“Venimos a reafirmar las políticas públicas sobre los lugares partimoniales. Venimos porque pensamos que esto es muy bueno si también se cuida aquello”, comentó Heber Márquez integrante del grupo de vecinos que se movilizó oponiéndose a la instalación del proyecto aceitero de Cereoil en la zona de Agraciada.
Márquez estuvo presente en la inauguración de la Estación Fluvial de Villa Soriano, oportunidad en la cual dialogó con @gesor.
Como se recordará meses atrás un grupo de vecinos de Agraciada y su zona de influencia realizaron una serie de movilizaciones oponiéndose a la instalación de una planta de procesamiento de aceite, a partir del poroto de soja, proyectado por la empresa Cereoil.
En la inauguración de la Estación Fluvial de Villa Soriano @agesor dialogó con el Director General de Secretaría del Ministerio de Educación y Cultura, Pablo Álvarez quien manifestó no tener nada para decir respecto a este tema. “Está todo igual a lo que hablamos la vez anterior”, comentó Álvarez, indicando que no ha habido pronunciamiento de parte del Poder Ejecutivo respecto a la consulta realizada por la Junta Departamental de Soriano evaluando la conveniencia o no de instalar ese emprendimiento industrial en esa zona del departamento.
Posteriormente dialogamos con Heber Márquez, integrante del grupo de vecinos de Agraciada y Nueva Palmira que se movilizaron en contra de localizar este emprendimiento en esa zona. Al dialogar con @gesor Márquez se refirió también al buque de transferencia de graneles secos que fue autorizado a trabajar cerca de allí.
¿Sería positiva una señal política, por si o por no con respecto al emprendimiento aceitero en Agraciada?
-Todos queremos ese emprendimiento, pero no ahí. Y hemos presentado alternativas. La semana pasada la Mesa de desarrollo rural que corresponde a esa zona nos dio el apoyo en lo que nosotros estábamos pidiendo, un cambio productivo. Que participe la Intendencia Soriano, pero que se use el mismo convenio que está pensado con el predio del Instituto de Colonización que está a 5 quilómetros más arriba, donde ahora está esa boya granelera.
Nosotros creemos que Soriano tiene que tener un lugar logístico, que tiene que estar más cerca de Dolores, y que tiene que estar en un lugar adecuado.
Todos estamos de acuerdo en el emprendimiento industrial, lo que o estamos de acuerdo es el lugar donde está pensado porque es un parque nacional de uso público y patrimonial.
¿Pero no considera negativo que siga predominando la incertidumbre?
-La incertidumbre está en vista a una negociación para la relocalización, con las mejores condicionantes para todos. Para que la empresa se instale, para que Soriano tenga una salida portuaria, para que todo se pueda hacer.
Ahí, lo que es más contaminante y lo que arruina más el espacio histórico es la logística, no es la aceitera. Son los dos puertos que se van a hacer, y los 70 mil camiones que van a entrar al año. Eso hay que concentrarlo en un lugar logístico donde no solamente se haga la inversión de la obra pública para tener acceso. Lo que tiene que tener, servicio de Aduanas, Prefectura. O sea, no es tan fácil tampoco para el Estado establecer en el medio del campo un lugar logístico donde tiene que tener todos los controles.
Entonces pensemos una cosa como un país productivo en serio.
Soriano tiene necesidad de tener un puerto. Hay que darle lugar para que tenga un puerto, no es en el parque Juan Antonio Lavalleja; y en eso estamos todos de acuerdo.
Ustedes han puesto mucho énfasis en el tema ambiental. ¿Cómo han medido el impacto que tendrá la instalación de esa boya granelera en zona de Agraciada?
-Esto lo voy a decir a nombre personal porque aparte soy un actor en el desarrollo de Nueva Palmira, todo el mundo lo sabe.
