Es la única integrante femenina del Jurado del Carnaval Interdepartamental de Soriano, Fátima Martínez es la responsable de jurar en vestuario, maquillaje y escenografía y con ella @gesor mantuvo un mano a mano, para tratar de conocerla más en profundidad y trasladarle a nuestros lectores y a los propios participantes detalles que hacen al conocimiento de quien está frente a ellos. Nos encontramos con una hermosa historia de emprendedurismo, pero a la vez de pasión por lo que hace, en alguien de trato afable, que con gusto compartió su amor por la alta costura, pero a la vez por el Carnaval.
Una doloreña que gran parte de su vida la hizo en Montevideo, pero que decidió regresar hace tres años y que felizmente Dolores y Soriano la tiene de vuelta y es uno de los talentos no promocionados que aun así ha llegado a triunfar en grandes eventos.
¿Cómo llegás a ser parte del Jurado del Carnaval Interdepartamental de Soriano?
"Yo trabajo con bailarines en Montevideo, uno de ellos me recomendó, e hice un taller de vestuario para los chiquitos con las mamás que están en el proyecto de Carnaval y a partir de ahí quedó una conexión.
Hace años que trabajo con Carnaval desde 2009, empecé con Revista, después Murga, también hice Parodistas con Aristophanes y hace nueve años que estoy con murga La Trasnochada, soy la que realiza los trajes, no diseño, en Aristophanes estuve dos años diseñaba y realizaba. Me gusta mucho lo que hago, a través de un bailarín llegué hasta acá y este año me convocaron".
¿Lo hacés sola o tenés un taller?
"Tengo un taller, me ayuda una muchacha que hace años está conmigo, trabajamos juntas y mi hija también en las partes de las vedettes en la terminación que llevan mucho brillo y los bailarines también, mi hija está en los detalles. Ahora que estoy en este Jurado, ella quedó encargada de todos los detalles de La Trasnochada que subieron hace pocos días al Teatro de Verano y como hacen tantos tablados, hay que hacerles algunos retoques siempre".
¿Tiene algún nombre el taller?
"Me conocen como Fátima Creaciones, en el Facebook estoy así, para algunos es el Taller de Fátima".
El hecho que estés tantos años, significa que hay conformidad en el trabajo...
"Claro, sí, sí, hace nueve años que estamos al firme...".
Estamos hablando de un nivel muy competitivo.
"Bueno, ya conocen La Trasnochada, ya sabés los trajes...".
Te tocó un primer premio en estos años...
"Sí en 2019 fuimos mejor vestuario, los trajes dorados, estuvo espectacular, una emoción. Tuve otras dos menciones, pero a nivel de bailarines en Cancún y en México (aquí varias veces). Hay varios grupos de bailarines que van a competir a México y he recibido mención como mejor vestuario a nivel de certamen mundial".
¿Cómo se da esa conexión para llegue gente que sale a competir al exterior hasta el Taller de Fátima?
"Es todo por las redes y al ver el trabajo, me cuesta mucho trabajar por las redes, pero últimamente me han llamado de todos lados, y como somos dos nada más, y no me quiero expandir mucho, pero he hecho trabajos para todos lados. Hice uno para Amsterdam, una bailarina de salsa que me contactó y se lo hice sin probar, sin nada, y qquedó fascinada. Con bailarinas hace mucho que estoy, con murga, la ropa de escenario, es un mundo aparte, porque tenés que estar hasta en el mínimo detalle, a veces nos parece grosero lo que vemos de cerca, pero en el lejos luce espléndido, me costó hacer eso porque soy modista de alta costura, más al detalle, me costó salir del detallecito chico, delicado, porque a veces tenés que hacer cosas groseras para que luzcan en el escenario, con los bailarines me pasa, ahora he aprendido, son años. Es todo por Facebook o Instagram".
¿Cómo llegaste a este nivel, estudiaste o sos autodidacta?
"Estudié, hice la UTU, estudié un año acá, después me fui a Montevideo, ahí estudié modista, patronista, todo lo que más se pudo e hice dos años de Profesorado, pero abandoné, era muy joven, llegué hasta 2º año de INEP y siempre me gustó. Abandoné ahí pero seguí haciendo cursos de vestuario, de cuero, me fui interiorizando de todo, después que te metés en esto querés especializarte en diferentes cosas. Y lo último que he hecho es vestuario de Carnaval porque me costó un poco hacer lo grosero, ya que estaba acostumbrada al detallecito mínimo y acá hay que hacer exagerado para que luzca, siempre se va aprendiendo".
¿O sea que hacés tanto un traje para un murguista como un vestido para novia?
"Sí, las novias me encantan, las quinceañeras, hago de todo, me encanta lo que hago de pasar de un extremo al otro en el detalle, si no, no lo podés hacer. Las novias debés tener una charla con ellas, conocerlas un poquito, porque a veces te vienen con un diseño y ese diseño no va para ella, lo mismo me pasa con las madrinas, las quinceañeras...".
Hay que tener un tacto especial para no hacerlas sentir incómodas en ese momento...
"Exacto, a pesar que abandoné Profesorado, la poca Pedagogía y Sicología que mamé aí, me sirvió para todo, me pasa los mismo con los bailarines que a veces quieren unos trajes que no van para ellos y les tengo que explicar, se lo digo o se lo hago ver, porque a veces hay personas que lo entienden de una, hay otras que tenés que explicarles y mostrarles que ese traje no le queda a él. Con la juventud me llevo muy bien, en sí con todos, aunque con la persona mayor debés tener un cuidado especial, tengo bailarinas de 60 y 70 años que bailan salsa y bachata, no podés hacer un vestuario de una chiquilina de 16, 25 o 30, tenés que ir adecuándote a ellas, es cuestión de hablar, me lleva tiempo, ahora me conocen".
Sos de las historias escondidas de emprendedores que hay en el departamento, que hay muchas en diferentes ámbitos.
"Sí, hace tres años que volví a Dolores, soy de Dolores pero me fui a los 17 años a Montevideo y ahora tomé la decisión de volver por una elección de vida, familiar, para no estar separados, eramos tres hermanos, falleció uno, estábamos solas una acá y yo en Montevideo. Ahora sigo investigando y tratando que me conozcan un poquito, amo lo que hago".