La Presidenta de COVIMU (Cooperativa de Viviendas Manos Unidas) de José E. Rodó (Soriano), Shirley Ortiz de Olaverry recordó que este grupo comenzó por la necesidad de las familias de construir el techo propio, embarcándose en el sistema de ayuda mutua, "y si bien estamos felices por la culminación de esta gran obra, sabemos que son muchos los desafíos que aun nos esperan, pues ser parte del movimiento cooperativista es un desafío constante", pero a la vez tiene la convicción que "vale la pena luchar, nadie dice que sea una tarea fácil, porque hay sinsabores, desilusiones, cansancio, estrés, momentos límites en que parece que no podemos más y más de una vez sentimos caer". Pero a la vez, afirma que es en esos momentos que que aparece "esa lucecita, una fuerza que te levanta y seguís, por que también hay de lo otro, satisfacciones, alegrías, crecimiento".
Puso énfasis en la necesidad de "cultivar los valores cooperativistas: la solidaridad, la transparencia, la igualdad, la sinceridad y básicamente la ayuda mutua".
Destacó el apoyo de FUCVAM y del Instituto de Asistencia Técnica (IAT) COPROFASI, que colaboraron "en la formación y crecimiento, no solo como institución, si no también como grupo humano".
Sostuvo que ser parte de una cooperativa "implica un aprendizaje contínuo, comprometernos de lleno, dedicar un tiempo, ese tiempo que le restamos a la familia, a los amigos, a los ratos libres de nuestra vida, pero todo ello tiene como fruto este gran sueño, hecho realidad para nosotros".
COVIMU inauguró este viernes su complejo habitacional conformado por 17 duplex, tras dos años de construcción, de una cooperativa que tiene cuatro años de fundada y con el esfuerzo de sus integrantes, a pesar que de los 17 socios actuales, solo cuatro quedan de los fundadores, la realidad muestra que valió la pena el sacrificio.
Fotografía: Shirley con su esposo e hijo tras haber recibido la llave