El gobierno anunció una serie de medidas para profundizar el apoyo a las micro y pequeñas empresas, en el marco de la rendición de cuentas sobre la gestión del año 2022 que efectuó el presidente de la República Luis Lacalle ante la Asamblea General en el Palacio Legislativo, este jueves 2 de marzo. Estas medidas, que impactarán en 35.150 pequeñas empresas y que implican una renuncia fiscal de unos USD 40 millones, han sido muy solicitadas por parte del sector, según la presidenta de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), Carmen Sánchez. El objetivo es mejorar su situación financiera y fomentar la formalidad, a través de un sistema impositivo gradual y más flexible, que se ajuste a la situación de las empresas más pequeñas.
Las medidas implican:
• La modificación del régimen de IRAE (Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas), pasando de un esquema de tasas fijas, según el nivel de ingresos, a un esquema de tasas progresivas (régimen similar al IRPF, algo largamente solicitado por estas empresas). Esto beneficia al 37% de los contribuyentes del IRAE, que corresponde a unas 26.600 empresas.
• Mayor flexibilidad para las empresas que tributen como “Pequeña Empresa”. Cuando sus ingresos superen las 305.000 Unidades Indexadas (UI) en un ejercicio y por lo tanto deban tributar IRAE e IVA, ya no deben permanecer obligatoriamente en el régimen general en los siguientes dos ejercicios. Esto impactará en unas 2.700 empresas.
• Aumentar el tope de ingresos para ser contribuyente de IMEBA (Impuesto a la Enajenación de Bienes Agropecuarios). El tope pasará de 2 millones de Unidades Indexadas (UI) a 2,5 millones de UI ($ 14,1 millones).
• La condonación de las deudas generadas desde marzo de 2020 por Monotributistas MIDES que se encuentren suspendidos de oficio en el BPS, hasta la fecha de promulgación de la ley.
Para la presidenta de la Agencia Nacional de Desarrollo Carmen Sánchez, “estas medidas recogen las necesidades de las empresas. Algunas de ellas eran muy solicitadas. Por ejemplo, la facturación del IRAE en franjas. Es decir que ahora, dependiendo de la facturación, las empresas van a tener distintas franjas de aportes. La gradualidad y mayor flexibilidad que las medidas apuntan a generar en el IRAE, son fundamentales para que las empresas no se estanquen y puedan crecer” agregó Sánchez. “Esto es particularmente relevante cuando se considera la brecha de productividad que tienen las mipymes en relación a las grandes empresas, su alta rotación (y en particular la alta tasa de mortalidad) y bajo dinamismo”. De acuerdo a los datos que surgen del Monitor Mipymes de ANDE, este sector comprende al 99.6% de las empresas en Uruguay, y genera dos tercios de los puestos de trabajo en el sector privado, pero su participación en las ventas totales es de solo 21%. Por otra parte, 1 de cada 3 de estas empresas no estaba activa el año anterior o no lo estará al año siguiente; y la mitad de las empresas que nacen en un año, a los 3 años, ya han desaparecido. Finalmente, solo una cada cien y menos de una cada mil de las empresas nacidas como micro, a los 5 años, logra crecer a mediana o grande, respectivamente.
En cuanto a los Monotributistas MIDES, Sánchez explicó que “luego de la pandemia hubo muchos que no podían seguir aportando para regularizar su situación. Ahora se les perdona la deuda y van a poder volver a la formalidad”.
Estas medidas se suman a las ya implementadas anteriormente, que tienen que ver con la modificación del régimen de tributación “Pequeña Empresa”; las rebajas tributarias transitorias para mipymes, con especial énfasis en los sectores más afectados por el COVID 19; y el régimen de aportación gradual para Monotributistas con inicio de actividades a partir del 2021.