Mil cosas podría contar de Zulma, quizás lo más importante es que la considero como mi segunda madre.
De niño iba con ella de la mano a visitar a su madre en el rancho grande de la calle Río Branco, cuando en el barrio Artigas había más ranchos que casas y todas las calles eran de granza.
La hija de doña Delia y don Bartolo Romero, fue la socia número dos de la recién fundada Institución Atlética Juventud Soriano, allá por los `50.
Ayer le conté que este domingo podían ser campeones y su respuesta fue una sonrisa leve y su mirada se perdió huérfana en el tiempo, entre los gritos de aquellos muchachos jóvenes, amigos de su hermano el Tape.
A veces Zulma de noventa y cinco años se confunde un poco con los años, los tiempos y se olvida de algunos nombres.
Menos de Pepe, claro, el sobrino que siempre anda en la vuelta y como si fuera poco uno, tiene dos apellidos de herencia capillera, Romero y Gil.
Por eso hoy fui a visitarla y le pedí que se sacara una foto con la bandera del Juven, para contarle a toda la parcialidad capillera de la que quizás sea la más antigua hincha de Juventud Soriano.
Para que cuando Hylton Goró la descuelgue en el aire en un córner, o el capitán Pachó Peralta, o Carlitos Arrúe que los corra a todos en el medio, cuando cada uno de los once que este domingo entren a la cancha, escuchen la respuesta que Zulma, esa mujer de fe me dio esta mañana. Si Dios quiere m`ijo!!
Ella no lo conoce y seguramente no sabe que Félix Balao tiene un guante en el pie y es el que habilita a Walter Domínguez para que rompa la red y que aquella hinchada que se acostumbró con el dicho "el Juven no baja!!", pueda como dice Zulma repetir: "Si Dios quiere m`ijo".
Tampoco sabe que Gullermo el nieto de Anito es el presidente y tal vez no recuerde que las lonjas de Drilio Curti ya hace mucho tiempo dejaron de tocar.
Que me perdonen mis amigos bohemios y que son muchos, pero es por todo ese barrio humilde que escribo, aunque no sea mi cuadro.
Es por esa nueva generación de hinchas que se abrazan y se envuelven en la bandera con los sueños en la garganta.
Es por los postergados sueños de Anito Moranti, el Zurdo Cresci, el Chueco Curti, el Tape Romero, el Rojo Acosta, Copete Rosso, Beco Blanco, Gilacho Berger, Beledo Zárate, que encendían el fuego para estirar el cuero de las "Lonjas del Juven".
Esa llama de sueños que sigue encendida por la pasión futbolera.
Los mismos sueños de Mariolo, los Martínez, Ricardo Torres y Julio Silva.
Aquí están todos, los que se habían ido, volvieron traídos por los gritos de esta nueva generación y por los sueños lejanos de un barrio humilde de ranchos y calles de tierra.
Es por Zulma Romero, la que fue la socia número dos y seguramente la primera socia mujer.
La que considero mi segunda madre, puso la bandera de su Juventud Soriano en su falda y luego de sonreír con alegría, y después de que sus pupilas se iluminaron de sueños me dijo: ¡¡Si Dios quiere m`ijo!!
Artigas Osores