Aboal realizó este lunes 13, en la Torre Ejecutiva anexa el lanzamiento del precenso, que involucra la participación de más de 1.000 personas, supervisores y precensistas, en 650 localidades, que estarán debidamente identificadas.
En las próximas tres semanas el personal recorrerá todas las zonas urbanas del país, a fin de verificar mapas, identificar modificaciones realizadas en vía pública y comprobar la exactitud de 1,4 millones de direcciones estimadas en la base de datos del organismo. “Es un trabajo mayormente externo a las viviendas, donde se identifican direcciones con los contadores de la UTE”, apuntó el jerarca, salvo en los casos en que los artefactos no se encuentren visibles y sea necesario verificar los datos.
El Censo de Hogares, Población y Vivienda es la herramienta principal que permite conocer la cantidad de habitantes, viviendas y hogares que existen en un país, así como obtener información estadística sobre las condiciones de vida, el nivel sociocultural y las necesidades de la población nacional, informa el portal del INE.
Aboal manifestó que el precenso significa una “etapa muy importante”, porque aportará un aproximado de cuántas viviendas y direcciones hay en zonas urbanas y servirá para la organización del trabajo.
Informó que el Censo 2023 se iniciará en abril, con la posibilidad de que la población complete sus registros a través de dispositivos digitales. Luego de esto, entre 6.000 y 7.000 censistas realizarán sus tareas de campo en todo el país. Si la persona por entrevistar se autocensó, se le solicitará un código obtenido al concluir el formulario en forma exitosa.
La información “es fundamental para (el diseño y orientación de) las políticas públicas”, aseveró el entrevistado, como por ejemplo, la apertura de centros de atención a la infancia y la familia, policlínicas, obras de saneamiento, etc. “Es útil para las acciones públicas y también privadas”, en procura del bienestar de la población, aseguró.
Aboal aseveró que para los países los censos constituyen la mayor operación logística en períodos de paz.
El jerarca señaló que en 2022 participó en algunos censos realizados en América Latina. “Viendo las experiencias de la región, hemos tomado precauciones para evitar cometer algunos errores”, afirmó. Citó el caso de Brasil, en donde se plantearon dificultades como consecuencia de no haber contratado el número de personas necesarias.
Recordó que durante el anterior censo en nuestro país, en 2011, hubo dificultades en la contratación de personal. Se necesitaban 12.000 personas y en el máximo de contratación se llegó a 5.000, lo que determinó que el plazo previsto de un mes se extendiera por más de cuatro meses.
Para evitar esta situación, Aboal indicó que el INE realizó una campaña de reclutamiento en diciembre, mediante la que se conformó una amplia base de datos de decenas de miles de personas interesadas en participar. Aún así, adelantó que en las próximas semanas se abrirá un nuevo período de inscripción.
Consultado por medios periodísticos, el jerarca dijo que la información obtenida respecto a los inmigrantes será de la más esperada, porque el país no cuenta con información de calidad sobre el número, origen y condiciones de vida y trabajo de esta población. También, al igual que en 2011, en Censo 2023 se incluirá una pregunta relativa a la autoidentificación étnico-racial.
Aboal estuvo acompañado del presidente de la Comisión Nacional del Censo, Isaac Alfie, el subdirector del INE, Federico Segui, y los directores del Censo 2023, Leonardo Cuello y Lucía Pérez.