A mi entender, la seguridad debe tratarse desde el seno de los valores y principios que nuestros padres nos inculcaron.
Tristemente, nos hemos acostumbrado en los últimos 20 años a vivir y convivir con un creciente sentimiento de inseguridad.
No hay seguridad posible sin valores humanos, sin educación sin oportunidades laborales sin una verdadera justicia social.
Debemos comprometernos los gobernantes de todos los partidos y la ciudadanía toda, a seguir trabajando de forma mancomunada para la elaboración de políticas de seguridad acorde a los tiempos que transcurren ante un flagelo que avanza sin distinguir sexo, cultura, clases, razas o religiones.
Los datos ilustrados ante la Cámara de Representantes por el Ministerio del Interior al compararlo con los años 2015 al 2019 se deduce que estamos sustancialmente mejor en las diferentes modalidades delictivas como Rapiñas, Hurtos, Abigeatos, Violencia Doméstica e igual resultado en Homicidios.
El fuerte combate a las bandas de narcotraficantes conlleva a una violencia entre bandas donde los ajustes de cuenta son el principal modus operandi.
Se han presentado por primera vez, propuestas y medidas de prevención de los delitos basadas en experiencias exitosas de otros países. Esta mesa de trabajo está integrada por todas las bancadas incluyendo la bancada del Frente Amplio para que las políticas de seguridad no tengan banderas políticas y sea una verdadera política de estado que traspase a todos los gobernantes.
Mucho para hacer, y comprometido con mi trabajo.