Este viernes, como todos los 26 de mayo se celebra el Día del Libro. Paradójicamente en la jornada anterior se difundió la noticia del fallecimiento del escritor, y ex director de la Biblioteca Nacional (2010-2015), Carlos Liscano.
Había nacido en 1949, en su juventud fue integrante del MLN-Tupamaros. Estuvo preso entre 1972-1985, para luego exiliarse en Suecia. Para algunos Liscano es considerado una de las voces fundamentales de la literatura carcelaria, tras el período dictatorial. Como periodista trabajó en el diario El País, el semanario Brecha. Ejerció la docencia en la universidad ORT; con una extensa obra literaria que van desde la crónica, poesía a la dramaturgia.
En 2012 en oportunidad de su visita a la ciudad de Mercedes tuvimos la oportunidad de entrevistarlo. Allí habló del rol de las Bibliotecas y las políticas públicas que se estaban impulsando para la difusión del libro. Una nota que en la fecha vale la pena recordar.
Hacer de la Biblioteca un lugar de reunión
(escribe: Aldo Difilippo) El Director de la Biblioteca Nacional se quejó por la falta del bibliotecólogos en el interior del país, al tiempo que resaltó el sistema de Bibliotecas Públicas instrumentado desde 2009 y que ha permitido distribuir alrededor de 30 mil libros en todo el país.
Carlos Liscano, Director de la Biblioteca Pública Nacional se refirió al estos temas, al tiempo que destacó el nuevo papel que vienen jugando las bibliotecas públicas para las nuevas generaciones.
El sistema de Bibliotecas Publicas “es nuevo, y una de las dificultades que tiene es que hay 11 Intendencias que todavía no tienen un bibliotecólogo contratado” comentó Carlos Liscano. “Entonces no puede haber un sistema que no tenga técnico. Es como un el sistema de Salud sin médicos, sin ginecólogos, sin dentistas, sin enfermeros; Entonces a nosotros nos resulta muy dificil ese trabajo. El bibliotecólogo lo tiene que contratar cada Intendencia”.
¿Y cómo está el sistema de digitalización de materiales?
-“El año pasado inauguramos el préstamos a distancia, que funciona para todos los departamentos excepto Montevideo. Es para todos los docentes, desde maestros de Escuelas, Docentes, universitarios, UTU, Instituto de Formación Docente, y todos los alumnos, que pueden ingresar a la página de la Biblioteca Nacional y llenando un formulario, consultar los libros de un catálogo y la Biblioteca Nacional paga el envío y el re envío. Y funciona. Se hizo un acuerdo con el Correo Nacional. Cuando un libro sale de la Biblioteca a las 72 horas está en una Escuela rural de Artigas. Es poco conocido este sistema.
Después en cuanto a la digitallización no es una tarea de la Biblioteca Nacional poner todos los libros en línea. Nosotros tenemos mucho material digitalizado, pero nuestra tarea es digitalizar fundamentalmente documentos, la prensa del Siglo XIX, colecciones de revistas. En estos momentos tenemos un contrato con la Universidad de la República, que mediante el programa Aleph, estamos en proceso de digitalizar fichas, y materiales que ya se pueden consultar.
Además de eso les damos cursos, y apoyo técnico a través de una bibliotecóloga itinerante, a las bibliotecas del país. A veces echamos de menos la falta de un técnico del otro lado. Los responsables de las bibliotecas en el interior del país son casi todos gente maravillosa, que trabaja por su comunidad, que ayuda en el comienzo de las clases a fotocopiar textos para los liceales pero necesitamos técnicos”.
Con experiencia pero no con formación.
-“Claro. Necesitamos un técnico. No un técnico en cada biblioteca. Un técnico en cada departamento que lo recorra, organice su gente, fije las necesidades, los criterios de catalogación, que son universales. No puede haber uno por departamento; y generar que cada biblioteca se transforme en un centro cultural del barrio donde está.
En general mandamos libros a todos los que lo pidan, a una biblioteca comunitaria de una Cooperativa, de un Sindicato, de una Parroquia. Donde haya uruguayos que quieran leer les mandamos libros. Se organizarán después para distribuirlos, para ponerlos en circulación”.
Habitualmente se dice que la masificación de Internet conspira con la concurrencia de los lectores a las bibliotecas.
-“A nosotros nos pasa que la Biblioteca Nacional está cambiando de carácter. Pero no la nuestra, todas. Porque la información que antes la gente iba a buscar a la Biblioteca Nacional ahora está en Internet; y me parece bien. Nuestro carácter está cambiando por los lectores calificados, los investigadores que van a consultar la prensa del Siglo XIX. Docentes, estudiantes de nivel terciario, investigadores extranjeros, pero nadie va a averiguar la vida de Rodó, de Figari o de Picasso. En cambio ahora la Biblioteca es un centro social que van los jóvenes con sus propios libros y sus propios apuntes a pasar el día, porque son los que vienen de los suburbios de Montevideo o de los departamentos limítrofes, o algunos que van del interior más lejano a pasar el día, y dónde se meten, en la Bilbioteca Nacional que tiene Wi Fi, aire acondicionado, la prensa del día, los baños, etc., etc. Y eso funciona de maravillas. Tenemos gente joven desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la noche, pero que no van a leer nuestros libros. Van a usar nuestros espacios que es otra cosa. Eso es positivo, queremos que para los estudiantes y los jóvenes la Biblioteca sea un lugar de reunión”.