Era mujer y murió de muerte violenta.
Nada más pueden decir los antropólogos.
Los huesos no pueden gritar tu nombre.
Y los cobardes verdugos tienen un pacto de silencio…
El terrorismo de Estado continúa torturando la memoria.
¿A qué joven mujer pertenecieron esos huesos que no hablan?
Su lucha y sus sueños por un mundo más justo lo gritan y lo cantan en los cinco continentes, en todos los idiomas y todos los dialectos.
Los golpes, la tortura, el asesinato y ni la cal pueden borrar tu lucha.
Quizás duela más que seas mujer…
Mujer y madre como la tierra y la naturaleza.
Ahora más que nunca tiene sentido la frase "Todos somos familiares".
Porque tenías la edad de hermana, esposa y madre.
No permitiremos que tus huesos y tu memoria queden huérfanos.
Hasta que encuentres a tus familiares, serás la hija de todos nosotros…
Y si me permites, hasta que se descubra tu identidad te llamaré Charrúa.
Guerrera y rebelde como nuestros ancestros indígenas que dieron sus vidas por ser libres.
Como la leyenda de Sape Tiarajú, tus huesos le gritan al imperio invasor, "está tierra tiene dueño"
Por eso también hay una bandera que grita "Libertad o muerte".
Y la estrofa del himno que repite en voz alta  "y muriendo también libertad!!"
Hasta que se descubra tu verdadero nombre, te llamaré Charrúa.
Un seudónimo a tu arte de amar la vida.
De transformar tus sueños en lucha.
Los seguiremos buscando hasta encontrarlos a todos…
Hermana de sueños…
Lanzaré mis palabras al viento, para que se encuentren en el aire con tu memoria.
Y al igual que tus huesos, hasta que haya justicia y paz, ocultaré mi nombre…

Otro Charrúa
Mercedes 22 de julio de 2023.

Fotografía Presidencia de la República