Nueva Palmira es el único puerto de graneles dedicado al consumo mundial que tenemos, por eso pedimos que algunas de las solicitudes de puerto que se instalen en un lugar virgen, por decirlo de alguna manera, que no haya una ciudad cerca ni nada, para que se puedan hacer todos los acondicionamientos ambientales antes de empezar al proyecto.
Por eso nosotros no nos opusimos al proyecto de Rio Tinto, porque en algún lugar se tiene que hacer las cosas. O sea, en el caso de ese emprendimiento, en algún lugar hay que hacer la inversión. Nosotros no somos fundamentalistas del medio ambiente ni nada. Somos ciudadanos que vemos con algunos criterios que no se puede usar el Parque público para eso. Pero en cuanto a la boya lo vemos como una cuestión viable. Habría que hacerle los controles y adecuar la infraestructura.
Yo ya se, por andar en el ambiente portuario de Nueva Palmira, que en realidad va ser una cosa temporal, porque en realidad tiene que haber un muelle, para ciertas logísticas, y hasta para ciertas leyes internacionales. Una cosa que está en el medio del rio hay seguros, hay un montón de cosas.
Por ejemplo a ese barco no puede subir nadie que no salga de algún puerto, que tiene que venir del puerto a cumplir los horarios todos los días. Son cosas complejas, seguros, cuestiones internacionales de cabotaje mundial...
Pero si Ud. me pregunta, en algún lugar se tienen que hacer las cosas, y realmente lo vemos como un lugar estratégico como para desarrollar un nuevo enclave portuario que le de sustentabilidad a la Hidrovía, y le de competitividad al Uruguay en el rubro servicios. En eso estamos de acuerdo.
Enviado por: Arrayan
Evidentemente el Sr. Heber Márquez habla a titulo personal y por eso le contestaré solamente a él. No comparto el modelo productivo que se desarrolla en nuestros países de américa del sur y por cierto en el Uruguay. Este modelo productivo extractivista prioriza y beneficia a muy pocos las multinacionales y sus personeros locales y nos deja migajas y mucha contaminación y destrucciones de nuestros bienes naturales como el agua y la tierra, además de producir una gran concentración de la riqueza y de la tierra.
Le recomiento a Márquez que lea de que se trata el proyecto IIRSA en internet aparece fácilmente ya que habló de la hidrovía. Justamente el proyecto IIRSA es el proyecto del desarrollo e interconexión de las vías de comunicación, terrestres ferroviarías y carreteros fluviales y maritimas que son o serán las arterias por donde saldrán toda la producción o mejor de dicho extración de nuestras riquezas como ha sido desde el tiempo de la colonia, pero adaptadas al siglo XXI. Asimismo le dejo mas abajo lo que esta sucediendo con el modelo sojero y sus consecuencias y por la cuál me opongo a CEREOIL en cualquier lugar.
Ecos del II Congreso Latinoamericano de Salud Socioambiental en Rosario
By admin, on julio 5th, 2013
Del 24 al 28 de junio tuvo lugar en la ciudad de Rosario el II Congreso Latinoamericano de Salud Socio Ambiental, donde unos 500 participantes nos reunimos para escuchar sobre la realidad socio ambiental que se vive en nuestra América Latina, particularmente en Argentina. Gran parte de las discusiones giraron en torno al modelo agrícola que se ha impuesto en la región, conformado por la combinación de semillas de soja transgénica, fumigaciones aéreas o terrestres de manera masiva, la siembra directa y una alta concentración de la tierra, lo que ha conllevado a la creación de la “República Unida de la Soja”, según dice la propaganda de la corporación SYNGENTA.
En el congreso hubo 4 conferencias magistrales, dos de las cuales estaban relacionadas con los cultivos transgénicos y su insumo obligatorio: el glifosato. La primera conferencia estuvo a cargo del Dr. Andrés Carrasco, profesor de la Universidad de Buenos Aires quien ha hecho estudios del efecto del glifosato en embriones de anfibio, con resultados aterradores. Este es el herbicida más usado en el mundo, especialmente desde que se masificó la siembra de soja transgénica resistente a este agrotóxico. En su ponencia el cuestionó la viabilidad de los cultivos transgénicos a largo plazo, desde un punto de vista biológico y evolutivo.
