En un comunicado el Equipo de Representación de los Trabajadores en el directorio del BPS expresó sus discrepancias con la aprobación de la reforma de la Seguridad Social, ya que “luego de mucho hablar sobre la sostenibilidad del sistema, todo indica que ni siquiera eso se va a lograr con esta reforma”.
Ante la aprobación de la reforma jubilatoria
El Sr. Presidente de la República, Luis Lacalle Pou, prometió no aumentar la edad jubilación a quienes están trabajando, y solamente a quienes ingresen a trabajar el futuro. Como él mismo lo expresa, los compromisos están para cumplirse lamentablemente, no ha cumplido con este.
Se aprueba una ley a las apuradas, con cambios que los propios socios del gobierno dicen no conocer, con acusaciones de intercambio de apoyos por otros proyectos que nada tienen que ver con la seguridad social, en un entorno muy poco serio. El Uruguay se merece un diálogo real y un tratamiento más profundo en un tema vital para todos los uruguayos.
No queda claro qué se votó, ya que se hicieron cientos de agregados, incluso en la propia sesión, lo que determinó que varios legisladores no sepan qué fue lo que votaron.
Cuando los trabajadores pedimos tiempo y más debate, se nos tildó de irresponsables porque “los cambios eran urgentes”, sin embargo, cuando un socio del gobierno amenaza no votar, lo que era imposible de cambiar se volvió posible y lo irresponsable se vuelve responsable.
Todo indica que, una vez más, los afiliados a la caja militar mantendrán sus privilegios y que los 65 años para jubilarse no es para todos. Se dice que la mayoría de los trabajadores debemos adaptarnos a la nueva realidad demográfica pero, mientras tanto, se mantienen enormes privilegios a la oficialidad militar.
Por otro lado, se beneficia a las AFAP, extendiendo su negocio a todas las cajas y obligando a todos los trabajadores, independientemente del sueldo que ganen, a afilarse. Esto va en contra de lo que venimos reivindicando los trabajadores hace décadas, de eliminar las empresas privadas que lucran con la seguridad social y que el pilar de ahorro sea administrado profesionalmente por el Estado.
Asimismo, y luego de mucho hablar sobre la sostenibilidad del sistema, todo indica que ni siquiera eso se va a lograr con esta reforma.
El país merece una reforma en serio, y no un cambio de figuritas a las apuradas para poder decir que se hizo una reforma. Debe atenderse la situación de la infancia, de las personas con discapacidad, fortalecer el sistema de cuidados con una perspectiva de género. Se deben eliminar los privilegios y el lucro en la Seguridad Social y, fundamentalmente, se deben determinar fuentes de financiamiento que garanticen la viabilidad del sistema a mediano y largo plazo, para no cargar todo el peso de las reformas solamente sobre los hombros de las personas que trabajan.
Equipo de Representación de los Trabajadores
Banco de Previsión Social