Recuerdo mi primer 8 de marzo en Montevideo, era 1985 y fuimos con mis compañeros del PST – Partido Socialista de los Trabajadores y con las mujeres del partido, si bien era una actividad de ellas, nosotros los hombres las acompañábamos en su lucha por la equidad de género, por su liberación y el socialismo.
En esa época ya dentro del partido se tenía claro de la necesidad de darles a las mujeres una cuota para su presencia en el comité central y de la necesidad de tener una política solo para ellas.
También ya estábamos a favor del casamiento gay y la liberación de la marihuana.
10 años después comencé un trabajo sobre el género masculino en 1995 con el Sistema Biodanza, en Porto Alegre – Brasil.
Luego ese hilo se manifestó en 2001, 2002 y 2012 en la coordinación de grupo de hombres con una conducta violenta en sus relaciones afectivas y sociales.
Es así que en 2019 publicó toda mi experiencia en el libro: El coraje de ser hombre.
Así todo comenzó en aquel 8 de marzo.