Este miércoles, cientos de trabajadores metalúrgicos y de otros sindicatos, se reunieron para realizarle un homenaje a Gerardo Cuesta, a 42 años de su asesinato a manos de la dictadura cívico militar.
El acto de homenaje se realizó en la plaza que lleva el nombre de este sindicalista que, “luchó por los derechos del pueblo trabajador”.
El presidente del PIT-CNT y Secretario General de la UNTMRA, Marcelo Abdala, fue uno de los oradores durante el acto, y recordó y homenajeó a Cuesta quien fue asesinado el 13 de setiembre de 1981 durante la dictadura cívico militar.
“Fue un dirigente histórico de todo el movimiento obrero y popular, estuvo protagonizando la unidad de los metalúrgicos, y luego fue un referente clave en la unidad de todos los trabajadores en la CNT. También fue fundador del Frente Amplio, y militante del Partido Comunista, parlamentario, dirigente clandestino contra la dictadura. Es un mártir de la libertad”, expresó Abdala durante el homenaje.
Y agregó: “ha sido un referente ético, político e ideológico, que se convirtió en un pilar en la lucha por los derechos de trabajadoras y trabajadores del Uruguay”.
Por su parte, Alfredo Cuesta, hijo de Gerardo, participó también del acto y manifestó su orgullo por estar participando de este homenaje.
“Este tipo de homenaje es el elemento fundamental del trabajo de la memoria. Esto ayuda, no para la generación que ya está, sino para las generaciones nuevas, a que no sucedan más hechos lamentables que tuvimos que vivir. Al mismo tiempo, estos actos fortalecen también la democracia. Ayuda a darle posibilidades de perspectiva a las nuevas generaciones”, sostuvo Cuesta.
Además de Abdala y Cuesta, en el homenaje hicieron uso de la palabra Daniel Baldassari, por la Comisión de fundadores de la CNT; Daniela Durán, por la Dirección Nacional de la UNTMRA; y el Maestro Víctor Brindisi.
NR: Gerardo vivió parte de su niñez, llegó a Mercedes con 8 años, junto a su padre luego de haber fallecido su madre, concurriendo a la escuela rural, y adolescencia habiendo estudiado por correspondencia de tornero, ya que con su padre trabajó en una granja cooperativa, hasta los 18 años, para luego volver a Montevideo. Se casó con una sorianense, Mercedes Villalba -quien fallece al tener su primer hijo- con quien tuvo un hijo también de nombre Gerardo.