En esta etapa el objetivo es estudiar el subsuelo de cuatro polvorines donde se guardan municiones y explosivos, y una casilla. Los polvorines son estructuras con un área relativamente reducida, rodeadas de espaldones que brindan protección en caso de producirse una explosión. Tal como fuera detallado en el cuarto informe sobre la búsqueda de detenidos desaparecidos emitido por la INDDHH (3 de marzo 2022), estos espaldones ya fueron excavados y se mantuvieron las cautelas judiciales de no innovar en espera de la utilización del georradar.
Según el resultado de estos estudios remotos se podrá decidir si son necesarios métodos intrusivos de exploración, como las excavaciones que se vienen realizando en espacios abiertos. En ese caso podría ser necesaria la rotura de pisos o incluso demoler al menos parcialmente las construcciones para acceder al subsuelo.
El Radar de Penetración Terrestre (GPR por sus siglas en inglés) es una tecnología de percepción remota que permite realizar escaneos del subsuelo desde la superficie, sin necesidad de remover material. Así se pueden determinar las propiedades físicas del subsuelo e incluso si ha habido o no alteraciones.
En 2016 se realizaron exploraciones con el georradar en varias estructuras del SMA: Galpón 7, Galpón 8 y cancha de paleta, Taller de Blindados y Explanada para vehículos. El resultado en esa oportunidad fue que no se hallaron “anomalías significativas, compatibles con las producidas por estructuras de enterramiento”.