Todos los seres humanos nos podemos equivocar, claro que sí, pero los errores en la vida siempre tienen un costo.
El ex Ministro Adrian Peña asume el error y decide renunciar a su cargo frente al Ministerio de Ambiente que con muchísimo sacrificio personal, venía realizando una excelente gestión.
Pocas veces en mi vida he visto una persona con tanta capacidad de trabajo, incansable al punto que desde que asumió solo se tomó un solo día de licencia. Un hombre que dormía 3 horas por día y apasionado de su trabajo.
El error nos duele a todos pero tenemos la total tranquilidad intelectual y moral de ser el único sector político que ha asumido con creces todas las equivocaciones algo poco habitual en Política pero tan ansiado por la gente.
Ojalá el tiempo sea nuestro mayor aliado, y confío que seguimos demostrando que venimos a hacer una política diferente que no acepta errores de éstas características.
Pedir perdón engrandece al ser humano, y más aún en Adrián que con mucho sacrificio había salvado las 50 materias, la tesis y se enteró por la prensa que le quedaba un taller de simulacro de 6 días.
El error existe, pero no es comparable con el Título de quien dijo tenerlo en su casa y quien dijo haberlo visto.
Ojalá cada uno de nosotros sigamos el mismo ejemplo a la hora de equivocarnos.