19 de January del 2023 a las 08:00 -
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Depresion: ¡Por qué de esto no se habla!
El Estado está  en omisión, ya que falta abordaje al respecto y la apuesta ante tan urgente y apremiante demanda es simplemente línea muerta.

(escribe Lic. Silvia Otero)  Hace dos días fue el DIA MUNDIAL DE LA DEPRESION, enfermedad, trastorno, depresión mayor, sentimiento incontrolable, etc. Nombres sobran , ¡atención falta!

Ésta se define como: “Daño o desgracia que afecta a gran parte de una población y que causa un perjuicio grave”.

Es una enfermedad que se manifiesta por síntomas que comienzan con apatía, desinterés, indiferencia, falta de energía y aspectos contradictorios como reacciones sin motivo, agresivas, y derivar posteriormente a veces en ataques de ansiedad.

Estamos perdiendo la calidad de vida, somos una población que se caracteriza por ser “gris”, pues hoy ya podemos decir que el color se tiñe de amargura, DEPRESIÓN es la palabra que iguala a la mayor parte de nuestra población.

Nos perdemos en ella, no podemos controlarla y crece tomando poder cuanto más temor parece que nos despierta.

Las pastillas, los famosos fármacos hacen su labor macabramente porque más de una persona ni leyó las contraindicaciones que estos aparejan.

En su momento son necesarios y desesperadamente acudimos al psiquiatra con la esperanza de que con unas simples ingestas que se perpetúan en el tiempo, el problema de la depresión va a desaparecer, y no sólo estamos muy lejos de eso, sino que las contraindicaciones comienzan a hacerse presente, entre ellas la idea del suicidio.

Si, así es, una de las contraindicaciones de los fármacos para combatir la depresión es la idea de suicidio, además de la adicción que tomar dichas pastillas provoca.

 Caemos en un estado de quedar absolutamente aletargados, el desinterés y la apatía se tornan moneda corriente e invade nuestra vida cotidiana no sólo paralizándonos sino alejándonos de quienes amamos.

El entorno familiar se preocupa, se desespera y nos convertimos en los hámster que corren constantemente en la rueda. No hay salida porque si se toma la decisión de dejarlos, el síndrome de abstinencia es muy similar al del adicto.

Salida coartada, solución sin solución y acá estamos, en pleno siglo XXI  y un cúmulo de enfermedades psicológicas no sólo aumentan, y nos describen sino que ya aparecen con nombre en los últimos Manuales de Psiquiatría.

“El término depresión se utiliza especialmente para referirse a cualquiera de los trastornos depresivos” Manual de Psiquiatria  (DSM-5), 2013

 

A todos se le denomina TRASTORNOS, claro, una muy sutil forma de describir los que nos aqueja, lo que nos come y devora que sólo tiene un nombre ANGUSTIA. Si, estamos angustiados, vivimos estresados, y eso no lo soluciona una pastilla. Es una cruel trampa al solitario, porque además como dice el término, en esta estamos solos.

¿Será que la humanidad va más que en descenso? Ya no estamos hablando de valores o tecnología ahora lo que no podemos controlar es nuestra propia mente, que equivale a decir que no podemos controlarnos a nosotros mismos.

¿Qué podemos hacer frente a una situación que podría denominarse EPIDEMIA?, en primer lugar analizar la poca importancia que en este país se le da a la salud mental, la ola de DEPRESIÓN aumenta desmedidamente, pero claro de eso… no se habla.

¿O es qué EPIDEMIA sería entendido así si estuviera en el marco de lo biológico, del cuerpo? ¿O sólo es abordado por MSP cuando de enfermedades orgánicas se trata?

¿Qué sucede con los adolescentes que se cortan para sentir que por medio del dolor de sus cuerpos dejan escapar el dolor del alma? ¿Qué hacemos con las crisis que no terminan? ¿Qué estamos haciendo por nuestros jóvenes quienes más la padecen ?

Tal vez sea más que hora de gritar estas interrogantes mientras en este país la LEY DE SALUD MENTAL NO SE CUMPLE y no se hace nada.

Las personas generan picos de estrés tan significativos cuyos síntomas derivan en ataques de pánico interfiriendo considerablemente en su vida cotidiana.  Todas estas características describen al ser humano del siglo XXI, un ser humano sumergido en la total angustia, en la depresión, y no se trata de querer o poder salir solo, sino que simplemente el Estado está  en omisión, ya que falta abordaje al respecto y la apuesta ante tan urgente y apremiante demanda es simplemente línea muerta. Esperemos que nuestro Estado intervenga de alguna forma en lo que se refiere a Salud mental.

¡Porque por ahora de eso NO SE HABLA!

 

 

 

 

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