El 10 de diciembre de 2016 se inauguró en Mercedes el Espacio Memoria que recuerda a los detenidos desaparecidos de Soriano durante la dictadura cívico militar. Este 10 de diciembre en el sexto aniversario se realizó un acto celebrando esa fecha y también recordando a Joaquín Kluver, de quien se cumplieron 50 años de su asesinato. Tema del cual nos ocupamos en notas aparte publicadas durante la semana.
María Ingold, integrante de la Comisión Memoria, Justicia y contra la Impunidad de Soriano destacó este sexto aniversario del Espacio Memoria que permite “pensar lo hecho y ponerlo en acción”. Al dialogar con @gesor dijo “cuando pensamos este proyecto queríamos que fuera un lugar de encuentro de reflexión. Que no fuera un monumento, que no fuera un lugar donde enaltecer o hacer un culto a personas que fueran referentes o super héroes. Sino todo lo contrario, que fuera un lugar humilde, que fuera sobre la tierra, pastito, con bancos bajitos. En el sentido de generar un espacio de encuentro, al que todas las personas puedan acceder, y en el que podamos sentarnos a conversar sobre los temas de interés de ahora, y ahí entra en juego la memoria. No como algo del pasado que quedó lejos, sino al revés, algo como de todos los días tenemos que tener en cuenta y se hace presente. Por eso para nosotros festejar un cumpleaños del memorial es volver a poner en juego ese significado de hacer actividades acá, de que sea un espacio de encuentro, de reflexión. Un espacio donde seguir generando posibilidades de que las nuevas generaciones también conozcan lo que pasó antes, y que esa memoria nos ayude a pensar cómo queremos construir una sociedad mejor ahora”.
¿Cómo se acercan las nuevas generaciones a hechos que ocurrieron hace medio siglo? Que quizá ni los padres lo vivieron.
-“Hay múltiples formas de acercamiento, y en ese sentido el memorial tiene un significado. Las jornadas que hicimos este año de plantación de plantitas hubo participación de niñas y niños, y mientras plantábamos las plantitas podíamos conversar no colocando un volumen de información que sea inaccesible, sino al revés, escuchando las preguntas. También en la idea de que la memoria no es algo que las generaciones mayores les trasmiten a las menores, sino que es algo que se construye colectivamente. No es de uno que sabe a uno que no sabe, sino que también saben quienes hacen las buenas preguntas, y en general los niños, las niñas y los adolescentes hacen muy buenas preguntas”.
Si bien es un trabajo del día a día, ¿qué metas se ha propuesto la Comisión para el futuro?
-“En realidad este año fue de muchas concreciones. Pudimos concretar el audiovisual de la casa de Luisa, que lo teníamos como algo pendiente en esto de la memoria como algo vivo. Luisa Cuesta es muy conocida por su lucha por los derechos humanos, por haber buscado a su hijo Nebio, y a todas las personas detenidas desaparecidas.
A nosotros nos parecía importante que antes de la desaparición de Nebio había una Luisa que hacía un montón de cosas para que su barrio fuera más lindo y más amigable, para que su casa fuera abierta a toda la gente que lo necesitara. Un montón de cosas en su trabajo, en su familia, con los hijos de su patrón en el Taller Farías a quienes consideraba como sobrinos. Y ese trabajo en el cual trabajamos bastante el año pasado en la recuperación de testimonios este año lo concretamos y pudimos concretar el audiovisual, a sala llena, y también a sala llena, felizmente en Montevideo. Una meta para el 2023 es que ese audiovisual recorra todo el país y que pueda generar el objetivo de siempre, la conversación, la discusión, el diálogo, las nuevas preguntas que refrescan y que hasta ahora no se nos habían ocurrido, y que nos sirven para seguir construyendo memoria.
Otra meta es seguir generando actividades en este espacio, y otra meta es poder seguir con el ciclo de Cine que llevamos delante de marzo a noviembre todos los años, tratando de generar de disfrutar del Cine uruguayo, tratamos que sean películas nacionales, que las acompañen quienes la realizan y que sea un momento de conversar, de llegar a las nuevas generaciones; y a partir del Cine poder conversar de temas de hoy y traer la experiencia que hubo antes, en lo que pueda servir, pero también para discutir con ella. No pensar que todo lo pasado fue mejor, sino también discutir con el pasado, con la historia, que también es parte de construir memoria”.