Isabel Amorena es Licenciada en Trabajo Social, funcionaria del área de Descentralización y Comunidades de UNASEV junto con Adrián Bringa y estuvo en Mercedes participando de dos actividades, una directamente con representantes de las organizaciones que integran la Mesa Interinstitucional de Políticas Sociales y otra con público en general y representantes de entidades de educación pública y privada.
La oportunidad permitió que @gesor trasladara inquietudes a Amorena.
El Intendente Besozzi ha expresado en forma reiterada la necesidad que técnicos de la UNASEV expliquen por qué en Soriano donde no se fiscaliza por ejemplo el uso del casco, en los últimos cinco años el índice de siniestralidad y muertes en el transito ha venido bajando, estando entre los más bajos del país, ¿qué reflexión le merece?
“El mejor estudio es el que hacemos en la propia comunidad, sería una oportunidad para ver cuales son las actitudes que priman en este departamento. Cuando sucede un fenómeno está bueno poderlo analizar. Los datos no se los va a dar nadie que no viva acá, sería un desafío muy interesante ver por qué los números son bajos, cuál es la práctica que se da acá, no creo que venga alguien a decirle por qué es que ocurre, los propios habitantes del departamento sería interesante que lo visualizaran y comprendieran. Me llamó la atención que se controle el uso del casco hasta los 18 años y después no, para el niño le debe presentar una contradicción, ellos necesitan mensajes muy claros, observan la actitud adulta y me imagino que puede pasar por la cabeza de esos chiquilines cuando es obligación para ellos y no para los adultos. La cabeza tanto de un niño como de un adulto hay que cuidarla por que un golpe es brutal tanto para uno como para otro. No sé si hay en otros departamentos que pase eso.
La obligatoriedad de los 18 años viene desde la existencia de una ley departamental que lo establecía y las administraciones últimas tomaron eso como norma, a pesar de la existencia de una ley nacional
Hay que generar un hábito de cuidarnos y cuidar al otro, en muchos aspectos, lo de la seguridad vial nos pone ante una actitud que estamos teniendo frente a las normas de convivencia en general, y a la aceptación que debemos tener. Hay normas que son muy claras y otras pueden quedar a la creatividad, pero la norma básica debe ser cumplida, además con relación a lo departamental una ley nacional, deroga cualquier norma departamental. Hacer comprender que la ley no está paraa. La molestar a los ciudadanos, todo lo contrario, para proteger. Todas las medidas van en ese sentido, de proteger la vida que es el objeto de UNASEV y en eso no tiene que ver política, religión ni nada, la cabeza se rompe igual de cualquier persona, esté donde esté, tenga la condición social que tenga, el partido político que sea. No quiero insistir solamente en el casco porque la convivencia, las buenas prácticas en el tránsito tiene que ver con una actitud.
No se aprecia el mismo énfasis en el alcohol, drogas y altas velocidades como elementos que sin dudas en las cifras deben tener igual o más preponderancia en la siniestralidad del tránsito que el no uso del casco
Son cosas distintas, son elementos a tener en cuenta, el alcohol, el uso de los elementos de protección: casco, cinturón de seguridad, el sistema de retención infantil, junto con eso una actitud, porque podemos tener todos los elementos de seguridad y ser temerario con la velocidad o maniobras que no llevan a buen puerto. Por algo la ley tiene todos esos elementos como protección de los ciudadanos, vamos a tener que empezar a cumplirlos, uno es lo personal que es la actitud que debemos tener, todas las personas, cuando estamos en el tránsito y otra es la ley que nos obliga a tener determinados usos y si no seremos penalizados.
Muchas veces la situación local no se tiene en cuenta en la ley, hay aspectos sociales, costumbres diríamos muy arraigadas, situaciones de hecho que van contra lo que se legisla, ello incluye la moto como único medio de movilización de la familia, de una pareja e hijos chicos, ¿cómo hacer para que esa gente entienda que no puede andar más en esas condiciones?
Hay una realidad, los vehículos son hechos para tanta cantidad de personas, la moto está hecha para dos personas como máximo, es cierto que hay una realidad social, pero el problema es ¿a qué te exponés? Como vi recién al padre, la madre y dos pequeños que quedaban colgados, en una moto y ninguno tenía casco. ¿Qué ponemos en la balanza? Debemos pensar, son prácticas que debemos revisar, no se habla en los medios, en la televisión se habla de todo un poco, pero no de cosas concretas de la cotidianeidad, de cómo debemos educarnos, poder convivir mejor en general. Así como mejorar la calidad de vida implica determinadas condiciones, esta es una de ellas, la moto está hecha para dos personas, el riesgo de usarla para más es un riesgo personal, pero la sociedad va a tener que pagar lo que te pase arriba de esa moto. Son temas complejos que debemos empezar a hablar con claridad. Los vehículos son para tal finalidad y no otras.
¿Qué reflexión les merece que andar sin casco, circular a mayor velocidad de lo permitido, manejar alcoholizado, entre otras conductas, serán consideradas faltas y tendrán como pena, trabajo comunitario?
Nos va poniendo en camino a que toda nuestra acción tiene una consecuencia, si no aceptás la norma que está protegiéndote vas a tener que pagarlo de alguna forma. El trabajo comunitario da mucho resultado, además de una lógica que no se puede ir preso por todo, si se establece bien, el trabajo comunitario es muy educativo, tenés que aprender que al casco hay que usarlo, son medidas que nos van llevando a mejorar la actitud, espero que así sea”.