
(escribe prof. Alejandro Carreño T.) El Presidente Boric comenzó mal su mandato y lo terminó peor. ¿Recuerdan cuando culpó al Rey de España, por el atraso de la ceremonia en el episodio del cambio de mando? Bueno, fue su primera metida de pata diplomática. Vendrían muchísimas más. Esto fue el 11 de marzo de 2022. Ahora, un día antes de que terminara 2022, año-pesadilla para la inmensa mayoría de los chilenos, el Presidente Boric se manda un numerito tan ordinario, sin parangón en la historia presidencial del país, y que deja de manifiesto sus impulsos callejeros a los que aludí en mi columna “Presidente Boric reprueba el primer año” (programa POLÍTICA CON CARREÑO, https://www.youtube.com/watch?v=spm85sXoO7I&t=11s).
El espectáculo de extrema vulgaridad, impropia de un Mandatario, ocurrió en Viña del Mar, el 30 de diciembre. Al finalizar un punto de prensa el Presidente, baja su brazo izquierdo hasta la altura del pene y con la mano derecha hace el gesto de sacudir su órgano sexual hacia arriba y hacia abajo, dirigiendo su mirada a alguien que, se supone, se encuentra detrás de las cámaras. ¿Tuvo el gesto este propósito? Es imposible saberlo. Solo el Presidente lo sabe. De cualquier forma, si el gesto no tuvo esa intención, lo cierto es que la imagen es elocuente y no deja muchas alternativas para otra lectura.
Lo que pasa es que “la esposa del rey no solo tiene que ser una dama, sino también parecer una dama”. El gesto “pasó inadvertido”, porque nadie dijo nada, salvo el tenista, exnúmero uno del mundo, Marcelo “Chino” Ríos, quien lo criticó aludiendo a un episodio del que él fue protagonista: “Mientras a mí me criticaron por decir chúpala a cuatro pelagatos, el presidente de nuestro país pasa casi desapercibido haciéndole este gesto obsceno a todos los chilenos. ¿No creen que este personaje y su gesto deben ser aún más duramente criticado? Las faltas de respeto tienen un límite”, escribió el tenista en su cuenta de Instagram.
Pero el Presidente le dio otra lectura y se lo dijo a Marcelo Ríos: “Marcelo, el gesto era a una persona para que se subiera el cierre del pantalón pq no se había dado cuenta que lo tenía abierto (me ha pasado y no es agradable)”, escribió el Mandatario en su cuenta oficial de Instagram. Puede ser, Presidente. Pero, usted se preparaba para una selfi, de espaldas a la persona que “tenía el marrueco abajo” y que le hizo recordar “su marrueco abajo en La Moneda”, episodio bochornoso, ciertamente. Sin duda, “esa persona” algo le gritó, porque usted no tiene ojos en la espalda, Presidente.
Por eso, queda la duda razonable pues el gesto más parece otra cosa que “un aviso para otra persona”. Además, ¿a qué distancia estaba el Presidente de “esa persona”, como para que esta se percatara de que él se refería al cierre de su marrueco que tenía abajo? Parece muy embrollada la razón de Gabriel Boric. Esto, por un lado; de otro, ¿no era más fácil enviar a alguien para que le avisara a “esa persona”?
Por último, tampoco parece razonable que un presidente, quienquiera que sea, ande preocupado del cierre del marrueco, de un botón mal abrochado, de la tira de un sostén corrido o de un zapato cambiado, de las personas que lo escuchan en cualquier actividad pública. No, no parece razonable. Y Gabriel Boric concluyó así su respuesta a Marcelo Ríos: “No es necesario inventar ni mentir para justificar legítimas discrepancias. Saludos”. Se equivoca el Presidente, porque no se trata ni de un invento ni de una mentira “para justificar legítimas discrepancias”.
El video está ahí para quien quiera verlo. (Fuente: Semana, viernes 30 de diciembre de 2022: https://www.semana.com/mundo/articulo/video-el-polemico-gesto-del-presidente-boric-que-se-viralizo-en-las-redes-sociales/202229/). El Presidente está siendo entrevistado a propósito de los indultos dados a los delincuentes del estallido delincuencial. De repente, intempestivamente, se da vuelta y hace el polémico gesto. No se trata, por lo tanto, ni de un invento ni de una mentira. La lectura que le da Ríos parece razonable. Como dije, Presidente, “la esposa del rey no solo tiene que ser una dama, sino también parecer una dama”.
Mi recomendación, Presidente, para evitar “decodificaciones aberrantes”, como diría Umberto Eco: preocúpese de temas trascendentales para la gobernanza del país, y no de los marruecos de los vecinos. Así nadie podrá entender de manera equivocada sus gestos.