Soriano, el departamento donde nació la Patria, según reza en el escudo departamental diseñado por el extraordinario artista mercedario Wilde Marotta Castro -aludiendo sin dudas a los decisivos hechos históricos que tuvieron lugar en esta parte del territorio nacional, como el Grito de Asencio o el Desembarco de los 33 Orientales-, parece ser una cantera inagotable de deportistas. Basta hacer un rápido ejercicio de memoria para comprobarlo. No hay más que nombrar a algunos de los muchos atletas que se forjaron en esta zona del país para tomar conciencia de la importancia del aporte permanente que Soriano hace al deporte nacional: esta es la tierra natal de los ciclistas Leonel Rocca y Ruben Etchebarne, de los futbolistas Roberto Matosas, Juan Masnik, Ildo Maneiro y Santiago Ostolaza, del remero Jesús Posse, de notables pelotaris como Jorge Bosco, o de los basquetbolistas Luis Koster, Álvaro Belén y Gustavo Barrera, por mencionar a unos pocos exponentes de algunas de las disciplinas que se practican en el departamento. Casi no hay deporte que no se practique en Soriano.
Los Olímpicos
De todos los grandes deportistas que han surgido en Soriano, algunos de ellos han llegado a tener estatus olímpico, como por ejemplo Leonel Rocca, quien participó de los Juegos de Londres 1948. Teniendo en cuenta sus hazañas deportivas a nivel internacional, consideramos que un justo homenaje le hicieron quienes un día decidieron bautizar con su nombre al velódromo de Mercedes (recientemente elegido por la Federación Uruguaya de Ciclismo como su nueva sede, en sustitución de Montevideo, en lo que se considera un buen ejemplo de descentralización del deporte en el país). Si bien Leonel Rocca brilló como ciclista y fue uno de los representantes de Uruguay en aquellos juegos de 1948, es interesante señalar que esta estrella del ciclismo había sido jugador de fútbol (defendió al Club Sandú Chico). Como él, otro ciclista mercedario tuvo el privilegio de competir por Uruguay a nivel olímpico: Ruben “Vasco” Etchebarne, quien asistió a las olimpíadas de Roma y de Tokyo. Si merecido nos parece el homenaje tributado al gran Leonel al ser bautizada con su nombre la pista mercedaria, justo también nos parece que la tribuna de ese escenario deportivo lleve el nombre de Ruben Etchebarne.
A los nombres de esos dos formidables pedalistas, deportistas de otras disciplinas se fueron sumando a la selecta lista de sorianenses que tuvieron la oportunidad de competir en el ámbito olímpico: Luis Koster (en baloncesto), Jesús Posse (remo), Darwin Correa (canotaje), hasta llegar a otro remero, Javier García, quien en la Olimpíada de Beijing hizo dupla con quien es el abanderado de los actuales Juegos Olímpicos de Londres: el coloniense Rodolfo Collazo.
García (en la foto junto a su padre, de paseo por el río Negro), mantiene con Collazo una “linda amistad”, según narró a @gesor.
De un bote olímpico a un camión
Después de competir en China, Javier García estuvo al frente de la escuela de remo del Club de Remeros Mercedes, pero luego se apartó un tiempo del deporte.
Para ganarse la vida, durante unos meses trabajó como camionero. Y cuando por su ocupación el remero mercedario llegaba al departamento de Colonia, se alojaba en el domicilio de Collazo. “Es que la experiencia extraordinaria que compartimos en los Juegos Olímpicos de China fortaleció nuestra amistad”, dijo Javier García a @gesor, destacando que se comunica con frecuencia con Collazo y que se emocionó mucho cuando supo que su amigo había sido designado abanderado de la delegación Uruguay.
De su inolvidable experiencia olímpica, Javier García recuerda en particular el apoyo recibido de los sorianenses para poder viajar, yel soporte anímico que tuvo en su familia y en sus amigos.
Recientemente García retomó la práctica del remo en Mercedes, haciéndolo con una meta que hoy asoma lejana: clasificar a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Mientras, a la distancia apoya a su amigo Rodolfo, quien en Inglaterra vive su tercera participación olímpica, esta vez con el honor adicional de ser el portador del pabellón patrio.