El Dr. GillesEric Serallini hizo su presentación por skype, donde presentó los resultados de su último trabajo sobre los efectos de los alimentos transgénicos y sus agroquímicos asociados en la salud, con especial mención al maíz transgénico resistente a glifosato y al glifosato mismo. En su estudio al largo plazo con ratas, su equipo de investigación encontró alarmantes datos sobre envejecimiento prematuro y otras graves alteraciones en la salud de estos animales de laboratorio.
La siguiente conferencia magistral estuvo a cargo del periodista español Miguel Jara, quien ha estudiado la industria de los medicamentos. Poco después de su ponencia el escribió la siguiente nota:
“Esta mañana he dado mi conferencia en la Facultad de Medicina de Rosario Argentina, un auténtico templo del pensamiento crítico que se le presupone a la Universidad. Ha versado sobre las relaciones de la industria químico tóxica con la farmacéutica. En Argentina, sobre todo en la provincia de Santa Fe, donde se enclava Rosario, tienen un problema enorme con la agricultura industrial y su sistema de producción de monocultivos a base de insumos tóxicos…. Aquí y allí donde lo cuento llama la atención que empresas comerciantes de agrotóxicos yo semillas transgénicas como Bayer, Aventis, Novartis o Monsanto tengan o hayan tenido un área de medicamentos y productos sanitarios; por un lado producen tóxicos que enferman a las personas y por otra se postulan como adalides de la medicina moderna algunas de ellas con muertes provocadas por sus medicamentos a sus espaldas”.
Si, las mismas empresas que nos enferman, vienen luego a vendernos sus fármacos para curarnos. Por eso fue interesante la mesa redonda del último día, donde decanos de universidades argentinas y uruguayas de “Ciencias Médicas” debatieron sobre la necesidad de impartir conocimientos en salud y sus determinaciones sociales y ambientales, y no centrarse en la enfermedad y su medicalización. Esto fue reforzado por la ponencia de Damian Verzeñassi sobre la reponsabilidad de la academia con la sociedad.
En el seminario se abordaron otros temas relacionados con la salud socioambiental, como la explotación minera de oro y cobre y los profundos cambios que producen en el paisaje, la minería de uranio, los impactos potenciales del fracking, que es la extracción de petróleo a partir de rocas; la industria de la pulpa de papel y la herencia de la industria del asbesto. Todas estas tienen algo en común: utilizan inmensas cantidades de agua en su proceso productivo, y los devuelven al ambiente contaminado.
LOS CAMINOS DE LA SOJA
Aprovechando nuestra estancia en Rosario, hicimos una gira por el enclave portuario que cubre las poblaciones de San Lorenzo, Timbues y Puerto San Martín, por donde sale el 60% de la soja argentina y parte de la producción paraguaya, uruguaya y boliviana.
La actividad en las vías y carreteras es sorprendente. No hay un minuto en el que no pasa de ida o de vuelta, camiones, y más camiones. Un poblador dice que por esos poblados circulan diariamente un promedio de dos mil camiones diarios cargando cada uno 30 toneladas de soja, los que son depositados en los grandes buques que entran por el río Paraná.
Me sorprendió conocer los silos de la Asociación de Cooperativas Argentinas ACA en la ciudad de San Lorenzo, 80.000 habitantes donde se almacenan cerca de 240.000 toneladas de soja. Los silos están en medio del poblado y nos cuentan que hace tiempo se produjo una explosión en el silo que mató a varias personas y daños en las viviendas. Los inmensos silos se unen con su puerto privado.
