La situación de Caja Bancaria y las posibles soluciones fueron tema del diálogo mantenido por @gesor con Marcelo Ronchi, presidente del Consejo Financiero Oficial de AEBU. Como se sabe desde diferentes ángulos se viene discutiendo la reforma de la Seguridad Social, iniciativa que también incluye a la Caja Bancaria.
El sindicato bancario se viene movilizando a nivel nacional, ¿con qué inquietudes?
-“Nos estamos movilizando por dos situaciones. Uno es por la reforma de la seguridad social que está en la Cámara de Diputados, esperando la definición, ya que tiene media sanción del Senado. La idea del gobierno, lo ha manifestado, antes del 31 de marzo, votar una ley que consideramos en conjunto con el PIT CNT que es regresiva, que recorta derechos y beneficios de los y las trabajadoras. Por lo tanto, en conjunto con el movimiento sindical del PIT CNT, estamos trabajando, militando, organizándonos y negociando para que esa ley no se apruebe. De aprobarse que sea con un verdadero diálogo social.
Ese es uno de los frentes que tenemos como sindicato bancario, en conjunto con el PIT CNT, y tenemos el otro frente, relacionado obviamente con este, que es la reforma de la Caja Bancaria, que hoy por hoy está trabajando un momento delicado, un momento de déficit financiero previsto ya en la reestructuración del 2008. Pero que de aprobarse esta ley, la situación lejos de solucionarse se agrava. Se agrava básicamente por dos temas. Una convergencia que prevé la ley de las cajas para estados al régimen general. Por lo tanto los nuevos ingresos a la Caja Bancaria empezarían a aportar una proporción de un 5% y creciendo en un periodo de convergencia hasta llegar al 50% y son fondos que se le desvían de la Caja Bancaria, lo cual profundizará aún más su déficit. Y el otro aspecto también medular es la autonomía. Las cajas para estatales, la Caja Bancaria en particular, tiene una autonomía de trabajo y esta ley de aprobarse en general la afectaría. Nosotros hablamos del déficit financiero que tenemos hoy por hoy. Fue un déficit previsto ya en la ley del 2008, la 18.396, que preveía un periodo de 10 años de acumulación, del 2008 al 2017, en el cual se iban a acumular fondos que luego iban a ser utilizados en este momento que estamos teniendo hoy de déficit financiero. Producto de la pandemia, del no ingreso a la banca pública, de la reposición de vacantes, de los avances tecnológicos, de las bajas inversiones rentabilidades de la Caja Bancaria y del tipo de cambio, todos esos factores y además de la gran cantidad de compañeros y compañeras que se están jubilando en estos momentos- Ese periodo de crisis que lo visualizamos de una determinada cantidad de tiempo y de monto se profundizó tanto en el plazo como en el importe.
Esta situación tiene una salida bien sencilla, quizás decir sencilla no es el término, pero es la que estaba prevista en el 2008, que es la prestación complementaria patronal. Esta prestación complementaria patronal es un aporte que hacen las empresas financieras a la seguridad social que consiste en un porcentaje de los activos. En su momento se aseguró que pudo haber un máximo, se pudo llegar a un máximo de 4 por 10.000 de los activos de las empresas financieras y en su momento se fijó en un 2.5 porque era el que perdería el equilibrio. Las cajas no tienen por qué acumular ganancias, no son empresas financieras que tengan multas de lucro, por lo tanto con el 2,5 alcanzaba. Previendo que en un momento de necesitarse se pudo llegar al 4 por 10.000. Hoy se está precisando, pero para hacer esa modificación se necesita un decreto del Poder Ejecutivo y en ese momento estamos en la discusión con el gobierno de encontrar una solución. ¿Qué pasa? Por el aumento de la PSP, por la emisión de bonos, también prevista en la reforma del 2008 y por la venta de los activos forestales que tiene la caja. Esos tres elementos que ya fueron previstos en el 2008 son la solución del problema que tenemos hoy. Hoy estamos instalados en un ámbito de negociación con el gobierno en los cuales se contraponen dos modelos diametralmente opuestos. El nuestro que es solidario y el del gobierno que pretende el ahorro individual, AFAP, y el que uno depende de su propio ahorro para ver cómo se termina jubilando.