El Técnico Lechero Reynaldo Martínez se quejó del poco apoyo de la Intendencia de Soriano a la Mesa del Queso Artesanal una “herramienta política” para los productores. En diálogo con @gesor Martínez destacó los 11 años de los remates de quesos artesanales que se realizan en Cardona y el trabajo realizado el mejoramiento de la producción y la calidad de los quesos.
El Técnico Lechero Reynaldo Martínez es el responsable de la calidad de los quesos que periódicamente pasan por esta subasta. Para ello los productores han tenido que unificar criterios de producción, buscando mejorar la calidad de los quesos y por consiguiente la estabilidad del mercado. Martínez tiene a su cargo ese trabajo, donde “hay productores que nunca van a querer aprender” pero otros que “son abiertos” desarrollando “buenas prácticas que llevan a que saques un producto de mejor calidad”. Para Martínez “la diferencia entre hacer las cosas bien y mal es muy poquita” pero “la diferencia grande está en el precio del queso que obtenés”.
Al referirse al papel que ha jugado la Mesa del Queso Artesanal, el Técnico Lechero destacó el apoyo recibido por las intendencias de Colonia y San José y criticó el poco apoyo brindado por la de Soriano, pese a que “en esta región del departamento hay muchísima gente que vive de esa explotación”.
¿Qué reflexión le merece los 11 años que está cumpliendo el remate de quesos artesanal?
-Primero la alegría de haber llegado a los 11 años y después que algunos emprendimientos tienen éxito y que muchas veces hay que lugar contra viento y marea para llevar algunos emprendimientos. No es la exclusividad de nuestro país pero siempre cada vez que querés modificar algo es duro y lleva su trabajo. Esto nos llevó unos años hasta que la gente se acostumbró al método de venta del remate , y hoy por hoy está implantado, hay gente nueva que e está llegando, inclusive de bastante lejos , compradores que vienen de muy lejos directamente a comprar quesos. Eso es algo que ha trascendido en el país y que tiene una difusión muy grande.
¿Cómo ha sido el crecimiento de la calidad en el remate?
-Ha evolucionado mucho en los últimos años porque se viene trabajando con los productores siempre hay un contacto cada 15 días con ellos, uno los va orientando. Hay productores que nunca van a querer aprender, que son porfiados y no van a querer aprender, pero después hay muchos que son abiertos a los cambios y que han mejorado mucho. Te diría que en general el queso de Cardona hace 15 o 20 años atrás era un queso malo, los compradores venían a comprar queso barato para fundir o para rayar, y eran generalmente quesos de muy baja calidad. Hoy por hoy, tal vez un 50º 60% de los los queseros han evolucionado, y hoy se comercializan quesos de mucho mejor calidad, y están viniendo compradores a buscar quesos de buena calidad a esta región.
¿Cómo ha repercutido ese trabajo en la interna del establecimiento? ¿Ha mejorado la condición laboral del productor?
-La diferencia entre hacer las cosas bien y mal es muy poquita. De repente es un grado más de temperatura, preocuparse un poco más en la higiene. Ejercer algunas buenas prácticas que llevan a que saques un producto de mejor calidad. No es que tenga mayor esfuerzo o mayor inversión. La diferencia grande está en el precio del queso que obtenés en el producto final. Hay dos cosas, una es el precio que obtenés durante todo el año y después la fluidez de comercialización. Todos sabemos que cuando llega la primavera hay un superávit de quesos. A los productores que hacen un mal queso se les complica para vender, pero el que hace un buen queso siempre tiene mercado fluido.
En general aquellos productores que han evolucionado, que tiene un queso de buena calidad hoy sacan mejores precios del mercado que les permite tener una rentabilidad mejor al establecimiento que redunda en todo: tener más ganado, más comida, tener un vehículo mejor, un tractor mejor; que en definitiva hace que ese productor esté contento con su trabajo y viva feliz de lo que está haciendo.
¿Y en esa evolución se está muy lejos de tener la habilitación de los queseros artesanales?
-La habilitación de la quesería no es una cosa difícil de lograr, simplemente es si vos manejaste toda la vida sin libreta y nunca te la pidieron, vos seguís manejando sin libreta hasta que un día te van a decir tenés que sacar libreta de chofer.
Esto es lo mismo.
La habilitación del establecimiento de la quesería está desde 1984, lo que pasa que si no le exigís al productor que tenga que tenerla nadie se preocupa por sacarla. De hecho acá tenemos muchos productores en el remate que tuvieron sus habilitaciones y como venían vendiendo el queso al mismo precio que los queseros que no tienen nada, dijeron para qué voy a seguir preocupándome de esto. Hasta que el día de mañana las entidades que tienen que controlar esto, el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca, inclusive las Bromatologías (de las Intendencias) apreten un productores y les digan señores si quieren vender tienen que tener su habilitación, y que les exijas, y que estén presentes en los lugares donde se venden quesos, ahí si van a lograr que los productores tramiten la habilitación.
Se realizó el lanzamiento del libro de los 10 años de la Mesa del Queso Artesanal ¿Qué importancia ha tenido la Mesa del Queso Artesanal en todos estos productores?
-Primero es un ámbito político donde se puede realizar gestiones frente a diferentes entidades públicas y gubernamentales, donde podés plantear cosas, y tenés un herramienta para llegar con propuestas a esos lugares. De hecho a través de la Mesa del Queso y de la lucha que tienen los productores se logró tener un cargo en el INALE (Instituto Nacional de la Leche), donde hay un quesero artesanal que lo está integrando. Y a través de esto se ha logrado el apoyo de las intendencias. Particularmente las Intendencias de Colonia, y San José que han apoyado mucho. Bastante Flores, y no quisiera ser ácido con Soriano pero realmente se siente poco apoyo para el quesero artesanal. Si bien las intendencias de San José y Colonia es donde hay más concentración de queseros, no hay que olvidarse que en esta región del departamento de Soriano hay muchísima gente que vive de esa explotación.
La mesa ha permitido eso. Es un lugar donde encontrarse a conversar de problemáticas inherentes a la quesería artesanal. Es un lugar donde salen propuestas y donde se pueden elevar a autoridades por un canal más político y que generalmente tiene mejor llegada. Es una herramienta que si la sabemos utilizar correctamente vamos a tener muy buenos frutos.