Y es que cada gran empresa tiene su puerto, haciendo del río Paraná, un territorio ocupado. En sus playas hay puertos, silos y fábricas procesadoras de las grandes cerealeras como Bunge, Cargill, ADM, Vicentín. Asociado al negocio de la soja está la planta de biodiesel de Patagonia Energía y una planta de producción de fertilizantes, para devolver de manera sintética a la tierra los nutrientes extraídos por la soja.
Hay además refinerías de YPF, Petrobras y otras empresas petroleras. Por el río entran y salen enormes buques petroleros que sacan el crudo que viene del sur del país. Hay también barcos que ingresan con gas importado, y junto al puerto, miles de camiones de distintas regiones del país, así como de Paraguay para llevar el gas que mueve la economía regional.
Se atravesó el famoso Tren Azul, que dicen son 4 trenes diarios, que transporta los minerales que salen de La Alumbrera en Catamarca, principalmente oro y cobre pero tal vez también otros minerales a su puerto en Puerto General san Martín, en la rivera del río Paraná.
Y mientras pasábamos por las zonas agrícolas, ahora bajo barbecho químico, es decir rociadas con herbicidas más tóxicos que el mismo glifosato, pudimos apreciar el color mortecino del suelo: ahí no crece nada y esa es la intención.
Tanta agresión a la tierra a nombre del progreso
LA VENGANZA DEL AMARANTO
De vuelta al Congreso, pudimos escuchar los testimonios de vecinos de varios poblados asentados a lo largo de la Pampa Húmeda, afectados por las fumigaciones asociadas con la soja transgénica, incluyendo un periodista de Alberti que fue fumigado mientras hacía una filmación. Recordemos que la soja transgénica que se siembra en Argentina, así como en los otros países del Cono Sur ha sido manipulada para que puede sobrevivir a las aspersiones hechas con el herbicida glifosato cuyo nombre comercial es Roundup. De esa manera se puede hacer un control de las plantas que crecen de manera espontánea mal llamadas malezas o malas hierbas, por métodos químicos, y así disminuir drásticamente el trabajo humano. Los herbicidas matan a las hierbas con excepción de la soja transgénica, y todo lo demás. Pero hay plantas que logran resistir al veneno; una de estas es el amaranto que se ha convertido en el dolor de cabeza de los productores de soja en el Cono Sur y Estados Unidos. Para erradicarlo usan herbicidas más tóxicos.**
Esta zona hay por lo menos 12 millones de personas afectadas por las fumigaciones, y en respuesta a esta gran agresión, los vecinos se convocan para proponer distintas iniciativas ciudadanas para enfrentar los impactos de las fumigaciones. Muchas son iniciativas legislativas. Poner límite a las fumigaciones aéreas, pedir una zona libre de aspersiones, prohibir las fumigaciones cerca de las escuelas…
Escuchamos a las Madres del Barrio Ituzaingó Anexo y su lucha contra los agrotóxicos, la expansión de Monsanto en la Provincia de Córdoba, donde está produciendo semillas híbridas y transgénicas de maíz, y está a punto de construir su gigantesca planta de acondicionamiento de semillas en la localidad Malvinas Argentinas.
Me conmovió mucho la presentación del Dr. Damián Marino del Centro de Investigaciones del Medio Ambiente de la Universidad Nacional de La Plata, quien a través de su investigación demostró que en Argentina “Llueven agroquímicos”; miles de toneladas cada año.
Quiero terminar esta nota haciendo referencia a un libro que fue lanzado en el Congreso: “La Venganza del Amaranto” de Ricardo Serruya. A través de una serie de notas periodísticas denuncia como la soja y la fumigación enferman y matan. En la dedicatoria de su libro el autor escribió: “Para la hermana latinoamericana con el profundo deseo que el futuro nos encuentre unidos en un enorme amaranto colectivo de resistencia”.
Vamos pues todos a construir este gran amaranto.
Elizabeth Bravo
RALLT
www.rallt.org
Composite End