Cientos de jinetes y caballos llegaron a Mercedes en la 18ª Marcha "Grito de Asencio" en la tardecita tras recorrer parte del departamento de Soriano en el marco de la celebración de un nuevo aniversario de esta gesta que se define como el primer grito de libertad del pueblo oriental en la Cruzada Libertadora, el Grito de Asencio que se celebra el 28 de febrero.
Tras ingresar por Ruta 21, se tomó continuó por el bulevar Viera y Benavidez, luego avda. Fregeiro, avda. Lavalleja, para ingresar en la rambla por avda. Luis A. de Herrera, avda. Asencio, Colón, hasta plaza Independencia, rodeando ésta y quedando algunas cuadras por calle Colón más allá de Giménez hacia la rambla.
En plaza Independencia con importante marco de público, inicialmente se procedió al encendido del pebetero, transportando la antorcha la representante de la Unión de Instituciones Tradicionalistas de Soriano, Eugenia Cabrera, quien la encendió y luego junto a ella, otros rpresentantes de las instituciones organizadoras de la marcha, colocaron ofrenda floral junto al monumento al Gaucho.
Se entonó el Himno Nacional e hizo uso de la palabra recitador Ernesto Barufaldi quien comenzó haciendo una precisión respecto de lo que iba a recitar, "esta marcha ya se ha hecho emblemática como aquella gesta del 28 de febrero de 1811, hoy voy a cambiar el repertorio. Cada vez que me ha tocado hacer el cierre refiriéndome a esta gesta, lo he hecho con un verso simbólico, referente a aquella gesta emblemática, pero hoy le cambio el repertorio y le quiero dejar un mensaje para todo el pueblo, no me voy a referir a nadie en especial, por el hecho y el quehacer de aquel gaucho que luchó sin interés de nda, sólo por tener libertad, límites geográficos de una Patria, esta hermosa que tenemos y disfrutamos a pleno, de nuestra libertad y de nuestra querida Patria, la República Oriental del Uruguay".
Y comenzó su recitado:
"Un poco más de atención
le pido a todos los padres,
por el dolor de las madres
en esta cruel situación,
cariño y educación
a los jóvenes inocentes
que ignorantes, inconscientes,
de lo que es la pasta base
la que el alma les deshace,
destrozándole la mente.
Es fácil entrar en ella,
pero es difícil salir
si empiezan a consumir
les deja profunda huella,
el delito, la querella,
lo conducen a la cana,
¡vivan una vida sana!
¡miren que es lindo vivir!
y es triste verlos morir
hechos una piltrafa humana.
Yo les llamo malnacidos
a los que envenenan el mundo
sembrando un dolor profundo
de muy triste contenido.
También soy un convencido
que es muy liviana la pena,
a muchas familias buenas
le han destrozado el hogar,
mandan hijos a estudiar
y estos tipos los envenenan.
Las lágrimas de los viejos
valen más que una pitada
¡dejénse de hace pavadas!
y escuchen este consejo
¡miren la droga de lejos!
con una suave sonrisa
que la vida se desliza
mi querida juventud
¡cuiden de la salud
que mi Patria los precisa!".