Finalizamos un año repleto de desafíos y de lucha, no cualquier lucha, la lucha colectiva y organizada en búsqueda de un mundo mejor, solidario, igualitario y sobre todo un mundo donde la pobreza no sea asunto de todos los días, donde la corrupción no empañe nuestra democracia esa por la que lucharon y murieron cientos de compañeros y compañeras que aún hoy no aparecen y por las cuales exigimos respuestas.
Finalizamos un año donde la guerra se impuso a la Paz, donde el genocidio se puso el rostro de niño y niña en Gaza, donde el mundo mira con diferente lupa según quien sea el involucrado y si responde a los intereses del capitalismo salvaje y atroz que aún nos domina, esa lupa pierde capacidad de observación.
Finalizamos un año repleto de casos de corrupción con un Presidente que invoca a sus “amigos” que dice no saber, que no quiere escuchar pero que habla y mucho, acompañado con un coro de acólitos que tratan de tapar con un dedo lo que no se puede tapar. Que dicen a viva voz que tenemos un Presidente presente y que “cumple”.
Yo diría que en todo caso hace lo que debe hacer, a lo que se comprometió y que debe cumplir. Salud, trabajo, vivienda e igualdad de oportunidades para todos. Estamos muy lejos pero es nada más que su deber.
Que el año próximo nos encuentre a todos nosotros aunados en un solo compromiso que es el bienestar y lo mejor para todos nuestros conciudadanos que es por quienes debemos trabajar.
Que el trabajo en nuestra Junta sea solo eso y no una campaña electoral.