Gracias Sr. Presidente, el día de hoy quiero referirme a usted, no solo para felicitarlo públicamente por haber sido elegido para la Presidencia de esta Junta (y desde luego desearle lo mejor), sino también para transmitirle lo que espero de la misma.
A la fecha usted ha presenciado la gestión de sus antecesores, lo que constituye una ventaja, porque en cierta forma ¨juega con las cartas vistas¨, pero también considero que le es una carga extra, dado que en lo personal, vengo acarreando varios reclamos inconclusos. Obviamente que usted no debe ¨pagar los platos rotos¨ (de lo que a mi criterio y en ocasiones), considero un incorrecto funcionamiento de esta Junta y de alguna de sus comisiones, pero por ser el Presidente actual, tengo que recurrir a usted. Este petitorio no está basado en caprichos personales, ni mucho menos en revanchismos políticos, sino a lo que aspiro, que como representantes de la sociedad podamos trabajar de una forma madura, eficiente, en pro de resultados reales y no de efímera politiquería.
Tengo enormes diferencias políticas en cuanto al manejo de la Junta, por parte de la agrupación a la que usted pertenece, pero no pierdo las esperanzas que antes de dejar esta banca, pueda decir que mi trabajo no fue en vano, y que le demostremos a la gente que acá estamos sirviendo.
No tengo dudas de su capacidad para hacer posible lo anterior, y tampoco le voy a enseñar como es la política, pero con todo respeto, le puedo decir que no todo lo que es considerado bueno por la política, lo es bueno para la gente.
Por último (y apelando a su buen criterio), espero contar con un Presidente que esté presente y al tanto del funcionamiento político de este cuerpo, que escuche los reclamos de todos los compañeros, que brinde asistencia y ayude a lograr consensos, para que discutamos los temas con igualdad, de frente a la gente como lo estamos haciendo en este momento, y no enterrar expedientes en las comisiones.