe a nuestro criterio alguna divergencia a la hora de abonar la compra y se permite pagar en pesos uruguayos, pues algunos de estos comercios efectúan el cambio de la divisa americana a un arbitraje muy por encima del precio existente en el mercado, lo cual va en desmedro del cliente, distorsionando de alguna manera el precio fijado incluso en vidriera. Si bien es cierto también que el cliente tiene la potestad de ir al banco o algún cambio, efectuar la transacción y luego abonar, no puede existir a un momento determinado, dos clientes que paguen precios diferentes solo por el hecho de elegir diferentes monedas. Creemos pertinente que se deban regular estas operaciones, fijando parámetros para que el cambio no pueda estar por encima del más alto exhibido por el BROU para el día en cuestión, tal vez incluso con la obligación de estipular en la factura de venta el arbitraje usado o algún otro sistema que solucione la temática. Solicitamos traslade nuestro planteo a la comisión respectiva, a la Oficina de Defensa al Consumidor y al diputado Gonzalo Novales.