(Escribe Lic. Silvia Otero) Claro está que los tiempos han cambiado y continúan haciéndolo vertiginosamente, una de las razones es la tecnología. El problema con ella es el uso que se le da y como ha influído negativamente en cuanto a vínculos se refiere. Pero según la edad es el uso que le damos y su finalidad. Cada franja hetárea obviamente le da un uso diferente, profesional, ocio, lúdico, pero está claro que quien cae en la adicción, es decir uso abusivo de internet es mayormente la adolescencia. Esto incide notoria y negativamente en cuanto a la forma de establecimiento de vínculos asi como en la tolerancia que los jóvenes muestran actualmente frente a la frustración.
En un mundo donde la globalización nos plantea una instantaneidad absolutamente irrefrenable lo cual nos abarca a todos sin ecepción se nos presenta un mundo que nos hace sentir “lo quiero ahora, lo quiero ya.”
El tiempo ya no tiene permitido transcurrir con la normalidad tan necesaria como para permitirnos comprender el sentido de la vida.
Hoy no hay tiempo para sentir, no hay tiempo para sufrir ni para elaborar los duelos. Es un mundo en donde todo es descartable y peor aún, todos nos hemos vuelto sustituibles, los vínculos como la amistad ya no se encuentran en el abrazo, porque no hay tiempo para el encuentro, y se confunde amistad tesoro invaluable, con amigos por Facebook.
Internet es una excelente herramienta si se le da el uso necesario, pero ¿qué pasa cuando un adolescente comienza a dejar de lado el mundo exterior por “jugar una partida”.?
No solo deja de relacionarse, lo hace desde otro lugar, un lugar que genera aspectos negativos, y en muchas ocasiones dependencia y adicciones.
Adolescencia significa “adolecer”, en tanto debe ser también un tiempo donde los duelos que la caracterizan deben vivenciarse, pero hoy nos enfrentamos a que dicha situación ha sido alarmantemente modificada, pues no hay tiempo para simbolizar la crisis que caracteriza esta etapa, donde actualmente todo es “tapado”.
Así transcurre un aspecto de la personalidad que, en lugar de fortalecerse debido a elaborar esos duelos, ese YO, ese aspecto de la psiquis se vuelve vulnerable y débil. Simplemente la personalidad no se encuentra preparada ni fortalecida.
De las crisis se crece, se aprende, nos fortalecemos de nuestras frustraciones y esa instancia en esta posmodernidad (etapa actual), no se estaría generando.
Dicha situación formará un adulto también con escasa capacidad para tolerar la frustración, o un adulto que ante la primera crisis no encuentre herramientas para solucionarlo y en el momento en que la desesperación lo invada el resultado podría ser letal.
Nuestros adolescentes deben enfrentarse de la manera más frontal posible a elaborar esos duelos, duelos por todo lo que pierden durante esta transición, es un pasaje del mundo de la niñez al mundo adulto, donde va buscando su lugar, su nuevo lugar, es por eso que necesitan sentirse pertenecientes, moda, música, tribus urbanas.
Pero si solo tenemos jóvenes adictos a internet, y la tecnología obstruye una psiquis que debe transitar adecuadamente los padecimientos de dicha etapa, el resultado no será el más sano. Podríamos decir que el número de jóvenes medicados por stress u otros padeceres es mucho más del que se imaginan.
Es por esto que hoy encontramos, desde abuso en consumo de alcohol, pasando por toda clase de padeceres y angustias, así como otro tipo de trastornos, que son mucho más significativos y relevantes en tanto nuestros jóvenes no los puedan manejar.
Ejemplo, cortes en partes del cuerpo, depresión son algunos de estos padeceres que en nuestros jóvenes podemos encontrar asi como la exposición a conducta de riesgo, conducta esperable a esta edad, pero en la actualidad conformando una situación mucho más riesgosa por los elementos que nos rodean.
Ellos, nuestros chicos ya no transitan su etapa viendo el techo mientras sufren una crisis existencial, muchos se refugian en todos esos elementos tan nocivos como alarmantes.
Si, ha llegado la tecnología, y puede verse como un gran avance, pero sino cuidamos la salud mental de nuestros jóvenes puede ser muy perniciosos para quienes recién… están comenzando a crecer.