Astrid Sánchez, presidenta de la Fundación Cero Callejero en diálogo con @gesor que la problemática de los animales sueltos afecta a toda la socidad. “Al que le gustan los animales le afecta, pero al que no le gustan los animales también le afecta, porque de algún modo estamos sufriendo el problema país, ¿no? Los productores con las jaurías, los adultos mayores en la calle que a veces se tropiezan, los accidentes de tránsito, las mordeduras, un problema de zoonosis”. Por tanto “esto compromete a toda la población, a toda la sociedad, y bueno, es una invitación a trabajar juntos, a reflexionar, a aprender, a cambiar, y creemos que es posible”.
Cero callejero firmó este comodato con la Intendencia de Soriano. ¿Qué significado tiene para la Fundación?
-“Para nosotros es un momento muy importante. Firmamos un comodato por 20 años en un predio muy lindo detrás del Castillo Mauá, al lado de la protectora San Francisco de Asís. Esto es muy importante por muchas cosas. Primero porque estamos pudiendo materializar un proyecto en el cual venimos trabajando desde hace muchos años. Desde que comenzó este gobierno, el bienestar animal se ha instalado como política de Estado. Y eso para nosotros es muy importante.
El programa de castraciones ya ha alargado su decreto reglamentario, donde dice que la castración es obligatoria. Cosa que eso es muy importante para comenzar un cambio en materia de bienestar animal y sobre todo de control poblacional. Y por otro lado, la Fundación teniendo la posibilidad de instalar y comenzar a construir albergues. Esto sería como completar un poco ese proyecto nacional, donde los animales se castran, se controla la población, se levantan los animales de la calle, los gobiernos departamentales pueden atender las denuncias y el INBA también. Cosa que hasta ahora, por no tener lugar donde llevar a los animales, muchas veces no puede responder a ese reclamo. Entonces todo empieza a cerrar. El país entero se está ocupando de este problema, que hasta ahora era algo que nadie podía mirar, porque no había una solución clara, no había un camino claro a seguir.
Entonces imagínense que para nosotros poder concretar hoy el Comodato, para tener un predio y poder trabajar, es maravilloso”.
¿Qué plazos se han puesto en Soriano este proyecto para que esté en funcionamiento?
-“Nosotros estábamos como se imaginará, desesperados, porque la Fundación no puede hacer obras en un lugar que no le pertenece, obviamente. Todo depende ahora de conseguir a las personas que se solidaricen con el proyecto, que quieran ser parte de esto. Nosotros ya reservamos parte de las donaciones especiales que recibimos para hacer la construcción de la primera edificación, que es la restauración de la casita de piedra que está en el predio, que va a ser destinado a la parte administrativa y al salón para la educación, que creemos que es muy importante arrancar por la parte educativa.
Comprometer a la sociedad, empezar a trabajar juntos en esto, que nos afecta a todos. Yo digo, al que le gustan los animales le afecta, pero al que no le gustan los animales también le afecta, porque de algún modo estamos sufriendo el problema país, ¿no? Los productores con las jaurías, los adultos mayores en la calle que a veces se tropiezan, los accidentes de tránsito, las mordeduras, un problema de zoonosis. Y después los que amamos a los animales que obviamente queremos que ellos puedan estar bien. Entonces, creo que esto compromete a toda la población, a toda la sociedad, y bueno, es una invitación a trabajar juntos, a reflexionar, a aprender, a cambiar, y creemos que es posible”.
Hay quienes dicen que ante el aumento de la población animal, y sobre todo el aumento de perros, la castración no sería efectiva, sería un proyecto muy a largo plazo y que no se lograría disminuir la población animal.
-“Justamente nosotros este proyecto que defendemos, Cero Callejero, tiene más de cinco años de estudio. Lo que descubrimos es que la estrategia es que todas las cosas ocurran simultáneamente. La castración, el albergue, la adopción, la educación. Todo eso en forma simultánea. Es el secreto para lograr el objetivo. Porque una sola cosa no alcanza”.
Eso requiere de un cambio de mentalidad, porque muchas veces pensamos en un animal como una cosa que tenemos ahí, que no lo queremos, nos estorba y nos deshacemos de él.
-“Pero entonces, si toda la sociedad trabaja para castrar, colabora para la construcción de un albergue. Por otro lado la propia sociedad puede ir, visitarlo, recorrer, ser parte. Todo eso empieza a cambiar la cultura de esa sociedad. Y los niños empiezan a crecer educados en que no está bien que el animal esté suelto en la calle, que esté abandonado. Que no está bien que sus animales tengan cría y que luego las cajitas se abandonen por ahí, que es lo que está ocurriendo hoy. Por eso tenemos que castrar los animales que están en los hogares, porque los que están en la calle son producto de los animales no deseados de los que están en hogares. Entonces, creo que todo eso educa. Entonces, estamos comenzando a caminar a un proceso de transformación cultural que sí nos va a llevar a cabo al objetivo.
Cero callejero ya aterrizó en Florida y en Soriano, ¿cuál es la proyección?
-“Tenemos algunos departamentos que estamos a punto de firmar el comodato, como es el departamento de Treinta y Tres. Estamos ahora en la transformación de un refugio a albergue en el departamento de Canelones, que también nos entusiasma mucho. Y tenemos departamentos como el de Rivera, donde ya iniciamos el proceso para hacer un albergue en Tranqueras y otro en Rivera, propiamente dicho. Habíamos firmado un acuerdo con Rocha y está en proceso un comodato por el abasto en Rocha. Así que, bueno, nos espera el resto del país. Hay mucho trabajo por hacer. Pero, bueno, principio tienen las cosas. Y creo que en la medida de que se comiencen a materializar los proyectos y los albergues, van a ir contagiando otros departamentos y otras localidades.".