Al mediodía de este viernes el Juez Marcelo Souto procesó con prisión a Hugo Oclo de 36 años, por un delito de homicidio especialmente agravado en grado de tentativa. "A prima facie científicamente pudo probarse gran mayoría de lo declarado por los familiares" (expresó el Dr.Souto), de Gladys la mujer de 47 años que inicialmente se había considerado como intento de autoeliminación. Para esta decisión resultó fundamental el informe forense reafirmando dichos de los hijos de la mujer, de 10, 12 y 16 años respectivamente, que de esta manera le salvaron la vida a su madre y ayudaron a enviar a la cárcel a quien quizo matarla.
Lo que informó @gesor oportunamente:
¿Intento de suicidio u homicidio?
El miércoles 24 en la tardecita, alrededor de las 19.30 horas se realizó llamado al servicio 911 requiriendo la presencia de ambulancia para el traslado de una mujer que estaba siendo reanimada en la finca de su mamá donde residía desde hacía alrededor de una semana luego de venirse de Montevideo y desde hace siete meses se encontraba en pareja con un hombre menor que ella.
Las primeras informaciones apuntaron a un intento de autoeliminación de Gladys, una mujer de 47 años, en la vivienda de su mamá sita en la zona de Aparicio Saravia y Alustiza.
La señora fue trasladada en ambulancia (que familiares se quejaron por la demora de muchos minutos) de ASSE al Hospital «Chelle» donde permaneció alrededor de 24 horas, aguardando cama en CTI hasta que se encontró en Rosario donde el lunes a la noche permanecía internada aun en CTI, aunque se le retiró el respirador artificialmente porque podía complicar aun más su cuadro de infección pulmonar.
Familiares convocaron a @gesor a los efectos de informarnos, especialmente una de sus hijas, que había decidido hacer la denuncia ante la seccional 1ª señalando a la pareja de su madre, un hombre de 36 años, oriundo de Montevideo, ex policía procesado por el delito de rapiña especialmente agravada en el 2001, como el responsable de lo ocurrido y como corolario de una situación de violencia doméstica que aunque no existirían anotaciones policiales anteriores, era ostensible a los ojos y oídos de familiares, tanto en Montevideo como en esta semana que convivieron en Mercedes.
El miércoles, la mujer había concurrido con una de sus hijas a la Intendencia de Soriano, con la finalidad de solicitar materiales para construir una casita en el fondo de la vivienda de su madre. Al regreso, el hombre la increpó, como tantas otras veces por celos, estuvieron discutiendo en el fondo de la vivienda, el hombre entraba y salía por el frente de la vivienda en reiteradas ocasiones y en una de ellas le dijo a los hijos de la mujer, dos niños de 10 y 12 años y una jovencita de 16 que no fueran a molestar a la madre, que estaba sentada tranquila en el fondo. El hijo de 10 años, lo desoyó y fue igual, encontrándose con su mamá atada, colgando de una reja de una de las ventanas de la vivienda que dan para el fondo a no más de 1,20 de altura en relación al suelo, por lo cual volvió a buscar un cuchillo y allí la hermana de 16 fue con él para tratar de cortar la cuerda que ataba a su madre, pero el hombre junto con el niño de 12 años la bajaron, la pareja quemando la cuerda con un encendedor. A la madre de la mujer, otros familiares no le permitían que saliera de la vivienda para que no sufriera el impacto de lo que estaba ocurriendo.
Cuando llegó personal policial, encontraron al hombre haciéndole reanimación boca a boca, aquí cabe una acotación, el hombre tenía aliento alcohólico y en esa acción se lo pasó a la mujer, porque inicialmente se creyó que la mujer pudiera haber estado bebiendo y en realidad el aliento alcohólico se debía a esa acción mencionada. La funcionaria policial corrigió la posición de la mujer, ya que el hombre la tenía boca arriba y la puso de costado.
Luego llega la ambulancia con enfermera y conductor, trasladando al centro asistencial a la mujer.
No se hicieron presentes en el domicilio de los hechos oficiales de la Policía, sólo dos agentes de 2ª , los jóvenes agentes informan de lo sucedido a Mesa de Radio y solicitan la presencia de Policía Técnica, a lo que se les responde que no era necesaria.
El jueves su hija realiza la denuncia, se hacen algunas actuaciones muy primarias, hasta que en Rosario, este lunes, el médico forense revisa a la mujer (dijo que no lo había hecho antes por no trabaja ni sábado ni domingo) y el propio personal de salud del centro asistencial rosarino, habla con familiares y les dice que cuando la bañaron a la mujer, le encontraron abrojos en el pelo, pasto en diferentes zonas del cuerpo (la mujer estaba sin remera cuando la estaba asistiendo el hombre), y la hija cuando la vio y levantó la sábana en la cama del CTI, vio que tenía «moretones» por varias partes del cuerpo y una quemadura (tipo laceración) en el antebrazo, además de éste muy hinchado.
Paralelamente este lunes concurre en la mañana, personal de Policía Técnica de Investigaciones de Mercedes, que realiza su labor a casi cinco días de ocurrido el hecho, de todas formas el peritaje habría arrojado varias dudas, que se sumarían a las lesiones mencionadas e inclusive a la forma del nudo encontrado que no podría haber sido hecho por la propia mujer.
A su vez en la charla con familiares fueron surgiendo elementos que resultarán seguramente evidencia en contra de la pareja, que desde ese día se retiró de la zona y dejó una dirección a la Policía en caso que lo precisaran, que estaría haciendo una changa en la casa de un conocido, aunque en realidad se habría ido hacia Montevideo el sábado a las 19.00 horas. Pero lo trascendente es que la mujer internada en CTI, se encuentra lúcida y si bien no podía hablar porque estaba entubada, ante la consulta del médico forense si las lesiones que tiene se les hizo ella, la respuesta con la cabeza fue no, y ante la pregunta de si esas lesiones se las había hecho su pareja, respondió que sí.
Esto motivó que la investigación cambiara de rumbo y ahora la Policía buscaba al hombre para interrogarlo sobre lo ocurrido teniendo en cuenta estos otros elementos surgidos y los reiterados episodios de celos que generaban discusiones permanentes por lo general con el hombre alcoholizado.