(escribe prof. Alejandro Carreño T.) Terminó el proceso electoral (por el momento), que comenzó de mala manera el 5 de septiembre de 2022, cuando la Constitución que refundaría Chile, fue rechazada el día anterior, por la inmensa mayoría de los chilenos. Ese día, el Presidente Gabriel Boric se reunió con los presidentes de los partidos políticos en La Moneda para comenzar de inmediato el nuevo proceso que terminó ayer, también de mala manera porque la opción “En contra” significaba lisa y llanamente, que permanecía rigiendo “la constitución de los cuatro generales”, como peyorativamente la llamó Gabriel Boric.
Es curioso lo que ocurre en Chile, por decir algo suave. El proceso constitucional anterior que debió terminar el 4 de septiembre de 2022 con la aplastante derrota del APRUEBO, y continuar vigente la Constitución de “los cuatro generales” como peyorativamente la llamó Boric, fue mañosamente manipulado por el propio Gabriel Boric y el oficialismo todo. Vale la pena recordar que tanto él como Camila Vallejo, anunciaban previo a este plebiscito que el proceso se cerraba ganara el APRUEBO o el RECHAZO, lo que evidentemente era una mentira más.
Porque de inmediato, el lunes 5 de septiembre de 2022, aun lamiéndose las heridas de la derrota, Gabriel Boric llamó a todos los presidentes de los partidos políticos a La Moneda para iniciar este proceso constitucional del domingo 17 recién pasado que, supuestamente, cerró por el momento, el ciclo del circo constitucional. La diferencia del papel que jugó Boric en este proceso respecto del anterior, es que dejó la vocería a otros. En el del año pasado fue incluso acusado de intervencionismo electoral descarado. Él y sus ministros aplanando calles para hablar maravillas del bodrio que quería acabar constitucionalmente con Chile.
Y como ayer, Gabriel Boric volvió a perder, aunque votó “En contra”, es decir, la opción supuestamente ganadora. ¿No es una paradoja difícil de entender? ¿Cómo se explica que el oficialismo que humilló, denostó, insultó, avasalló la Constitución de Augusto Pinochet, haya votado para que ella continúe rigiendo en el país? Es cierto que ahora, cínicamente han declarado que “no es tan mala”, “que ha tenido numerosas modificaciones”, “que no es la de los 4 generales”, “que no es la de Pinochet”, “que es la de Ricardo Lagos” (lo que efectivamente es cierto, porque es la de 2005 con su firma, pero que solo ahora admiten).
Gabriel Boric ha iniciado dos procesos para tener la Constitución que a él le gusta, que no es otra que la mayoritariamente rechazada el 4 de septiembre de 2022. Es el “YETA” de su propio afán político, es decir, donde él se mete políticamente, se maltrata a sí mismo. Su mayor derrota, cruel por lo demás, es haber gobernado bajo la Constitución que tanto vilipendió. Y terminará su periodo bajo la misma Constitución ahora “reconocida como otra”. La historia le tenía reservado un destino nada halagüeño para un político de extrema izquierda como él.
Vivir políticamente con la Constitución de “los cuatro generales”, ya debe darle urticaria, pero dormir con ella bajo la almohada, debe resultarle definitivamente una pesadilla. Pero se humilló votando “En contra”, al igual que todo el oficialismo, porque esta Constitución requiere de menos quorum para ser modificada en el Congreso.
De la oposición dependerá si el texto constitucional que nos rige (en la medida de lo posible), se convertirá con la que sueña Gabriel Boric o lo dejará que viva para siempre con sus humillantes derrotas.