Familiares de personas recluidas en la Unidad 24 de Pense volvieron a plantear su preocupación al punto de realizar denuncia a nivel policial que luego y ante decisión de Fiscalía de Mercedes fue trasladada a la órbita del Instituto Nacional de Rehabilitación, lo que no cayó bien en las víctimas considerando que las posibilidades de investigación de esta institución son limitadas y que incluso existen sospechas que pueda haber alguna connivencia de determinado personal en el medio de las situaciones que se denuncian para que puedan suceder los hechos irregulares que no son nuevos, y que tampoco son privativos de la Unidad 24 de Pense, pero que en este caso nos vamos a referir a ella, porque es reiterativo en el tiempo de acuerdo a los familiares que se comunican con @gesor para hacernos saber de lo mal que lo están pasando, que temen por la seguridad de sus familiares que se encuentran recluidos y que llega un momento en el que pueden continuar cumpliendo con las exigencias que provienen desde el interior del centro de reclusión, en una cadena en la que también participan otros agentes externos, familiares de otros reclusos o allegados a ellos, que son los que cierran el circuito.
Nos estamos refiriendo a situaciones que perfectamente pueden catalogarse como extorsiones, que se valen de adicciones a estupefacientes o a la falta de "protección" interna de reclusos, que se ven presionados por quienes tienen determinado poder o control de sectores de la unidad carcelaria, en ocasiones con conocimiento y hasta aval de determinados mandos.
A través de mensajes, llamados, comunicaciones hechas por medio de teléfonos celulares que ya sabemos que muchas veces son ingresados en forma ilegal y en algunos casos otorgados por el mando de la cárcel en esos acuerdos por determinados comportamientos para poder controlar la unidad y conocer lo que está pasando, teniendo ciertos "informantes" a cambio de favores, que también incluyen la venta de estupefacientes, como han denunciado algunos funcionarios que han sido amenazados con ser trasladados.
Esos mensajes, llamados, de reclusos que tienen deudas por estupefacientes o por "protección", provenientes de diferentes números telefónicos, son dirigidos a familiares para que les envíen giros en ocasiones por deudas contraidas, cabe preguntarse, cómo uno estando preso puede contraer deudas, muy sencillo en la cárcel, hay distintos "negocios", entre ellos la venta de drogas, en estos casos denunciados hay números teléfonicos de donde provenían las llamadas, hay comprobantes de los giros enviados, también del nombre de las personas a las que fueron enviados, algunas de ellas familiares de presos recluidos en la Unidad 24 de Pense, gente de Mercedes, de Dolores y de otros puntos del país, y los familiares por ser gente muy humilde se encuentra desesperada por no contar con recursos para seguir cumpliendo esas demandas de dinero y teme por la intridad física de su familiar.
El propio Jefe de la Unidad cuando se le consultó sobre este tipo de situaciones dijo estar al tanto de lo denunciado, aunque trató de quitarle importancia a la gravedad de los hechos denunciados, cuando hay documentación de los pagos y de los llamados e identificación de las personas.
Sin embargo la Fiscalía de Mercedes de Primer Turno en ese momento determinó que la investigación continuara en la órbita del INR lo que dejó más preocupadas a las víctimas, porque esto viene de mucho tiempo atrás y quienes cubrimos el ámbito judicial, nunca hemos tenido novedad sobre formalización o condena de algún recluso o persona tercera ajena al centro carcelario que haya sido intervenida en esa situación por investigación del INR.
Queremos saber qué está pasando en este aspecto, en qué están las últimas investigaciones porque en la Unidad 24 hace mucho tiempo que vienen sucediendo situaciones irregulares y tratan de tapar.