La noticia duele: más de 23 trabajadores rurales murieron trabajando por falta de aplicación de protocolos. El Decreto N° 38/022 estipula que "cuando existan fenómenos meteorológicos adversos como lluvias, vientos, tormentas eléctricas u otros que por su magnitud comprometan la seguridad de los trabajadores rurales, se dispondrá por parte del empleador la suspensión de las tareas involucradas que conlleven riesgo, mientras subsistan tales condiciones. El empleador podrá sustituir dichas tareas por otras que no impliquen riesgo, mientras persistan dichas condiciones".
Los sindicatos de trabajadores rurales como el Sindicato de Peones de Estancia (SINPES) y el Sindicato Único de Trabajadores del Arroz y Afines (SUTAA) que elaboraron junto con las comisiones de Salud del Ministerio de Trabajo el decreto, denuncian que de esa fecha a ésta parte, los trabajadores rurales muertos realizando tareas bajo condiciones climáticas adversas, se siguen contabilizando.
En un comunicado emitido en las últimas horas los sindicatos denuncian que "durante el año 2022 la Organización Internacional del Trabajo ha declarado como un derecho fundamental en el trabajo, el derecho a un entorno de trabajo “seguro y saludable”. En pocas palabras, esto se traduce en el derecho de todo trabajador a no morir, ni enfermar, ni lastimarse trabajando, entre otros derechos que encierra este amplio concepto. La norma internacional compromete a todos los estados miembros de dicho organismo (OIT), a respetar el principio a un entorno de trabajo seguro y saludable. La norma de la OIT, obligatoria para nuestro país, es clara: “Declara que todos los Miembros, aun cuando no hayan ratificado los convenios aludidos, tienen un compromiso que se deriva de su mera pertenencia a la Organización de respetar, promover y hacer realidad, de buena fe y de conformidad con la Constitución, los principios relativos a los derechos fundamentales que son objeto de esos convenios”.
Estos principios internacionales del trabajo, no parecen aplicarse a las y los trabajadores rurales, quienes permanentemente mueren, se lastiman o se incapacitan trabajando; en uno de los sectores más prósperos y pujantes del país. El sector rural, insignia de nuestro país; donde se producen las mayores riquezas del país, es también un espacio de muerte para los trabajadores. En treinta y tres meses se han producido veintitrés incidentes que han terminado con la vida o han lesionados trabajadores rurales. Solo a modo de recordación, de reflexión; esos veintitrés casos tienen nombre y apellido. Son personas que han encontrado en el trabajo rural un espacio de máxima vulneración. Los trabajadores denuncian además que estas muertes se producen por "la negativa TANTO DEL MTSS COMO DE LAS GREMIALES a admitir ALERTAS METEOROLÓGICAS DE INUMET PARA ACTIVAR PROTOCOLOS, pues eso les desarma la discrecionalidad que gozan ahora, dependiendo de las directivas que asuman los responsables de los establecimientos, dejando librado a la libertad responsable y la fuerte omisión y ausencia del estado en los territorios a través de la IGTSS y MTSS difundiendo la normativa y controlando que se cumpla".
(*) fuente PIT CNT