Un 31 de julio del 2003, fallecía el gran “Negro Jefe”, indiscutible caudillo del Partido Colorado que supo cautivar en su gente, su Don de persona, su pasión por el prójimo, su vocación de servicio. Un hombre, que con su sola presencia, lograba movilizar multitudes y sus simples pero atinadas palabras reflejaban que detrás de cada discurso había un profundo sentimiento de amor por cada ciudadano.
Desde muy chiquito debió salir a ganarse los pesitos y en la explanada del cementerio municipal junto a su hermando Titonga, ofrecían agua y escalera para ayudar a la gente a mantener la limpieza de los nichos y panteones de sus seres queridos. Con la propina que obtenían lograban contribuir a su humilde hogar. La prematura muerte de su padre hizo aún más difíciles la situación familiar, pero ese niño había crecido para cosas grandes y es así como los vecinos de aquel entonces lo visualizaban. Su poder de encantar con su oratoria en la escuela y su capacidad de hacer manualidades lo posicionaban como un niño que brillaba con su sola presencia. Es así que entendió que debía finalizar primaria y estudiar finanzas y comercio en la escuela del hogar para poder conseguir un trabajo que le permitiera a sus 5 hermanos y su mamá, completar los ingresos mínimos para poder vivir con cierta dignidad. Ante un llamado a concurso por 3 bancos, Pozzolo efectivizó su ingreso y desde allí comenzó intensamente su carrera política e impulsado por un ex Presidente por Don Luis Batlle Berres.
Fue electo edil departamental de Soriano por el período de 1954 – 1963 , luego fue electo 3 veces Diputado y 3 veces Senador de la República y, por si fuese poco, alcanzó las máxima magistratura ejerciendo la Presidencia de la República por 3 días en el año 1999.
Nos dejó un gran legado: no importa en que barrio nazcas, no importa tu religión, no importa tu clase social ó cuántos obstáculos debas vencer en la vida, lo que sí importa, es que vivimos en un país de oportunidades, un país libre con una democracia plena, ese país por la que tanto luchó y soñó el gran José Batlle y Ordoñez en la construcción de una verdadera Justicia Social.
Por siempre negrito, que nos ilumines desde arriba y nos alientes a trabajar siempre por los más necesitados. Salud Gran Jefe!