Para el caso de la nafta, la decisión responde al resultado de la política tarifaria que refleja la evolución del mercado internacional.
En cuanto al gasoil, el Gobierno decidió mantener su valor más allá de que el indicador marcaba un aumento cercano a un peso, que se alineara con el PPI. La medida se fundamenta en el compromiso del Ejecutivo en apoyo a la recuperación económica y con la finalidad de minimizar el impacto de la escalada de precios de este recurso energético en las cadenas productivas.
El supergás, por su parte, continuará con su precio incambiado, que será notoriamente inferior al del mercado internacional.
El ministro interino de Industria, Energía y Minería, Walter Verri, dijo en rueda de prensa que la decisión sobre el valor de los combustibles reivindica el nuevo sistema de fijación de precios. “En 30 días estamos anunciando dos bajas consecutivas, y si así siguiera ocurriendo, lo vamos a seguir haciendo”, sostuvo.
Además, agregó que el Gobierno actúa en función de la transparencia a la hora de fijar los precios. “Tenemos que hacer a Ancap competitivo y cuidar la caja sin cometer excesos”, concluyó.
Los nuevos valores regirán a partir de la medianoche del 1.º de octubre de 2022.