Queremos recordar que hoy 27 de marzo, se cumple 1 año del referéndum que llevaron adelante en contra de 135 artículos de la ley 19.889 (ley de urgente consideración), donde la población democráticamente eligió no anular y por tanto ratificó estos artículos de una ley que ya estaba vigente desde el 9 de julio del 2020. La oposición en su momento y en su propaganda hablaba casi de catástrofes y de cosas que no habían ocurrido porque la ley estaba vigente, y que posteriormente tampoco ocurrieron. Se pretendió confundir a la población hasta el punto que hablaban que se privatizaba la educación, de los desalojos expres (tergiversando de sobre manera el tema), etc, etc. Estamos convencidos que la política debe ser un instrumento para conseguir el bienestar de la población y no un fin en si misma. Incluso se dio la paradoja que la propia portabilidad numérica que se cuestionaba, había sido apoyada en su momento por el propio Frente Amplio con su firma y con su voto en el ámbito de esta Junta Departamental. No vamos a ahondar, pero por ejemplo es de público conocimiento que se concretaron números récord de adopciones de niños en los últimos 2 años, gracias a los cambios que introdujo la LUC, mejorando la vida de esos niños que van a crecer en un ámbito familiar y de aquellos que aguardaban pacientemente a tales efectos. Sin embargo los detractores hablaban en su momento de cosas que ni siquiera vamos a repetir. La realidad y lo cierto es que trajo libertad a los ciudadanos, racionalidad y seguridad jurídica. Simplemente queremos recordar y reflexionar al respecto. Solicito traslade nuestras palabras al Ejecutivo Comunal y a la diputada María Fajardo.
Por otra parte, el etiquetado frontal en alimentos que existe en Uruguay, es una advertencia en el empaque, con la finalidad de indicar contenido excesivo en azúcares, sodio, grasas, grasas saturadas y grasas trans. En ese sentido, debemos decir que los alimentos que contienen edulcorantes son productos industrializados cargados de aditivos poco saludables. Un endulzante no calórico genera una costumbre al sabor dulce y por lo tanto interferirá en la adquisición de hábitos saludables. Además, están siendo estudiados en la regulación del apetito. Aunque no hay evidencia de que los edulcorantes dañen la salud de los niños, se cree que hay una relación entre el cambio de hábitos alimenticios y los sustitos de azúcar. Los alimentos procesados como refrescos, pueden tener cantidades de estos sustitutos del azúcar de “alta intensidad”. Estas sustancias no son nutritivas y pueden generar cambios en apetito y preferencias del gusto en los menores de edad, lo que a su vez podría afectar el peso y la salud de los mismos. Por tanto en el mismo sentido de lo que hoy se viene advirtiendo en el etiquetado frontal, planteamos se pueda estudiar introducir en los mismos, tal cual ya se hace en otros países, poder rotular las bebidas gaseosas que contengan este tipo de edulcorantes, con la leyenda “contiene edulcorantes no recomendable en niños”. Solicito traslade nuestro planteo a la comisión correspondiente y a la diputada María Fajardo