Palmar (por Aldo Difilippo). Está desarrollándose en Palmar el Encuentro Internacional de Escultores ARCArte, con presencia de artistas de diferentes puntos del país e inclusive desde el exterior como el caso de Claudia Graciela Di Cola que llegó de Buenos Aires y @gesor se acercó a ella mientras estaba trabajando en madera, moldeando su obra con una amoladora en mano, "en estos tiempos ya es más común vernos a las mujeres trabajar con amoladora, motosierras".
En cuanto a las razones que la llevaron a dedicarse a la escultura, "si bien me gusta todo, en algún momento de mi vida, cuando tuve que elegir vocación, decidí estudiar bellas artes y dentro de las áreas decidí escultura, lo sentía, trabajé en arcilla cuando era muy chica, siempre me trabajó en volumen, mi abuelo era carpintero, mi mamá artista plástica, viene de raíces. Por qué me dedicque a la escultura?, no sé, quizás para diferenciarme de mi mamá que era pintora, y para competir, había que hacer algo distinto".
En relación al mensaje que procura transmitir con sus obras, Claudia Graciela sostuvo que se trata de "una búsqueda interna, quizás transmito una sentimiento, una sensación, una vibración, para mi es más eso lo que transmito, una vibración, algo que hace un click en la percepción del otro, es lo que trato de hacer, que el otro sienta algo".
Respecto a por qué la escultura no está tan masificada como la pintura, la cerámica, a la hora de elegir áreas del arte por parte de los jóvenes, Graciela considera que se trata "de una cuestión de espacio, la escultura requiere ésto, espacio público, talleres grandes para trabajar, aunque uno puede trabajar en espacios chicos, cuando termino una obra necesito un espacio donde dejarla, la pintura es más acumulable, la pintura es más acumulable, una tela al lado de la otra y se puede acumular en una habitación, con la escultura llenás una habitación con tres obras, necsitás otro espacio, por eso abundan los encuentros, porque uno puede desarrollar la profesión y lo que le gusta, en algunos casos lo podés dejar, en otros los llevás, pero está esa posibilidad de emplazarlo, para lo cual se requiere la sensibilidad del otro de permitir el emplazamiento en el lugar".